ADIOS
CEPAS Y SARMIENTOS
-Y esa cara Peromato?. Que estamos en fiestas pardiez,
tráele al rostro más sonrisa.
-Tienes razón Gobierna, tienes
razón; pero ando con un sabor agridulce porque acabó el 2008 y con Él la posibilidad
de volver a oír a “Cepa y Sarmiento”.
-El grupo ese de Manolo Sadía el
de Moraleja y sus boys, sus hijos, grupo zamorano de pura cepa.
-Si, ese del “Lava, lava, tiende,
tiende” ese que se convirtió en sarmiento del folk tradicional de la tierra.
-Pues si, que si el sarmiento es
vástago de la vid, mejor vástago lo eran los de “Cepa y Sarmientos” de la música que siempre cantaron los pueblos
y los de los pueblos, para alegrar el alma y para mostrar su alegría.
-Yo los conocía como los del folk
duro.
-¿El folk o el rock duro? ¿No
tendrás un cacao con el grupo beat que formaron algunos de sus hijos o todos, y
que esos si tocaban música de discoteca?
-No, no; no me equivoco. Hablo de
“folk duro” por una asimilación con le rock duro. Ellos crearon escuela
-Explícate amigo, que con las
resacas de días tan señalados no estoy lúcido.
-El rock duro es un rock con
aguardiente ¿no? Pues así veía yo a los de Cepa y Sarmiento.
-Ah; te refieres a que tenían una
música que convertía al “Tio Babú” en Elvis Presley y al “Bolero de Algodre” en
el rap de los triangulo por eso de que lo bailan dos chicas y un chico.
-Exacto. Cogían las canciones un
poco anquilosadas por los años y las resucitaban delante de la Plaza Mayor de
nuestros pueblos e incluso de la Mayor mayor de la capital.
-Me gusta esa forma de contar que
tienes de lo que nos pasaba al oírlos. Es verdad. Tú estabas en unas fiestas de
San Pedro por ejemplo y fuera antes el grupo que fuera y después el que le
diera la gana, que cuando le tocaba tocar a “Cepa y Sarmientos” nos tocaba la
fibra del baile informal y el ritmo bestial, y te animaba el cuerpo y te animaban
el alma.
- Verdad dices, que hay música
que tal y como se interpreta o se hacen los arreglos, aunque cante algo triste
te sabe a gloria.
-Bueno es que el cantar las penas
sana al penado; y enseña a no penar tanto a los del auditorium de oídos si
alguna vez las tienen.
-¿Y como te has enterado?
-Pues ami me lo dijo el propio
Sadía padre.
-Un músico de padre y muy señor
mío .
-Si, un padre por partida doble,
un padrazo de sus hijos y de ese grupo al tiempo, que aunque tomó él la
decisión anda como alma en pena sin saber si resistirá la melancolía del paso
dado.
-Eso te dijo.
-No, pero se le notaba. El
comenta que llegó el momento y el momento llegó. Pero no siempre cuando haces
lo que debes hacer salvas el achuchón de nostalgia que te puede producir tal
sensación.
-Pues no se si ya no están ni
para tocar la flauta tras la decisión tomada pero me parece a mi que ·”Cepa y Sarmientos”
bien merece un concierto de despedida, un acto en el que ellos convoquen a sus
fans y a todos quienes creían que siempre los iban a tener ahí, a la vuelta de la
esquina de la fiesta del pueblo, a un musical homenaje dado por ellos y que
acabaran con un “Llora, llora, tiende, tiende, que la buena música el pueblo la
entiende”.
-Y tanto, y sabes lo que te digo
que su marcha hay que cantarla: “Adiós ríos, adiós fuentes, adiós regatos
pequeños, adiós lo que ven mis ojos no se cuando nos veremos. Adiós cepas y
sarmientos, adiós que buenos momentos….”
FRANCISCO MOLINA
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