LA
ECONOMÍA TRUCADA DE MERCADO.
La Economía Libre de
Mercado es aquel sistema social en que los capitales se rigen por la conocida
Ley de la Selva (el fuerte subsiste, el débil desiste y el obrero al paro).
La Constitución
Española tiene otros artículos por los que la economía libre pierde algo de
libertad para que la ganen los españoles.
La Economía
Libertina de Mercado, por el contrario, es aquella en que el poder del Estado e
pone al servicio del Gran Capital.
Parábola: En la Economía
Libre el león (gran empresa) se come a la gacela (pequeña o mediana) tras una carrerita
o competencia.
En la Economía
Libertina las leyes le sirven al león la gacela en bandeja y en la cama.
Por eso vemos que:
1º.- El paro crece
salvajemente y los grandes patronos piden el despido libre y gratuito
(consiguiendo el libre y baratito, servido por sus partidos de clase) para así reorganizarse
mejor, mejorar sus beneficios y después, tal vez “crear puesto de trabajo”.
Pero, menos rollo
paisanos: el empresario invierte para multiplicar sus millones, y si fracasa es
porque fue incapaz o porque se equivocó de negocio o porque le arruinó la
multinacional de turno.
Y lo de crear puestos
de trabajo es para él una cuestión secundaria.
2º.- Los patronazos
y sus monaguillos, atacan cualquier iniciativa del sector público, acusándola
de inoperante y despilfarradora, cuando sin embargo las empresas públicas en
España no son deficitarias por ser públicas, sino que son públicas por ser
deficitarias, lo cual es exactamente lo contrario.
Ejemplo: La Renfe es
empresa pública por ser deficitaria, ya
que de ser un chollo sería privada. Y buen prueba de ello es que el Talgo es
empresa privada porque deja sabrosos beneficios.
3º.- Para los
grandes empresarios la única salida de la crisis es que los españoles trabajen
más y cobren menos, de lo contrario ellos se lavan las manos de lo que pueda
ocurrir (de lo que pueda ocurrir a su favor, claro).
Hay gentes que
confunden los problemas de España con los de su cuenta corriente.
4º.- El dinero de
todos se pone al servicio del negocio de unos pocos.
Ejemplo, el
Ministerio de Energía e Industria gasta en anuncios “energéticos” (“La energía
es buena”, “Tenemos que dejar de depender del petróleo”, etc.) para abonar el
terreno de que una sociedad privada instale una Central Nuclear Privada (cuando,
si tenemos que independizarnos del petróleo también tendríamos que independizarnos
del uranio, ¿no?).
En resumen, nuestra
economía de mercado es tan libertina que raya el escándalo público, por lo que
según la nueva normativa sobre el tema tal “película” debería proyectarse
solamente en los locales de la CEOE, advirtiendo con una X a gran número de
votantes de la derecha que eso no va con ellos.
Paco
Molina. Años 80 del S.XX
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