miércoles, 19 de julio de 2017

LA SEÑAL.


LA  SEÑAL.

Recuérdese que la señal de la cruz recomendaban hacerla en la frente (para evitar los malos pensamientos), en la boca (se supone que para evitar las malas palabras) y en el pecho (para evitar las malas (¿) tentaciones, aunque la pregunta es ¿puede algo malo ser tentación?).

Ahora este periódico (El Correo de Zamora) quiere “dar señales de vida”. Y utiliza como SEÑAL nuevos aires y nuevos colaboradores.

Es la señal de su cruz, renovarse o sufrir.

Sométasele a prueba y véase si soporta la señal de la libertad, del humor y de la valentía. Va:

-.La primera en la frente. Para evitar los malos pensamientos.

El Correo no debe pensar que es más listo que nadie y así, si comete error, confiéselo, tres avemarías y “aquí paz y después gloria”.

Dícese esto porque el que firma envió un artículo titulado “Que vienen los maestros”, el cual por error de máquinas no salió con el nombre completo del autor.

Éste, que no se ocultaba ni pretendía evitar críticas, se quejó pidiendo aclaración en otro número, pero no se le hizo caso; recurrió por escrito, se le pidió un acuerdo y aceptado, tampoco se cumplió.

Error normal, más error tontorrón, más error sutil, más error final, igual error descomunal; que al final se paga.

La anécdota citada es un rábano que se puede coger por donde este recibe su nombre.

-. La segunda en la boca (¡qué erótico!) Para evitar la tentación de no querer oír ciertas cosas, cuando por otro lado las catarsis purifican.

Veamos si este periódico se sabe reír de si mismo.

-Oye qué mal está el correo.

-Ya lo creo tío, a mi una carta me tardó en llegar diez días.

-No hombre, no; yo digo El Correo de Zamora.

Este chiste resume la gran batalla que se va a dar en nuestra ciudad en las próximas estaciones (primavera, verano, otoño, invierno) entre medios escritos de expresión e información.

Uno luchando contra su propio pasado y contra el otro, y el otro luchando contra el uno y su nulo pasado.

A la fuerza ahorcan, y la antigua “hoja parroquial” quiere atacar con un “LOS DE SIEMPRE, DISTINTOS”.

Zamora se anima, y es que esto de la competencia puede tener su gracia.

-. La tercera en el pecho.

También ahí le va a costar a este diario más de una pulmonía (si quiere salir de frente y con el pecho descubierto a por el toro) y abrir puertas, ventanas y hasta, y hasta el tirar de la cadena para purificarse.

Porque apostar fuerte significa tener que dar salida a escritos que tal vez se conviertan en sapos de desayuno, no sólo para el Director y el Consejo de Administración, sino también para muchos lectores de toda la vida que elevarán sus quejas.

Claro que mientras también se eleven las ventas crudo lo tienen “los protestantes”.

Que aquí (y allí) no hay más Dios que el Becerro de Oro, que nos crió a su imagen y semejanza ¡becerros!.

Ahora el que escribe se hace la señal de la cruz para que éste no sea el artículo de “despedida y cierre”. En siete días lo verá.

Paco Molina. Debió de ser cuando apareció La Opinión como rival de El Correo, y estos, asustados, hicieron propósito de la enmienda respecto a su pasado. De nada sirvió, no había espacio para dos periódicos en Zamora y el pez grande (La Opinión del Grupo Moll) se comió al chico (empresarios zamoranos que habían comprado la antaño Prensa del Movimiento). Finales de los años 80 del S.XX. El texto no creo fuera publicado, y tal vez ni enviado por mi.



No hay comentarios:

Publicar un comentario