lunes, 15 de enero de 2018

EL ABOCAMIENTO DEL ZAMORA 10


EL ABOCAMIENTO DEL ZAMORA 10.

Sobre Zamora 10 (agrupación de personas de prestigio empresarial para el rescate de la provincia) he escrito hasta ahora dos artículos de opinión.

El 1º advertía de que Zamora 10 no era el enésimo Plan de Choque para salvar esta tierra (ver anexo 1, aunque no es imprescindible); pues tenía un nacimiento algo diferente, y el dinero invertido (por ellos) hasta ahora, lo demuestra.

Y en el 2º vaticinaba que, por más que no fuera esa la intención de los promotores del Zamora 10, acabarían por presentarse (o tener que presentarse) a las Elecciones Locales del 2019 (ver anexo 2, aunque no es necesario).

Esta última opinión motivó un malestar entre los componentes del Zamora 10 contra mi (como me manifestaron 2 importantes miembros con sus palabras, y un 3º, también trascendente, con su educado pero frió trato), y ello a pesar de que en mi escrito se insistía en que los componentes del Zamora 10 no tienen la intención de ser cargos públicos (aunque serán los acontecimientos los que les abocará a ello).

Pues bien, repasemos ahora su última declaración de principios (emitida como arranque del año y resumen del anterior)´

Los componentes del Zamora 10 vienen a mostrar su inmensa preocupación por la economía provincial (¿cómo morirá la capital, se dice por ahí, de muerte lenta o por colapso?), a la vez que manifiestan su absoluta decepción con las instituciones (ocupadas, claro está, por políticos, decimos nosotros).

En consecuencia, aunque insisten en que no van contra nadie (o sea, que van contra todos por lo mal que lo hacen) lo cierto es que exigen un cambio de rumbo a la Diputación, Junta y Ayuntamientos.

Pero eso sólo lo pueden conseguir (o intentar), o bien convirtiéndose en un lobby (órgano de presión) con capacidad de influencia, o bien presentándose a las elecciones (para desde las instituciones poner en marcha sus propuestas).

Obviamente, aunque no quieran, ni les apetezca, es más fácil que emprendan el 2º camino, como les indicará la realidad de los acontecimientos: nada de torear desde la grada que el toro está en el ruedo.

Por tanto, considero que están abocados (término muy de nuestro mundo rural) a presentarse a las elecciones (aunque no quieran hacerlo, ni sea su intención).

Porque no en vano hay un refrán que dice que después de haber dicho “A” hay que decir “B”.

Que lo hagan bajo sus propias siglas (Zamora 10) a arrimándose a Ciudadanos (marca limpia y ascendente de los principios liberal conservadores) es lo de menos.

Porque además, fíjense ustedes: en un mundo político donde únicamente se vende eficacia y rendimiento, ellos tienen a quien responde al retrato robot de Alcalde incluso en el tono de voz. ¿Quién? Les damos la solución en clave: le rotseg.

Resumiendo: Los compas del Zamora 10, aunque no quieren hacerse políticos, como hacen política están abocados a ser políticos (o nada).

Paco Molina. Zamora. 15 de Enero del 2018.

ANEXO Nº 1.
“ZAMORA 10” contra la ZAMORA AGONIZANTE.
De los dos últimos años que se tienen datos (2014 y 2015) sabemos que la capital de la provincia perdió, en un año 500 empadronados, y en el siguiente 600.
Por lo que es fácil deducir que en la siguiente estadística anual, nos informen de que se perdieron 700, dado que lo que crea puestos de trabajo son las desgracias (carencias) de la gente, y por lo tanto, a menos gente menos oportunidades para la gente.
No hace ni un mes, la copropietaria de un establecimiento que en apariencia no le va mal, me comenta (sobre la situación de Zamora capital, y su condición de empresaria autónoma):
 “Tengo la misma sensación que tuve cuando decidí irme del pueblo, hace 20 años”.
Basten estos dos datos para que se vea el caldo de cultivo que ha originado el nacimiento de la “Plataforma Zamora 10”.
“La función crea el órgano”, nos decían en Ciencias Naturales, y aquí la función (salvar Zamora, salvarnos nosotros), ha creado el órgano, el Séptimo de Caballería Empresarial.
Ha aparecido en escena pues un nuevo actor político (quien interviene, con un plan, en la economía de un territorio está haciendo política; aunque no busque culpables, como han dicho en su declaración de intenciones estos 200 emprendedores) lo que puede espolear a las instituciones para que pasen del trote al galope.
Sus diez mandamientos, como los de la Santa Madre Iglesia, se resumen en dos:
Hay que conseguir incrementar el número de visitantes, y si de paso surge alguna industria, bendito sea Dios.
Proponen un plazo para certificar (evaluar) objetivos de 60 meses (que si dividimos por 12 de cada año) dan 5.
Es pues un plan sensato, y demasiado prudente respecto a los tiempos que propone (en 5 años la capital ha podido bajar a 60.000 habitantes, y la provincia ni te digo).
Su punto décimo (que siguiendo la comparación con los Diez Mandamientos, correspondería con el No Desearás la Mujer de tu Prójimo) es también el más raro, y folletinesco; el de crear una oficina que hiciera seguimiento e impulso del Zamora10.
¿Cobrarían los oficinistas de esta oficina? En esa colaboración púbico-privada (que quiere decir con dinero de unos y otros) ¿pasaría como con la defenestrada oficina de turismo, en la que unos ponían la pasta-las instituciones- y otros la cara (para salir en la foto)? ¿O IFEZA? ¿O SODEZA?.
Que haya un órgano coordinador o directivo que evite la inanición de los proyectos, pues vale, pero lo otro es un peligro.
Ya cobran los políticos para eso.
Además, si sale todo mal, por haber sueldos por en medio, si habría que buscar culpables. ¿Y qué hacemos con ellos si no son cargos públicos?
Bastaría con que esa ejecutiva o junta directiva, seleccionara ideas y se las llevaran a las instituciones, al tiempo que impidiera que quedaran en el olvido.
Y ello de una forma altruista. O que sus empresas les dejara, en tiempo laboral, distraer un tiempo a esta tarea.
Atraigamos visitantes como hacen en otras partes: conciertos de postín y tronío, subvenciones directas o indirectas (bolsas de productos de la tierra) a congresistas, apuestas como el ZAMORA DA. Etc.
Y al tiempo reforcemos la marca ZAMORA con ideas.
Todo lo cual es imprescindible, y además nunca arruina, porque si por algún motivo falta el dinero, con parar, basta.
Por cierto, en Galicia, la Xunta organiza u organizaba, con su dinero, súper conciertos que recorren sus provincias, porque eso da nombre y renombre, y atraen gentes.
¿No habría que exigirle eso, también, a la Junta de nuestros amores?
Paco Molina. Zamora. 23 de Abril del 2017

