EL
MUNDO ES REDONDO Y LOS NEGOCIOS TAMBIÉN.
Con motivo de la
crisis económica comenzada en el año 2008, el Señor Montoro (en nombre del PP)
dispuso una normativa para que los Ayuntamientos ahorraran.
Para ello ordenó
bajar el sueldo de los empleados públicos municipales, ordenó que si una plaza
quedaba libre no se cubriera, etc.
También dispuso lo
que llamó el “techo del gasto”, consistente éste en que un municipio no podría
gastar más de lo que estipulara “su techo del gasto”, y ello ni aunque le sobrara
dinero.
Estas medidas
(unidas a otras que no vienen al caso) acabaron produciendo superávits en muchos Ayuntamientos.
En el caso del
Ayuntamiento de Zamora, el superávit (que al final de año se recaude más de lo
que se gasta) apareció en los 3 últimos años del periodo en que Doña Rosa
Valdeón (aún del PP) fue Alcaldesa.
Y ahora viene lo
bueno. El Señor Montoro, como buen servidor del PP y en nombre de este partido,
era uno de los 3 vértices del célebre triangulo amoroso que en España
constituyen, el Partido Popular, la Banca y las Grandes Constructoras.
Triángulo que en
algunos casos la justicia ha dicho que era un amor interesado o sea, corrupto.
Como consecuencia de
ese amor, uno de los regalos que ratificaba tan alto sentimiento, ha sido lo
que a continuación les contamos siguiendo la senda de los superávits de los
Ayuntamientos.
Porque resulta que
el Señor Montoro (PP) dispuso en su Ley de Sostenibilidad Financiera, además de lo
dicho, que todo Ayuntamiento que tuviera superávit un año, al siguiente, por
fuerza, tuviera que emplearlo así:
1º.- Que al menos la
mitad del dinero que le sobró a un Ayuntamiento el año X lo dedicara el año X+1
a pagar la deuda que tuviera con los Bancos (porque para la Banca, arruinados
ellos a pesar de los 60 mil millones que les regalamos, era primordial
recuperar dinero en metálico, lo que se llama conseguir liquidez).
2º.- ¿Y la otra
mitad del superávit, podría dedicarla el municipio a lo que le diera la ganan, puesto que suyo era ese dinero?
Ni hablar. Sabido es
que en todo triangulo amoroso, si a uno le regalas algo, al otro le debes hacer
un presente similar para que no se cele.
Es decir, algo
tendría que darle el PP (con su Ley) a
las Grandes Constructoras. Y para eso inventó el término “inversiones
sostenibles”.
Disponiendo que esa
mitad del superávit de cada año (de haberlo) el Ayuntamiento tuviera que
dedicarlo a “inversiones sostenibles”.
¿Y qué es una “inversión
sostenible”? Algo metafísico, pues se trata de una obra que una vez hecha no
exija mantenimiento.
El asunto es tan
descabellado (¿qué obra no requiere luego un mantenimiento por barato que sea?)
que el propio PP ha tenido que ir aclarando qué es no tener que mantener, de
manera que ahora la mano se ha
flexibilizado.
Pero el caso es que
en principio las presuntas obras que no necesitarían mantenimiento eran casi
sólo “las de pavimentación”.
En consecuencia , y
aunque no únicamente de chapapote vive el hombre, a los Ayuntamientos no les
quedó otra salida (de querer gastar la mitad del dinero que les sobraba) que
pavimentar sus calles.
¿Y quien pavimenta
mejor y más de prisa? Una gran empresa.
Cerrándose así el
círculo vicioso del triangulo amoroso: PP, Banca y Gran Constructor.
Usemos como ejemplo
el Ayuntamiento de Zamora por si usted no lo ha entendido.
Heredero del
Gobierno Municipal de Doña Rosa Valdeón (ex PP), el actual Gobierno IU-PSOE, se
encontró con superávits (además grandes).
Por tanto, tuvo que dedicar la mitad de su remanente (vulgo “sobrante”) de cada año a
pagar la deuda que tenía con los bancos (hasta que un año, de los 3 que lleva,
optó por pagar la deuda de golpe).
Mas ¿qué hacer con
el resto del dinero que sobraba cada año?.
Por suerte para
Zamora, un asunto pendiente, el despejar las murallas de la Avenida de la Feria
de casas que las tapaban y afeaban, se pudo definir como “inversión
sostenible”, ya que derribado un edificio de esos, ya no hay que mantener la
“obra” realizada.
Pero el dinero
seguía sobrando. ¿Qué hacer pues?
Lo dicho. Viva el
chapapote. Y por eso nos encontramos con que se está pavimentando Zamora (con
alegría de los vecinos que lo necesitaban y desconcierto de los que no se
explican qué pasa).
Siendo lo importante
de lo que le queremos contar, que pavimentar tanto exige que lo hagan empresas
de postín.
Y así vemos que San
Gregorio y Exfamex (vulgo Arcebansa para entendernos, pues el propietario es el
mismo), los grandes empresarios de la construcción de Zamora, son quienes se han llevado el gato al agua
(en noble lid, que estamos ante un Gobierno local honrado).
Dando consistencia a
su pasada afirmación (cuando gobernaba el PP y se llevaban todas las obras) que
es que sólo ellos tienen poder para hacer ciertas obras que exigen máquinas muy
caras.
Todo lo cual
demuestra que el amor, también en Zamora, permite triángulos, y el del PP con
Bancos y Grandes Empresarios, es un amor de Ley.
PD.- Esta Ley del PP,
que impide a los Ayuntamientos emplear su dinero en lo que de verdad necesitan,
se mantiene porque Europa exige a España tener un déficit determinado (y no
mayor) cada año. Y este déficit se calcula sumando, el déficit del Estado, más el
de las autonomías y menos el superávit de los Ayuntamientos.
Paco
Molina. Zamora. 21 de Septiembre del
2018.
Estoy de acuerdo con las ideas expresadas en éste blog en el mundo de los negocios se necesita mucha destreza y pro actividad para salir adelante.
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