LA
SITUACIÓN DEL COMUNISMO EN LA ACTUALIDAD
(((Nota
del año 2013:
Lo
que sigue fue escrito en el año 1988. No obstante, como al revisarlo veo que
conserva gran parte de su vigencia, si no toda, opto por conservar el capítulo.
Eso si añadiendo otra nota al final sobre la caída de los Países del Este que
entonces no se había producido))).
Para este análisis
conviene considerar el mundo dividido en tres grandes grupos de países. Por un lado estarían los gobernados por partidos
comunistas, por otro, los países desarrollados o ricos, y por último, lo países
pobres o resto de países.
Países gobernados por
partidos comunistas.
Sobre estos y antes de
cualquier otra consideración conviene recordar que no se trata de de sociedades
comunistas, ya que éste estadio en un comunidad supondría haber llegado a la
meta y además a una meta donde todos se sentirían integrados, pues nadie en sus cabales puede rechazar un
estado de cosas donde sus posibilidades y reciba según
sus necesidades>
, donde ningún hombre o mujer sea explotado por ningún
hombre o mujer y donde todos se sientan libres y no alienados.
Quede pues aclarado que
ese feliz estado de cosas no sólo no existe aún sino que nadie dice que exista.
Lo que ocurre es que la derecha, en cuanto puede, y puede mucho, vende (o
regala) la idea de que el comunismo es lo
que hay en los países donde gobierna el partido comunista, y lo hace con la
intención, no ya de combatir la construcción del proyecto, sino con la más astuta
de combatir también la utopía (que no es otra cosa que un fin lleno de dificultades
para llegar a él, pero que se puede alcanzar), y lo hace para que de la
sensación de que no merece la pena ni siquiera ponerse en camino hacia el
comunismo social.
Sobre el tipo de países
que se está comentando y el estado actual del comunismo (entendiendo como tal
la fuerza del proyecto) es fácil convenir que, a pesar de las dificultades
vividas y la falta de ciertas libertades, el hecho de que materialmente esas
sociedades, por comparación con ellas mismas, tengan más bienes que en tiempos
pasados, unido a que los ciudadanos cuentan con trabajo, educación y sanidad,
hace que haya que suponer una cierta conformidad con sus distintas situaciones,
que podrá verse reilusionada o ilusionada , según los caos, con los recientes
momentos de flexibilidad, apertura y nuevas libertades.
Es necesario, al margen
de lo dicho, comentar dos cuestiones de una cierta relevancia dialéctica.
Una. Los pensadores del
capital dicen que la prueba de que la derecha es para los pueblos mejor que la
izquierda está en que las dictaduras de derecha acaban, mientras que las de izquierda están ahí año tras año.
¡Inaceptable! No se
puede dejar pasar ese razonamiento por ser falso en su conclusión. Si las
dictaduras comunistas perduran es por la elemental razón de que nadie se va a
las barricadas si tiene el estómago
lleno, trabajo, educación gratuita, sanidad, jubilación garantizada, etc.
Lo dicho no quita para
que se reconozca que la situación de dichos países es específica de ellos, no
exportable y si muy mejorable en otros aspectos.
El estilo Stalin (que
por cierto no se debe olvidar que fue seminarista, y decir esto no es para
ofender a nadie pero si para defenderse de otra burda patraña de los ideólogos
conservadores que tratan de hacer creer que Stalin no podía ser de otra forma
ya que así acaba siendo, según ellos, cualquier comunista). Bueno, pues, según
se decía, el estilo Stalin convirtió modelos a imitar en modelos a evitar.
Fue un accidente.
Más, por el contrario,
las dictaduras de derecha, basadas y gestadas para la explotación pura y simple
del pueblo, van haciendo extender (se) la miseria, hasta que esta, como gas
inflamable, acaba estallándole en la cara a la burguesía de turno, que, a
consecuencia de las heridas tiene que ir con urgencia a EEUU a hacerse la
cirugía estética y transformarse en “democracia”.
El otro “razonamiento”
contra los países socialistas (el socialismo consiste en la serie de etapas
previas al comunismo social) hecho por la intectualidad del capital dice así: “El
socialismo ha fracasado en la práctica, y la prueba está en que en los países
comunistas han tendido que acabar dando paso a la iniciativa privada”.
¡Qué cara le echan
estos tíos al asunto! Sí, porque si en sociedades con planificación estatal,
por dar paso a la autorización de negocios particulares hubiera que deducir que
las sociedades socialistas no tiene sentido, ¡qué decir de las sociedades
capitalistas! donde desde siempre el estado ha intervenido una y otra vez en la
economía sino que, si de repente dejara de hacerlo, sería para los poderosos el
caos: recuérdense subvenciones, aranceles, exenciones, etc. etc.
¿Se atreverían los
defensores de la economía libre de mercado a que de verdad fuese éste libre?.
NO, porque en los países capitalistas el Estado, que se alimenta del sudor de
todos, tiene como misión trabajar para los que más tienen.
(((Nota
del año 2013: Los países del Este o del Socialismo Real, han caído. Y sin un
solo muerto. Bastaron manifestaciones gigantescas mostrando su disconformidad
con el régimen a causa de lo que estimaban los pueblos como dificultades
económicas, y las dictaduras se derrumbaron. Lo que demostró una vez más que la
izquierda es democrática y no violenta))).
Países del denominado
Tercer Mundo o países pobres. ((En el siglo XXI llamados emergentes algunos))
En lo referente a la
situación respecto a las ideas transformadoras y radicales de izquierda en estos
países se debe hacer caso de los informes de la CIA, según los cuales las revoluciones
(democráticas) o se han producido o se están gestando o pueden surgir en el
lugar menos pensado, ya que en amplias zonas las condiciones de vida son
infrahumanas y tan injustas que bastaría la toma de conciencia de esos pueblos
para sublevarse.
Como decía Lenin, el
pueblo es la pólvora y el conocimiento la chispa, acercar el conocimiento al
pueblo y explotará.
Países
industrializados.
Sin embargo, en las
naciones que corresponden a este tipo de países, el comunismo (las ideas, el
número de militantes y el de votantes) retrocede, retrocede y retrocede. ¿Por
qué?.
Como en todo no hay una
única razón que lo explique, pero conviene
ver algunas e indicar su posible influencia en tantos por ciento.
Las causas del
retroceso son;
--La imagen que se
tiene del comunismo y de los comunistas a través de lo que se “sabe” de los
países del “Telón de Acero” (sea verdad o mentira). Esa imagen puede estar influyendo
en el retroceso de la idea comunista en el mundo desarrollado con un 30 % de
peso específico.
--Los errores propios
en cuanto a las conductas de los partidos comunistas en estos estados
desarrollados. En el caso español estas “meteduras de pata” pueden haber desprestigiado
el mensaje comunista en un 20%.
-- El estar en unas sociedades
ricas o desarrolladas o industrializadas, pero en todo caso, con un alto nivel de
vida respecto al resto del planeta. Esta circunstancia es, sin duda, la que mayor
influencia aporta a la no aceptación de la oferta comunista, hasta el punto de que
se puede calibrar en un 50%.
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