ANEXO Nº 2.
EL DIEZ  DEL “ZAMORA 10”
En mi anterior escrito comentando el nacimiento del “Zamora10” (“ZAMORA 10” contra la ZAMORA AGONIZANTE) se advertía que dicha iniciativa empresarial (formada por triunfadores en este duro mundo y en esta dura provincia) presentaba un punto débil o sospechoso.
Y lo señalábamos: Se trataba de la llamada Oficina de Seguimiento o Gestión (no recuerdo).
Advertíamos de que si los promotores del “Zamora 10”, pretendían que las instituciones pusieran dinero en esa oficina, la cosa no era de recibo por dos motivos.
Esas oficinas público-privadas acaban siendo (según la historia) un lugar para colocar amigos (sin control público) y además en un agujero negro (económico) para las administraciones, porque  al final la iniciativa privada no pone su parte para cubrir el coste de la oficina.
Pero aunque no lo parezca no es de eso de lo que se quiere hablar.
En el anterior escrito señalábamos que el “Zamora 10” no era equiparable al Plan de Choque o el Zamora Avanza, u otras iniciativas parecidas.
Y parece que acertamos.
Para empezar el “Zamora 10” ya se está gastando su propio dinero (hay anuncios en los medios informativos, videos de promoción…), han abierto o van a abrir ya la célebre oficina de seguimiento; y ello aunque las instituciones aún no les han respondido si van a poner la mitad del coste.
Para seguir, otra diferencia con otros planes de Desarrollo Local Zamoranista es que en una de las instituciones ahora hay un gobierno singular.
Nos referimos al Ayuntamiento de Zamora, gobernado por una coalición IU-PSOE, pero, a efectos prácticos y populares, con un Alcalde rojo (en una ciudad conservadora).
Y aquí surgen los nuevos elementos a analizar:
Recordemos antes los viejos: El Señor Guarido ganará (sólo o en compañía de otros) las próximas elecciones municipales (año 2019) con mayoría absoluta; por “hacer que la ciudad funcione” y porque no tendrá rival que le haga sombra en los demás partidos.
Y pasemos ahora a presentar en sociedad lo que pueden ser detalles de unos nuevos actores políticos (ahora invisibles e incluso ignorantes de lo que querrán en su día).
“Zamora 10” es un parto de empresarios que han triunfado.
En la vida, las personas que triunfan suelen sufrir un empuje hacia arriba (búsqueda de nuevos triunfos), equivalente al peso del triunfo social ya alcanzado (Principio de Vanitas-Vanitatis).
Un ejemplo que corrobora lo dicho es la tendencia empresarial (triunfante) a comprar todo un periódico. Recuérdese la última época de “El Correo de Zamora” antes de ser engullido por “La Opinión”.
Tenemos pues en Zamora a unos empresarios que supieron hacerlo bien en lo suyo (en el decir popular) y que ahora, preocupados por esta tierra (cuando podían pasar de ella ya que no la necesitan) se ofrecen a trabajar por nosotros.
Es más, piden dinero pero adelantan el suyo, en una especie de juego de cartas, en que le dicen a las instituciones ¡¡“Arrastro”!!.
Y a partir de ahora empiezan a pasar los meses. Ante ello, o se colabora con el proyecto o no.
Pero tanto en un caso como en otro, puede surgir entre ellos (los triunfadores) o sus alfiles (hombres de confianza), un portavoz, o cabeza visible o voz cantante, que se vaya haciendo conocido poco a poco (o de golpe por algún acontecimiento).
Entonces, quienes habían resuelto su problema (triunfar) y han querido resolver los de la provincia y ciudad (que se mueren día a día) pueden tener la tentación (o vanidad) de querer gobernara la capital.
Y si les llega esa tentación, para entonces ya tendrán un caché (o el “Zamora 10” va, o si no va la culpa será (¿) de las instituciones).
También tendrán prestigio (gestionar una Administración es como gestionar una empresa y estos, ya lo han demostrado de sobra, dice el sentir popular).
En resumen, lo que venimos a decir es que el “Zamora 10” no sólo  es un acontecimiento social, sino que queriendo o no, es algo que se ha convertido en un nuevo sujeto político que puede dar guerra y cambiar el mapa político local.
¿Se imaginan candidaturas de independientes con el nombrecito de marras? Ojo.
Paco Molina. Zamora 3 de Julio del 2017









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