La Carpeta
Carpetovetónica
por CLITOR
LA
ECONOMÍA LIBERTINA DE MERCADO
Hay gente,
especialmente dotada, que es capaz de distinguir entre erotismo y pornografía,
entre libertad y libertinaje y entre un aspirador y una aspiradora.
¡Loados sean ellos!.
Nosotros, para ponérselo
difícil, metemos la palabra "libertina" en el titulo y que ordeñen
esa mosca.
Y es que nos
encantaría conocer la Economía Libre de Mercado!. La pone tan bien, la gente
bien!.
Según la teoría, la
economía libre sugiere que el Estado se mantenga al margen de la ley del
mercado.
Ésta, dicen, no debe
ser otra que la de la oferta y la demanda, pues el individuo, libre y guiado
por su afán de lucro, será el que haga prosperar la sociedad.
El párrafo anterior
no es tendencioso, es diccionario puro. Y claro, vistas así las cosas, ¿de
verdad existe o ha existido la Economía Libre de Mercado?, ¿no será una anti-utopía,
o sea, una utopía por el otro lado (el malo)?.
Porque, queridos
carpeto-lectores, en el mundo no se cumple el que la única ley del mercado sea
el libre cambio, y para verlo basta con que recordemos las aduanas, los
aranceles, las cuotas de mercado, etc, es decir, leyes de no-libre-cambio, que
introducen los estados; monopolios que fijan precios, según convenga, pasando
de oferta y de demanda.
No se fían del
primer mandamiento de nuestra sacrosanta civilización, que dice:
"Dejad que las
Leyes del Libre-cambio obren por si solas y todo se equilibrará por si
mismo".
Tampoco se cumple la
ley del mercado dentro de los Estados y, para no perder vista, basta con mirar
al nuestro.
Dice el segundo
mandamiento de la economía liberal:
"Dejad que el
lucro sea el eje de la sociedad" (diccionario) ¿y qué vemos?.
Los bancos, que venden
dinero, no siguen la Ley del libre-cambio y cuando se arruinan, el Estado les
ayuda, evitando las consiguientes correcciones naturales de la oferta y la
demanda.
Las centrales
nucleares hacen que el Estado corra con parte de sus gastos; los centros
privados de enseñanza, que venden saberes, quieren que el Estado sea el
cliente, en vez del alumno, para tener la venta protegida. ¿De quién? ¡¡de la
ley de la oferta y la demanda.
Etc. Etc.
Pero... ¿nos vamos a
morir sin conocer la economía libre de mercado?.
Porque, con la mano
en la cartera, a que lo que hay es una Economía Libertina de Mercado.
CLITOR
(Paco Molina). LA CARPETA. 1985
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