EL CHUPI-TEST

EL CHUPI-TEST

Es un TEST, claro, mediante el cual se puede detectar si usted se lo ha pasado CHUPI o no, este verano.

Porque claro, el problema al pisar Septiembre está en saber si se ha pasado bien durante las vacaciones, o si, por el contrario, ni fu, ni fa.

Uno de los métodos para averiguarlo consiste en dividir el numero de orgasmos (no querían que “habláramos de sexo”, pues se van a enterar).

Bueno, pues eso, se trata de dividir el número de orgasmos por el número de días de veraneo. Si el resultado es mayor de 0,5, es decir, si ha habido un orgasmo por lo menos “día sí, día no”, la cosa ha estado bien.

Si se llegó a 1 al hacer la división, todo fue MUY ESTIMULANTE, y si se supera esa cifra, ya, LA REPANOCHA, porque conseguir tanta humedad con el calor que hizo eso es el hall de lo insuperable

No se pierda de vista que éste ha sido el primer verano con efecto invernadero, o sea, un TOSTÓN (de tostar, que no de aburrido). Y con eso seguimos.

Si no han tenido un coeficiente superior a 0,5 en cuanto a orgasmos se refiere, (o sea, si hubo menos de uno cada dos días) no desespere. Todavía lo ha podido pasar muy bien.

Se trata ahora de dividir el número de días en que se acostó después de la UNA de la madrugada, por el número de días con vacación. Si el resultado da más de una trasnochada por cada 3 días, es que la cosa estuvo muy buena.

Si no le salen las cuentas vía-orgasmos, ni vía acostarse-tarde, no desespere, divida ahora los kilómetros recorridos por el número de días de holganza. Si obtiene un resultado de 10 kms. por jornada (no incluidos los paseos) es que también todo ha ido de rechupete.

Que no, ¿que todo le sigue saliendo mal? Pues coja las siestas, cuéntelas, y si menos en 4 o 5 días, en todos los demás la cama supo de su cuerpo, es que lo ha pasado bien.

Ahora, eso sí, si ni con orgasmos, ni trasnochadas, viajes, ni siestas, lo ha pasado bien, lo que tiene que hace, que tiene derecho (reconocido en el estatuto de los trabajadores, ¡por estas!), es pedir de nuevo las vacaciones y tomarse la revancha.

Paco Molina. En un verano muy tórrido de sabe cuando