CHUPAR
DEL BOTE
El Sistema Capitalista
no se basa en crear lo necesario para vivir bien y trabajar sólo lo
imprescindible para producir eso que es necesario.
No. Ni hablar, el
sistema se basa en vender cualquier cosa para que te den dinero y luego vuelta
a empezar, sin tiempo para vivir y sin saber cuánto dinero hay que tener para
poder por fin disfrutar de la vida.
Según esta regla de
tres y para garantizar que se va a vender todo lo que se produce, por bazofia
que sea, se nos pide a los mortales que tengamos hijos sin parar (carne de consumo
en Occidente y carne de cañón en Oriente) aunque ya no estemos para muchos
trotes.
En este plan hay que
reconocer que el problema de Zamora está en que no tiene mucho que vender,
salvo el Vino de Toro, la Semana Santa y el Lago de Sanabria.
Y hablando de Sanabria,
recuerdo, y viene a cuento, una promoción que hacia la Diputación en El Puente.
Entonces era yo
diputado provincial y acudí allí coincidiendo en un momento con Antolín Martin,
a la sazón (y ya sazonado aunque en secreto) presidente de la Diputación, y
también con el entonces director de LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA, el señor
Rodero.
Dado el tipo de acto
y la necesidad de promocionar (para ver si se venden) los productos de la
tierra dentro de lo dicho arriba, y en un tono de broma, sugerí que dado que en
Zamora por culpa de la Liturgia era imposible repetir la Semana Santa en otras
tres semanas, lo que tal vez procedía era poner en marcha en otoño una Semana
de Pasión-Pasión o sea de cine porno.
El acontecimiento supondría
un contraste morrocotudo en un lugar tan místico como lo es nuestro entorno,
con lo que se traduciría en una publicidad gratuita bestial, mas una asistencia
de visitantes descomunal (en Barcelona y Copenhague tienen algo parecido y el éxito
es de aúpa) y tendríamos así mismo, la confirmación de que habíamos descubierto
un yacimiento de empleo nuevo, surgido de la riqueza que supone vender el
producto descrito.
El asunto quedó en
broma pues sabido es que de las mujeres públicas solo debe tirar la iniciativa
privada.
Pero hete aquí que
aparecen "Las Edades del Hombre".
Un truco que
consiste en recoger todas las piezas que, por la provincia de turno, tiene un
propietario (la Iglesia), juntarlas y crear un museo itinerante.
Como la gente se
aburre hasta decir basta y como las edades de Lulú las leerás pero no las catarás,
pues resulta que a Zamora está viniendo gente en cantidades industriales a comprar
"humo", porque humo es lo que vendemos.
Aunque lo cierto es
que estamos en el sistema que estamos y lo mismo que si en vez de "Las
Edades" la iniciativa hubiera sido del Elefante de Oro y del Pato Rojo y
del Conejo de la Suerte, que, si por contar con subvenciones, hubieran traído a
lo mejor de Hoollywood y en consecuencia la recta de Coreses y la Muralla se
hubieran convertido en lugar de peregrinaciones, habría que buscar que el asunto
se prorrogara, y por tanto nos corresponde, si queremos a nuestra tierra, pedir
una larga prorroga de "Las Edades del Hombre".
Prorroga a la que la
Iglesia estaba obligada a acceder, en primer lugar porque Zamora es pobre y
necesita esa ayuda (no vale tratar al pobre como al rico y decir que en otros
sitios no hubo prorroga), también debía de acceder el señor Melendez porque las
obras de arte que exponen, son de parroquias de esta provincia y nada se quita
a nadie, y por último, debían de ceder porque ellos no ponen ni un duro ya que
todo lo paga la Junta.
Nunca se entenderá
bien esa disculpa de que es preferible la Misa del Gallo a la gallina de los
huevos de oro.
Y respecto a las
instituciones zamoranas, otra vez nos salieron ranas, pues su obligación era
pedir que pudiéramos seguir chupando del Bote... de Zamora.
FRANCISCO
MOLINA. La Opinión de Zamora. 20 de Noviembre del 2001
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