miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA CASA DE TÓCAME ROQUE

LA CASA DE TÓCAME ROQUE

A última sesión plenaria del Ayuntamiento de Zamora fue una corrida de tres miuras para el equipo de Gobiernoo (subida de tasas, petición de un nuevo préstamo y modificación del Plan de Urbanismo); pero da igual, como son los que mandan la ventilaron como una charlotada y se quedaron tan frescos.

(Lo que hacía el Gobierno de la Nación hasta que apareció el lobo).

Subida de tasas: Va a ser, la del agua, de tal calibre que si se va a poder decir "de éste agua no beberé" (según acierto expresivo de la colaboradora de ese diario Laura Rivera).

Más préstamos: Lo de la economía municipal esta chupado. Basta con pedir más de mil millones prestados por año y hablen ustedes mal de los políticos que dirán': "ande yo caliente ríase la gente".

Respecto al urbanismo, como es asunto farragoso, se le cuenta a usted un hecho real y así tendrá una idea de qué entienden "los elegidos” por Plan General de Ordenación Urbana.

En pleno Cardenal Cisneros, en frente del hiper,  hay una glorieta de la cual sale la carretera a Villalpando.

Por allí, a la derecha de Cardenal Cisneros, había un terreno rústico. En terrenos de este tipo solo es posible edificar la casa del hortelano quo posea el terreno, salvo excepciones.

Un constructor, promotor y propietario, dueño del terreno, solicita se le permita construir una residencia de ancianos.

Como si es un bien social, se hace la excepción y así, en suelo no urbanizable se construye algo mas grande que la casita del guarda (hasta aquí, correcto).

Pero hete aquí, que en una esquina de ese terreno el propietario recibe —según el— la promesa de que podía hacer una gasolinera, ya que le sobró derecho a edificabilidad y además regalo las expropiaciones que le hicieron por culpa de la carretera de Cardenal Cisneros.

Resulta pues que en la salida de la glorieta mencionada, hacia la calle Pinar y Villalpando, nuestro buen amigo cree que va a poder hacer una gasolinera.

Más, ¡oh ! turbios designios. Aparece el hiper; que quiere hacer una gasolinera justo al ladito de la otra.

¿Quién ganó? ¿El pez grande o el pez chico?

Véase: Cuando el brioso promotor inmobiliario o mejor. Constructor,  va a pedir su gasolinera le dicen (tomen nota de los argumentos):

1. Que a él no le habían prometido nada.

2. Que ese terreno es rustico y por tanto, con la residencia de ancianos ha tenido ya todo el chollo edificable que pudiera tener.

3. Que en ningún lado consta que el haya  regalado los terrenos de la expropiación para hacer Cardenal Cisneros a cambio de la gasolinera.

 Ante este panorama ¿se suicidó nuestro hombre? No, y sirva esto de ejemplo moral de que la vida da muchas vueltas y por tanto lo mejor es no irse al otro barrio.

Pasaron los meses, casi un año, y tal vez por eso de que Dios aprieta pero no ahoga, en la modificación del Plan de Urbanismo, se introduce lo siguiente:

“Que el terreno (rústico) que este señor soñaba para gasolinera pase a ser (de golpe) urbano y pueda construir entre 20 y 30 pisos.

Pero, ¿cómo`? ¿basándose en qué? Pues (pasmensemé) en que:

1. Hombre, como le habían prometido una gasolinera...

 2. Que ese terreno aunque rústico podía pasar a urbano de golpe pues había un antecedente (en efecto veinte segundos antes hicieron lo mismo con otro).

3. Que había que compensar a un señor que se había dejado expropiar gratis.

Como ven: los mismos argumentos sirven para decir que no y para decir que si, o sea, y ya que se habla de edificar nunca mejor dicho: esta es la Casa de Tócame Roque.


FRANCISCO MOLINA. El Correo de Zamora. Años 90, principios, al final del Siglo XX, siendo yo concejal 

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