LA PLAZA DEL FRESCO
CAPRICHOS DE LETICIA
La princesa de Asturias (sidra
querida) va a venir a Zamora.
Es de suponer que a las autoridades locales les entre la duda de qué
regalarle.
Descartado el traje típico de
Viuda Rica por provocador, y el cimborrio catedralicio en plata por caro,
sugerimos los célebres CAPRICHOS DE REINA.
Y ello por ser éste un producto
netamente zamorano (inventado en “Reglero” cuando era Reglero, y continuado,
caloría más o caloría menos, por Confiterías Olifrey); otra razón sería que
este manjar es además digno de mención, y
sobre todo seria adecuado el regalo
por su nombre: CAPRICHOS DE REINA.
Bien es verdad que Doña Leticia
es sólo princesa y no reina, pero un regalo así lo puede compartir con su
suegra (que tener una “suegra reina” debe ser como tener a “la reina de las suegras”),
y además le puede hacer meditar.
El nombre dado a esos impresionantes
y exquisitos dulces con capa de chocolate, es magistral, pues indica de manera
inmejorable el lujo del producto; que si cualquier “capricho” lo es, no digamos
nada cuando los antojos los tiene su Alteza Real.
Y a partir de esas divagaciones,
la gentil princesa, experiodista y explebeya, podrá reflexionar sobre el por qué
en los países monárquicos existen familias donde los miembros de las mismas
pueden darse toda suerte de caprichos y el resto de los mortales más bien no.
Y mientras la crisis pretenden
resolverla los que mandan pidiendo paciencia, o sea caprichosamente.
Publicado
en La Voz de Zamora en el año 2009
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