EL
COLETA
Querido compa:
Tus amigos me han
dado tu dirección (Establecimiento Penitenciario de Zamora). Supongo que
intuyen que si recibir una carta
siempre es agradable, estando en la cárcel (como tú) tiene que serlo más. Así
que aquí estamos.
Seguro que cuando
decidiste llevar tus ideas (de paz) hasta el límite ya tenías bastantes
problemas como para darte cuenta de detalles menores (que desde fuera resultan
mayores).
Mira, eres “el
insumiso de Zamora”, eres el único encarcelado de toda Castilla y León, y eres
uno de los pocos presos políticos de esta democracia.
Eres un preso
político y por eso te tienen entre rejas, pero en una “jaula” aparte. No has
cometido un delito de los que asustan a la sociedad (robar, matar, violar,..)
has cometido un delito de los que alegran a la sociedad.
Sí, porque el pueblo
es de una inteligencia profunda (nunca yerra) y tú eres un preso útil a las
gentes.
Gracias a ti (y a
otros, claro, porque sino serías Dios) esas gentes van a disfrutar de lo que
vas a conseguir para ellos: No van a tener que ir a cumplir un periodo de
trabajo en un ejército, ni van a tener que purgar su pacifismo haciendo tres
meses más de castigo (eso de la objeción de conciencia). Y si son mujeres no
van a tener que ver cómo a sus hijos, novios, hermanos, les alistan y adiestran
a la fuerza, por si hubiera que matar a un moro para que no suba la gasolina
(que por cierto ha subido).
Los insumisos sois
desertores en tiempos de paz. Tú, compa, eres pues un desertor. ¿A que suena
muy fuerte?. Desertor suena fatal, pero es por la agobiante hipocresía que todo
lo mueve (y más la guerra).
Fíjate qué
imbecilidad y falsedad: un ejército, a sus desertores ¡los fusila!, y a los del
enemigo los mima y heroifica.
Durante la dictadura
hubo personas que se asociaban porque no se conformaban con la democracia
orgánica, eran presos políticos.
Tú estás en la
cárcel porque no te conformas con la democracia
–con-servicio-militar-incorporado, eres un preso político; un preso político
detenido por otros que se dan el pote de que fueron presos políticos.
Pero claro, te han
tenido que dar “un castigo ejemplar” porque saben de sobra que si no meten el
miedo en el cuerpo a la gente, a la mili no le van ni los tontos.
Te han condenado a 2
años, 4 meses y un día de prisión porque esa bestialidad es en lo que ellos
valoran “la ración de miedo” que obliga a servir a la fuerza, y estar así a
disposición de morir o matar, por el orden, o por la patria, o por la disculpa
de turno.
Es una valoración
estúpida, que hacen a ojo, como cuando valoran un cojón en 27.000 pesetas (163
€) caso de pérdida en accidente de trabajo; cuando todos sabemos que no
compensa.
A ellos no les va a
compensar el meteros a los insumisos en la cárcel.
La coordinadora que
han hecho tus amigos del alma, va a recordarles, denuncia a denuncia, que aquí
en Zamora tienen preso a un chaval porque quiere lo que dentro de pocos años
será lo más natural: poder negarse a servir en ningún ejército. Ser pacifista.
Los que ahora te han
detenido (un Gobierno que hace la ley), está
haciendo el daño y el ridículo que hicieron los que en su época decían
que las mujeres no tenían alma o los que
prohibían votar a los negros o los que permitían eludir la mili con dinero.
Su inteligencia no
les da para más que para pensar que si no te castigan cundirá tu ejemplo, en vez de pensar que si
alguien prefiere 30 meses de cárcel a 9 de mili, algo muy profundo y hermoso
vive en su interior.
Otra cosa. Dile a tu
madre (de mi parte, pues es fácil que tú no quieras arrugarte) que ha venido un
obispo partidario de la Teología de la Liberación, y que sus admiradores
presumen de su valentía y compromiso social. Es una oportunidad de oro para que
vaya a pedirle que luche por ti pues él estaría encantado de estrenarse con tu
indulto (Zamora-obispo nuevo-Navidad- la paz).
Hasta otra, compa,
que por lo demás por aquí fuera no te estás perdiendo nada del otro mundo
(salvo que tengas novia): novias tienes, que te admiran muchas.
Un abrazo con la
fuerza de todas las personas que firmarían esto.
Suerte amigo.
Paco
Molina. Se público en EL CORREO DE ZAMORA en 1991, dentro
de un serie bajo el genérico de ZAMORAMIENTOS
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