Epílogo sobre el
BIRREPARTIDISMO. ( escrito en 1988)
Puede decirse pues, a
la vista de los hechos, que el birrepartidismo corresponde a una organización
de la estructura política perfectamente diseñada por el Estado Mayor del
Capitalismo.
Repasando el mundo se
aprecia mejor, obsérvese si no, el conjunto de países miembros de la OTAN, que
son los más representativos pues al estar en la resultan ejemplos más claros de cómo quiere éste que
sean las cosas.
Pues bien, en los
países de la OTAN el birrepartidismo está servido (En Turquía en vías de
instauración, para lo cual no dudan en llamar democracia a una fórmula
pluripartidista en el que se prohíbe y proscribe al partido comunista).
Tal vez se pueda
objetar en contra el caso de Italia. Pero no, precisamente el caso de Italia
corrobora la tesis del birrepartidismo ¡por no darse en ella!.
Tal vez se pueda objetar
en contra el caso d Italia. Pero no, precisamente
el caso de Italia corrobora la tesis del birrepartidismo ¡por no darse en ella!
Veamos en Italia había
dos grandes formaciones, la Democracia Cristiana y el Partido Comunista
Italiano, lo cual debía configurar una política de tipo bipartidista que tanto
dice alabar la derecha y que, en consecuencia, se alternarían en el poder.
Sin embargo, el Estado
Mayor del Capital no cantaba las excelencias del bipartidismo en Italia porque
allí si había dos ofertas realmente distintas (en el aspecto económico) y no lo
cantaba porque el Poder Conservador lo que de verdad quiere es el birrepartidismo.
En consecuencia en
Italia de evitar
el bipartidismo (que dos opciones DISTINTAS disputen el poder político) y, por
eso,, todos los partidos que en otras circunstancias aceptarían el
birrepartidismo, paradójicamente han tenido que constituir ese teórico monstruo
político del pentapartito (monstruo teórico nada más, ya que en la práctica
aunque gobernaran por separado harían la misma política, aunque unos se llamen
socialistas y otros democristianos).
No obstante en Italia
se trabajaba con ahínco para conseguir que el Partido Socialista sea, junto con
la Democracia Cristiana, el otro gran partido, desplazando al PCI para poder
dejar instalado también en aquel país, no el bipartidismo, que ya existía, sino
lo que de verdad les interesa a los poderosos, el birrepartidismo.
¿Y los partidos
bisagra?
Los partidos bisagra
son un ingrediente que no viene nada mal para el birrepartidismo, es más, los
soporta muy bien porque, incluso le sirven de coartada
¡Ante todo las
apariencias! Y así, si el partido “A” gana al “B” pero tiene que formar
gobierno con el “C” porque de lo contario no posee de mayoría absoluta, siempre
podrá decir a su clientela: “no os doy lo que os ofrecí porque tengo que
gobernar con éste (que me queda a la derecha o viceversa) pero de lo contrario ya verías, porque los del Partido “A”
somos la hostia”.
Resumiendo,
el birrepartidismo se estructura en base a la existencia de distintos perros con
el mismo collar, el collar de su amo, el capital, al que consciente o inconscientemente
sirven, y éste, generoso, les deja REPARTIRSE el pastel político y el de las influencias
(por no hablar del pastel propiamente dicho).
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