LOA
DEL “NO”
CADA vez que hay a la
vista un proceso electoral, entonces; los jefes (jefe: dícese de la persona,
generalmente varón, más inteligente del grupo residente en la capital).
Bueno, pues cada vez
que hay elecciones, los jefes envían a todos los que les nombraron jefes una
serie de recomendaciones para ganar la batalla de turno.
Entre esas recetas,
siempre, vez tal vez, y como una maldición esta esa que dice:
-“Debemos hacer la
campaña en positivo. No podemos basar nuestro mensaje en la continua negación.
Las gentes agradecen y aprecian más a quienes proponen que a quienes critican
continuamente, negándolo todo.
Debemos
aparecer como alguien que ofrece una alternativa".
Pues bien: Sirva lo
que sigue para cantar las excelencias del NO, para hacer reparar en que lo que
parece evidente —hablar en positivo es preferible a hablar en negativo— no lo
es.
E incluso se puede
afirmar que el no tiene infinitamente más fuerza que el si.
El NO, para empezar,
es más nítido y claro, mas total, más contundente.
Veamos ejemplos:
"No hago otra cosa que amarte". "No puedo estar sin ti".
"Te echo tanto de menos que no lo resisto".
Son tres frases con
un significado claro y con una fuerza evidente, al margen del tono con que se
hayan dicho.
Digámoslas en
positivo:
La primera quedaría:
"Te amo continuamente" o bien "te amo todo el rato".
En todo caso, no
solo ha perdido contundencia lo dicho, sino que ha quedado en entredicho
porque... si ama, tendrá que ser todo el rato ¿no?
Mientras que: Cuando
el mensaje en negativo llevaba implícita una obsesión permanente, casi enfermiza,
insuperable.
Repasemos la
segunda: "No puedo estar sin ti”.
Y pongámosla en
positivo. Queda: "Quiero estar contigo-.
Muy bien, pero ¿a
que también ha perdido energía, rotundidad expresividad?
En negativo es obvio
que el estar con ella es una necesidad y es una necesidad de amor, hija de una
pasión hasta carnal.
Sin embargo en
positivo: "Quiero estar contigo", la expresión pierde tanta vida que
más parece un cumplido, y es mas genera ambigüedad: ¿Para que quiere estar
conmigo, para que le laves los calzoncillos?
La tercera: "Te
echo tanto de menos que no lo resisto".
En esta frase todo
es negativo y sin embargo es irreprochable. No hay ni un pero que ponerle. Es
evidente que se le indica a ella: Muero por ti. Me estoy volviendo loco. Esto
es morir de amor.
Cosas que no son
afirmables si la frase, lo que son las cosas, aparece en afirmativo.
¿Cómo seria en
positivo? Tal vez: "Es irresistible tu ausencia". O sea una cursilada
de difícil impacto.
Tal vez tú desconfías
de la demostración porque piensas que pudiera ser cierto lo dicho solo en la
relación amorosa.
Veamos que en la
relación política se mantienen los términos: lo que se expresa en negativo, con
noes, es creíble, es rotundo, es nítido, está claro, es difícil, pero bello y.
por tanto, no es imposible.
Mientras que lo que
se dice en afirmativo resulta insípido. vaporoso, fane y descangallado, e
incluso dudoso.
Ejemplos. Comparar
un: "No a la guerra"; con el "si a la paz" (que introduce
la ambigüedad de que "hacen falta ejércitos que garanticen la paz").
Compara también el
"no a la mili" con el "si al Ejército profesional". ¿Te
suena mejor?.
Compara: "Ni
una persona sin trabajo", con "trabajo para todos".
O bien "no a
las nucleares" con el "si a las energías alternativas", ejemplo
donde el sí, la afirmación, suena incluso a traición, porque luego ¿irán juntas
las energías alternativas con la nuclear?
Sigue comparando:
"Nadie tocará las pensiones", con un "garantizaremos las pensiones".
¿Cual es más creíble?
Resumiendo: Hay que
rescatar el NO, porque el NO es el sí de la vida, y cuantas más negaciones hay
en una expresión mas explicita, limpia y aplastante es.
¿Que no lo ves aún
claro?
Pues ahí te va la
traca final; mas negaciones en una frase imposible:
"Sin ti no hay nada. Y no me importa que
no lo creas. No".
¿Hay algo que suene
más positivo, siendo negativo?
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. Imperecedero. Años 90 del Siglo XX
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