IX
TODAS
LAS COSAS Y CUESTIONES, TODO EN TODO, ESTÁ RELACIONADO.
Esta formulación es de
una sencillez y de una eficacia para explicar y explicarse cosas, que no puede
por menos que asombrar el poco uso que se hace de ella.
Lo psíquico y lo
material son un continuo; el cuerpo y el alma la misma cosa; lo sindical y lo
político no tienen frontera natural que los separe; la vida personal y la
pública podrán ser más o menos esquizofrénicas, pero una repercute en la otra y
al revés; la injusticia social y la inseguridad ciudadana son magnitudes
directamente proporcionales porque vibran al unísono; nuestro lugar social y
nuestra forma de actuar se sugestionan una
a la otra, etc. etc.
Por eso, cuando alguien
dice, “no hagamos política”, pretende no sólo hacer política sino que busca
además situarse lo mejor posible en la línea de salida, para hacer después
proposiciones que a poco que se las hurgue, se verá, que son deshonestamente
políticas.
Y como todo en todo
está relacionado también los marxistas y los comunistas reciben el maléfico
influjo de la sociedad competitiva, y bastante inconscientemente acaban por
“competir”, dando así lugar a los personalismos y a las guerras personalistas.
Conviene aclarar que el
personalismo no es que una persona destaque por sus capacidades y méritos hasta
tener más renombre que el grupo, no, eso es bastante bueno. Personalismo es que
alguien considere a su persona como digna de culto y reverencia porque es el
mejor, y cuando está en la cumbre
resulta que ya no sólo es el mejor sino que, también es único, y a
partir de ahí hay que seguirle, no contrariarle y ayudarle entre todos a pasar
de héroe imaginario (en su cabeza) a héroe real.
Es chocante que entre
gentes de izquierdas, que al optar por
apuestas “perdedoras” en una sociedad capitalista (propaganda cultural en
contra, prevención hacia ellos para determinados puestos de trabajo, etc.) dan prueba de una cierta
fortaleza de ánimo, resulta que no tengan también fuerza para reprimir esos
ramalazos de vanidad y competitividad que, si es lógico tenerlos (todo está
relacionado y somos hijos de una sociedad competitiva hasta la ferocidad,
recuérdense los celos entre hermanos) más lógico aún es reprimirlos en aras de la victoria del
grupo, de las ideas del grupo.
Es absurdo jugarse
hasta la vida, como en muchos sitios y momentos se la han jugado los
comunistas, y no jugarse la vanidad que
a algunos dirigentes les lleva a disputarse el título de Redentor de la Clase
Obrera, de forma tan sorprendente que, no sólo pretenden “salvar al
proletariado” sino que quieren ser ellos
el Salvador, y si Fulanito de Tal no consigue ser el Sacrificado que Libere a
los Oprimidos (o sea el Redentor) prefiere que nadie libere a los oprimidos,
porque los liberarían mal, con lo que
resulta que estos deben seguir otro montón de años en circunstancias desfavorables
hasta que alguien les libere bien.
“Todo en todo está
relacionado”, así que también habrá que recordar que pasando de política no se
pude evitar estar en política, siendo
la única diferencia, entonces, que quien pasa de política se encontrará en
desventaja ya que no se le tendrá en cuenta.
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