CHICHO
Y LOS BURGUESES
Sin censura no existirían
falsas estadísticas y cada masa buscaría sus temas, su cine, y creo que el cine
podrá evolucionar y revolucionar en menos tiempo si las películas se hacen para
la “taquilla popular”, aunque se perdiera la clientela burguesa que se quedaría
ante su TV para no sufrir, ya que es tan falso el mundillo burgués que no aguanta
el ver u oír en público lo que echa de menos en privado.
Esto me lo ha sugerido
el asistir al estreno de “La residencia”, película que por recomendación o europeísmo,
ha respetado la libertad de creación registrada.
La película la
presentaron, entre otros, su director, a un público en el que no faltaba la
parte popular (por eso de ver a los “artistas”), pero que sobre todo eran “dignísimos
burgueses” que iban a redondear sus gustos televisivos.
Pero apareció la
historia y al principio, sugestionados, creíamos que en efecto, no íbamos a dormir.
Siguió la película y
el público se olvidó del miedo y se pasó a “disfrutar del erotismo” unos, y
otros a “rasgarse las vestiduras” (tal vez porque tienen dinero para comprarse
otras iguales)
Y siguió aun más la
historia, y el erotismo era mas sincero, y de paso ya te dabas cuenta que estabas
ante una novela policiaca (¿por qué mataba el asesino?) y al acabar la historia
vimos que el fabricante del consumo “Historias para no dormir” había fabricado
una “historia para no-burgueses”, porque nuestra burguesía no puede aguantar a
las directoras de “residencias con parejas” entre las alumnas, a las madres
incestuosas, a los adolescentes mirones, a las amigas lesbianas, a la totalidad
de jovencitas “viviendo” el mismo acto, pero sobre todo es inadmisible que la
maternidad sea vituperada coma causante de todo el desastre y de su desastre (¿revolución
familiar?).
ATAUD
(Zaragoza) . Paco Molina. Fotogramas. 1970
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