miércoles, 26 de septiembre de 2018

YO TAMBIEN SOY LA MINISTRA DE JUSTICIA.

YO TAMBIEN SOY LA MINISTRA DE JUSTICIA.

Nos vamos a basar, para defender el derecho de la Ministra de Justicia del Gobierno del PSOE, la Señora Delgado a mentir, en la famosa aseveración de Confucio Molina que dice:

“En la vida pública no se puede mentir porque de lo contrario ésta no sería pública, y en la privada sí, porque de lo contrario ésta no sería privada”.

El acierto de esta sentencia está en que, en efecto, si lo público es lo de todos, para que sea realmente de todos, todos debemos conocer todo, luego ningún representante político o funcionario del estado, debe  mentir al hablar de lo que es de todos (de lo público).

Y por lo mismo, dado que la vida privada es algo propio e íntimo de cada uno, para preservar esa intimidad se tiene el derecho, como ciudadanos, a defenderla, ocultándola, mintiendo si llega el caso.

Esto es tan evidente (el derecho a la mentira para preservar lo privado) que no se va a desperdiciar ni una línea más en mostrar lo evidente, que usted, en su vida privada,  cuando le interesa, miente.

Y así llegamos al caso de la Ministra de Justicia.

Resulta que hace 9 años, por razón de amistad o relación de trato profesional, fue invitada a una cena para celebrar que un tal Comisario Villarejo (hoy día parece que un buen pendejo) había ascendido.

Pero resulta que el tal Comisario ya había decidido hacer fortuna por el célebre truco del chantaje, y grabó todo lo que se dijo en el encuentro (entre buena comida y mejores vinos, que eso desata las lenguas).

Y estos días, un recién nacido medio digital (La Moncloa. es) está contado lo que ella dijo (porque es Ministra de Justicia).

Ojo que tal vez, pronto aparecerá El Vaticano.com y sabremos cosas de Cardenales, etc. que parece que esa era la especialidad del señor, hoy investigado y próximo a ser juzgado (y no olvidar que ella es Ministra de Justicia), Señor Villarejo (especialista en cloacas del Estado).

Hasta ahora ha trascendido que calificó al hoy compañero del Consejo de Ministros y entonces nada, Señor Marlaska, como maricón. Y que algunos jueces y fiscales se fueron con chicas menores de edad en Sudamérica. 

Amén de que a ella le gusta trabajar mejor con hombres que con mujeres porque  a los hombres se les ve venir.

Como se ve todo frases de las clásicas reuniones informales (y privadas) en que uno a veces se va de la lengua (tal vez por presumir de enterado).

Sea el mejor ejemplo de ello la afirmación de la Ministra de que “a los hombres se les ve venir”, un lugar común que queda desmontado por el propio anfitrión (que les grabó a traición y nadie le vio venir).

Estallado el escándalo ella trató de arreglarlo, mintiendo en cada arreglo o versión de lo ocurrido, un poquito.

Y como mintió, ahora, sus rivales políticos (PP y Cs) piden su dimisión por ser política y mentir.

Lo que no viene a cuento, ya que ella tiene derecho a mentir en lo que concierne a su vida privada, y más si estamos ante un chantaje.

Es tal el derecho  a mentir que tiene un ciudadano sobre su vida privada, que la Constitución reconoce el derecho a no declarar contra uno mismo ( o sea a no decir la verdad).

Pero hay más, el  derecho a mentir existe hasta en donde no debería, en la vida pública (haciendo que ésta no sea pública del todo y conocida), y así vemos que nuestras leyes obligan a los ministros a guardar secreto sobre sus deliberaciones (es decir a ocultarle al pueblo la verdad)

Sólo se equivocó la Ministra en no darse cuenta que tenía derecho a mentir por tratarse, lo que comentó en la cena, de su vida privada, y por tanto a decir una sola mentira (por ejemplo que no recordaba nada) o negarse a contestar en lo que es el primer acto de un chantaje que no va contra ella, va contra el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) y el entramado judicial que tiene que dictar sentencia contra el autor de éste y mil chantajes más.

Nos vamos a enterar de lo que vale un peine, como ya nos enteramos de lo que vale una comisión Real, por hacer el AVE a la Meca (según Corinna y el chantajista de la transición, el Comisario Villarejo).

¿Cuántos personas habrá que han cedido al chantaje y han hecho, sin que lo sepamos porque se han rendido, lo que les pidió el Clan de las Cloacas del Estado?


Paco Molina. Zamora. 26 de Septiembre del 2018.




No hay comentarios:

Publicar un comentario