DE NÓMADAS A EXCEDENTARIOS
-Peromato ¿Has visto la
exposición de la Caixa, “De Nómadas a
Sedentarios”?.
-Sí Gobierna, y me pareció muy
instructiva. Hay que ver cómo le iban dando al coco “los abuelos”. Y en
realidad de eso apenas han pasado como mucho 20.000 años.
-De eso quería que habláramos. De
cuando nómadas o no, vivíamos en tribus o grupos reducidos careciendo de todo
menos de la inteligencia.
-Hablas de eso como si hubiera
sido el mejor periodo de la Humanidad.
-Eso creo, amigo; y considero además
que fue tan buena esa época que por eso en el fondo todos somos algo
conservadores.
-¿Por miedo a que lo nuevo sea
peor que lo anterior? A ver si también tú vas a creer que nos expulsaron del
Paraíso Terrenal.
-Pues si, yo creo que existió el
Paraíso Terrenal, y que de él nos
expulsó el machismo que surgió cuando las mujeres descubrieron que los niños no
venían de Paris y ellas, para no morir en el parto, prohibieron el coito
sustituyéndolo por otras alternativas.
-Ya te oí eso alguna vez. Según
tú, las hembras al caer en la cuenta de que el embarazo era consecuencia de la
juerga sexual se rebelaron, vino el matriarcado, y pasado un tiempo los
hombres, con la disculpa de que había que tener hijos para que el grupo fuera más
fuerte justificaron e impusieron por la fuerza, el que cada mujer fuera de un
hombre, y la que no fuera de nadie fuera de todos, o sea pública.
-Exacto, y ahí empezó el machismo,
al convertir el hombre a la mujer en un objeto que se podía comprar y vender.
Pero hoy quiero llegar a otra cosa.
-¿A cuál, amiga mía?
-Mira, antes del machismo, los
humanos eran felices, estaban en un paraíso terrenal.
-Lo se: les había crecido el
cerebro y empezaron a ser lo suficientemente sapiens, como para darse cuenta de
que era mejor para ellos resolver en común los problemas que tenían en común.
-Veo que sabes por donde voy. Y
hay más, como se sabían animales, sabían que como éstos, sólo tenían dos
instintos, el de supervivencia y el de darse el lote.
-Toma, como cualquier animal que
se respete así mismo: hay que sobrevivir y
super vivir.
-Si señor, supervivir que
significa “vivir súper”, es decir refocilarse en cuanto viene la gana y da la
gana.
-Pues si que debió ser aquello parecido a un
paraíso.
-Ya lo creo. Y fíjate. Como el
instinto de supervivencia es lo que obliga al humano, como a cualquier otro
animal, a trabajar, trabajaron pero sin propiedad privada: todo para todos,
todos para todo.
-Como si fueran comunistas.
-Chisst; cállate que te la cargas.
Mira. Al que no estaba en edad de trabajar, o no podía, por estar enfermo o
herido, le daban de comer los demás.
-Hoy por mi mañana por ti.
-Y los mayores recibían de todo
sin ir a cazar, como si hubieran cotizado a la Seguridad Social; y lo mismo a
los que estaban lesionados, no les dejaban sin comida, ni cobijo, ni fiesta de
la carne.
-Y qué hacían con los vagos?.
-Allí, era obligatorio trabajar,
es decir cazar o plantar o recolectar, o lo que sea, para que el grupo pudiera
sobrevivir.
-No como ahora, que hay
excedentes de trabajadores, o sea paro, y la sociedad margina a millones de
seres humanos, dejándolos sin poder trabajar, como si el trabajo fuera un
derecho en vez de un deber, y en consecuencia sin dinero y por tanto ante la
angustia de sobre vivir. FRANCISCO MOLINA
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