ALUMNOS
CRÍTICOS
Parece ser que la
Logse (una ley que se refiere a la educación) tiene entre sus objetivos (entre
los objetivos de la enseñanza) el producir alumnos críticos.
Está estudiado que
las tribus agrícolas enseñaban a su hijos fundamentalmente la agricultura, las
tribus guerreras los adiestraban para el combate, las marineras para la pesca,
etc.
Es pues lógico que
dentro de este orden de cosas (cada pueblo educa a sus pipiolos para que se
reproduzca el modelo), siguiendo esta tendencia, debe de ocurrir que una
sociedad hipócrita conciba la educación como reproducción de la hipocresía y en
este sentido la Logse cumple.
Porque._ no hay
mejor forma de empezar la lección de hipocresía que decir, en la misma entraña de
la Ley de Educación, que se pretende con ella ¡crear alumnos críticos!... y es
que eso, no se lo cree nadie.
Porque nadie quiere
alumnos críticos, ni ciudadanos críticos, ni hijos críticos, ni cónyuges críticos,
ni críticos críticos.
En teoría (o sea en
casa, calentitos, con un vaso de whisky en la mano) se dicen muchas bobadas, sobre todo si se es de izquierdas
(los de derechas hablan de negocios, yates, balsa, terrenos, moda...) pero las
izquierdas, al no tener temas de conversación tan concretos, divagan.
Y entre esas
simplezas de conversación surge lo de pretender que gustan los ciudadanos críticos,
pero...
¿Quiere un
profesor/a un alumno crítico que le critique con bostezos? ¿O que le critique
hablando con el de al lado porque no entiende la explicación y perdió el hilo,
que le critique esto, lo otro o lo de más allá?
Ni hablar, hombre,
ni hablar (Bienaventurados los mansos que ellos poseerán la tierra y santas
pascuas).
¿Quieren los padres
unos hijos críticos que les pongan verdes por discutir o por estar todo el día “dale
que te pego” con los besos, o por ser
vagos o por no dejar de trabajar, etc. etc. etc.?
Ni hablar del peluquín:
hijos... obedientes, educados y prudentes.
Para qué hablar del tener “empleados críticos”
o jefes del mismo talante... ¡¡la muerte por infarto del que los sufra!!.
¿Y ciudadanos críticos?
A enterrarlos en el
mar, que caray... y como prueba ahí viene la ley de huelga, y la ley contra la
libertad de expresión (aun sin nombre, tal vez porque eso no tiene nombre), la
cárcel para los insumisos, etc.
¿Alumnos críticos?
Ni verlos, y si no, ya se verá... qué tal le sienta a la Dirección Provincial
de Educación (morada del obispo de la Logse en Zamora) si los/las estudiantes
no le van a clase el Lunes, Martes y Miércoles Santo, simplemente en protesta y
critica porque en el Consejo Asesor del MEC no están los alumnos, o sea porque
no se les tiene en cuenta.
Ah ¡Y ya surgió lo
de las fiestas, antes, en o después de Semana Santa, un consejo: hagan caso
ustedes de lo que digan los profesores que en esto de vacaciones son los que más
saben.
FRANCISCO
MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero
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