Los estudiantes de
Enseñanzas Medias han estallado.
Más pronto o más tarde
tenía que ocurrir.
Ocurre que estando
metidos en política no nos debe bastar con "darles la razón”, también
debemos ofrecerles la solución, es decir, indicarles la salida airosa, del difícil
camino que han tomado, la lucha
reivindicativa.
Como primer borrador
o borrador de borradores, propongo que la alternativa que IU proponga en el Parlamento sea:
1.-Sobre
los exámenes de Septiembre. No suprimirlos,
Razones: Al margen
de porcentajes, niveles de exigencia, etc. lo cierto es que hay alumnos a los
que es útil tal convocatoria, ocurriendo por tanto que de suprimirla aumentaría
el número de frustraciones.
2.-Sobre
las tasas.
Existiría la
posibilidad de matricularse por asignaturas sueltas.
El precio de la
matrícula por asignatura sería:
La primera vez, de 10.000
pesetas (60 €), con derecho a dos convocatorias, Junio y Septiembre.
El matricularse por
segunda vez de una asignatura supondría
pagar el doble de la vez anterior.
Si hubiera de realizar
la matrícula por tercera vez, el precio sería el doble del doble, y así en
general cada nueva matriculación en una asignatura ya cursada supondría pagar
el doble de la vez anterior.
No habría límite de
convocatorias.
Razones:
La posibilidad de que los estudiantes puedan matricularse de las asignaturas que deseen, aparte de resolver en cierta medida,
el problema de la masificación, tiene la ventaja de que, automáticamente, ello
supone una disminución de las tasas, ya que la mayoría de los alumnos se TIENEN
que matricular de un curso completo y enseguida "dejan asignaturas para
Septiembre", o sea, que las pagan
pero no las cursan„
El razonamiento del
actual equipo ministerial de que se debe tender a que las tasas cubran el gasto
del estudiante (en 1986, unas doscientas mil pesetas), porque lo contrario es favorecer
a las clases pudientes, es por lo menos un error, y sospechosamente una burla.
Es a la sociedad a la
que le interesa que haya profesionales universitarios, y si son buenos mejor, procedan
del nivel social que sea.
Por tanto la
Universidad debe verse como un bien público que ni debe cubrir gastos, y mucho
menos proporcionar dinero.
Otra cuestión es que
se debe conseguir que TODO el que quiera y se encuentre con fuerzas, pueda cursar esos,
estudios
Si tenemos en cuenta
que las clases privilegiadas se benefician y aprovechan de la sociedad en todos
los órdenes
(Recordemos lo que
el Estado ofrece y recordemos al tiempo la ridícula proporción de impuestos que
pagan los empresarios, profesiones liberales y agricultores latifundistas, respecto
a lo que pagan los asalariados)
Bueno, pues teniendo
esto presente, resulta que al exigírseles a “los ricos" en la Universidad
el precio de coste, se les está haciendo un favor, ya que ellos lo pueden pagar
sin pestañear y por otra parte se les elimina competencia.
No obstante, lo que
no tiene por qué hacer la Sociedad es el tratar por igual al que está
respondiendo académicamente, que al que se obstina en terminar una carrera
simplemente porque puede seguir insistiendo.
Entonces, a estos se
les aplica la fórmula de la progresión geométrica de razón dos, para el precio
de la tasa, con el fin de que él, por su torpeza, pague lo que consume.
El que no haya límite
al número de convocatorias, pretende que alumnos malos, que lleguen a la última
convocatoria, aún sin preparación suficiente, la pasen simplemente porque al
profesor se le plantea un problema de conciencia respecto al futuro de esa
persona.
3.-
Sobre el acceso a la Universidad
No habría
"numerus clausus" por facultades.
Si podría haberlo
por asignaturas, ante la incapacidad física de asumir la demanda; pero como uno
podría matricularse por asignaturas sueltas, siempre podría, si su vocación es
tan fuerte, optar por otras asignaturas que le permitirían entrar en “su carrera".
Para desmasificar, una
fórmula sería reparar en que:
Se facilitaría notablemente
la adecuación de la vocación del alumno a los estudios elegidos sin más que en
cada capital de provincia hubiera Colegios
Universitarios o de haberlos ya, que estos ampliaran su oferta, al menos a los
primeros o primer curso de las carreras con más demanda.
Piensen ustedes qué
dificultad podría haber para que en las 52 provincias españolas se pudiera cursar
primero de Medicina y /o Derecho.
Ninguna, y menos
presupuestaria (¡¡mejor que misiles, estudiantes a miles!!).
Respecto a la
existencia o no de un examen filtro- hoy selectividad- bastaría con el curso de
COU ahora, o el que se arbitre en su día, con la salvedad de que sólo pudiera
cursarse en centros públicos, a fin de evitar clientelismos.
En resumen, el
espíritu de esta oferta, está en que no se puede engañar a la sociedad diciéndole que hoy por hoy la
Universidad es una fábrica de parados, cuando hoy por hoy, TODO es una fábrica
de parados.
Con la ventaja, demostrada,
de que los que tienen títulos están parados menos tiempo.
Paco
Molina. Zamora. Enero de 1987
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