El Carnaval viene de
carne y tiene que ir a la carne.
Lo que ahora se hace
es coger carrerilla para lo que en su día será una orgía.
En los orígenes ¡fue
orgía!
Carnaval=Baile de la
Carne.
Debe funcionar así
en Zamora (y se hará famosa y turística)
Hay que buscar una
noche mágica ¿la del sábado al domingo?.
Se organizaría un
baile en todas las discotecas (baile de carnaval). Con servicio de
orden-propio, y sólo así entrarían en el circuito CIRCOITO.
Las parejas (formales
o no) mediante sorteo (sistema de papelines con el nombre de las fiestas/disco)
sabrían a cual le toca ir a cada uno (el otro no conocería ese lugar).
Y allí irían, hasta
una hora que previamente prefijarían, en la que por supuesto habría que estar
en casa (dicha hora puede ser la media aritmética de la que decidan los dos).
En el baile sería lo
que Dios quiera. Siempre en secreto, siempre protegidos por el servicio de orden.
Las pandas
(pandillas) harían lo mismo, irían por autosorteo e individualmente a donde les
toque; si bien a determinada hora podrían convocarse donde decidan.
La gente suelta
/suelta. ¡Lo que quiera!
NOTA: Imprescindible
ir disfrazado (al menos con una careta que te haga totalmente irreconocible).
Allí que sea lo que Dios
quiera.
Porque lo cierto es
que estamos normalmente y habitualmente disfrazados, y por tanto ya no se pude
volver a la sinceridad (a ser quienes realmente somos), luego la única salida es
ponerse otros disfraces.
Que no te reconozcan
da morbo. Estar tras una careta es voyeurismo (algo así notan los cofrades).
Sobre todo, además,
se juega, se juega hasta la excitación.
El verdadero juego de
niños….el sin fin.
Paco
Molina. Zamora. Años 80 del Siglo XX.
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