miércoles, 17 de enero de 2018

Cómo resucitar EL CARNAVAL descafeinado.


Cómo resucitar  EL CARNAVAL descafeinado.

El Carnaval viene de carne y tiene que ir a la carne.

Lo que ahora se hace es coger carrerilla para lo que en su día será una orgía.

En los orígenes ¡fue orgía!

Carnaval=Baile de la Carne.

Debe funcionar así en Zamora (y se hará famosa y turística)

Hay que buscar una noche mágica ¿la del sábado al domingo?.

Se organizaría un baile en todas las discotecas (baile de carnaval). Con servicio de orden-propio, y sólo así entrarían en el circuito CIRCOITO.

Las parejas (formales o no) mediante sorteo (sistema de papelines con el nombre de las fiestas/disco) sabrían a cual le toca ir a cada uno (el otro no conocería ese lugar).

Y allí irían, hasta una hora que previamente prefijarían, en la que por supuesto habría que estar en casa (dicha hora puede ser la media aritmética de la que decidan los dos).

En el baile sería lo que Dios quiera. Siempre en secreto, siempre protegidos por el servicio de orden.

Las pandas (pandillas) harían lo mismo, irían por autosorteo e individualmente a donde les toque; si bien a determinada hora podrían convocarse donde decidan.

La gente suelta /suelta. ¡Lo que quiera!

NOTA: Imprescindible ir disfrazado (al menos con una careta que te haga totalmente irreconocible).

Allí que sea lo que Dios quiera.

Porque lo cierto es que estamos normalmente y habitualmente disfrazados, y por tanto ya no se pude volver a la sinceridad (a ser quienes realmente somos), luego la única salida es ponerse otros disfraces.

Que no te reconozcan da morbo. Estar tras una careta es voyeurismo (algo así notan los cofrades).

Sobre todo, además, se juega, se juega hasta la excitación.

El verdadero juego de niños….el sin fin.


Paco Molina. Zamora. Años 80 del Siglo XX.

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