ZAMORA VIRIATUDA
Ese es el título de un libro que hicimos Paco
Guarido y menda, y editado por López Vila, un empresario impresor zamorano. No
es mi intención hablar del libro, que por otra parte no se si queda distribuido
por las librerías . Lo que busco es recuperar un título, una frase que viene al
pelo.
Antiguamente
los filósofos, los físicos y los matemáticos eran la misma cosa. Así, uno de
ellos-¿Aristóteles?- dijo la célebre frase que incluso los que no quieren
estudiar recuerdan. “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.
Pues
buscando y buscando, un punto de apoyo que permita mover esta Zamora nuestra,
que según los números y sus habitantes no acaba de arrancar , me encontré con
la suerte de que un paisano de Moraleja del Vino, vino a contarme lo de la
inauguración ocasional de la estatua de Viriato en la Plaza de la Diputación.
En efecto, realizada por Eduardo Barrón, natural de Moraleja, en 1903, estuvo
en su sitio varios días sin que nadie se decidiera o atreviera, a cortarle la
cinta de salida. Hasta que un obrero, a la pregunta de unos visitantes de “qué
cosa era eso”, descorrió la tela que lo envolvía y quedó insolente e insolemnemente inaugurada,
el 12 de Enero de 1904..
Eso
hace que si de Viriato no se sabe casi nada, con motivo de la estatua se
pueda tomar como referencia esa fecha,
con lo cual, el centenario de la obra de arte podemos convertirlo en un
aniversario del héroe, al menos adoptivo, zamorano.
¿Y
para qué todo esto? Para hacer que la leyenda de Viriato se convierta en el
punto de apoyo que nos permita mover el mundo...en que vivimos, Zamora.
Fue
en un viaje a Londres cuando caí en la cuenta de que a las ciudades se les
puede aplicar el dicho, traspuesto, de dime de que son la mayoría de tus
estatuas y te diré cómo eres. Allí, en
Inglaterra casi todas son de militares o héroes guerreros, cuando no corsarios
( o sea ,piratas pagados por el Estado), y en efecto, el Imperio Británico lo
fue, por su carácter violento y militarista.
Sin embargo, si volvemos nuestra
vista a Zamora ¿qué nos encontramos en las calles? Sor Dositeas, San
Ildefonsos, Cristos, Barandales y Merlús, junto con un triste Sardá y un Ramos
Carrión y Fernández Duro, que se escabullen en forma de medallones (excepciones
aparte) .O sea, que nos va los místico y el fatalismo.” Si así es, será que así
tiene que ser”, parece nuestro lema.
Sin
embargo, la estatua de Viriato es como una provocación. Empezando porque esta
más desnudo de la cuenta (¿sería ese el motivo por el que ninguna autoridad,
por lo demás tan dadas a cortar cintas, no la acababa de inaugurar por temor a
la que se podría liar). Y acabando porque ese TERROR ROMANORUM –terror de los
romanos –repasado y reinterpretado podría ser un mal ejemplo para la gente
sencilla.
Sí,
porque del personaje hay al menos dos versiones. La bonita, la de que era un
pastor que decidió sacudirse la opresión del Imperio Romano-de los invasores- .
Y la otra, la de que era un señorito potentado de aquí, que en cuanto vio que
cualquier Imperio no lo es por altruismo y sí por negocio, y comprobó que le
tocaban lo suyo- sus propiedades- se unió a otro cacicones de la época para
levantar al pueblo contra el invasor, luchando no sólo en esta zona, sino en
todo el oeste e incluso el sur de lo que ahora es España, más Portugal.
Pero
entonces, tanto en una versión como en otra, el ejemplo de Viriato viene ni que
al pelo, para usarlo como punto de apoyo mover el mundo, para levantar a una
Zamora que tiene que llegar a ser una Zamora Viriatuda si no quiere quedarse en
una Zamora yacente.
Nadie
nos tiene manía. Si las cosas van mal no es porque nadie nos quiera mal. Son
las leyes del imperio de lo políticamente correcto las que hacen que Zamora
haya perdido utilidad para el sistema, y ante eso o
rebelión, o comunión, a seguir
tragando.
Paco Molina. Zamora.
Paco Molina. Zamora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario