COMPROMISO
O MIEDO
La primera
experiencia de trabajo que tuve nada más ser elegido, con los votos de algunas
y algunos de ustedes, concejal del Ayuntamiento de Zamora por IU, fue la
selección de personal contratado para la Oficina de Recaudación.
Eran varios los
puestos que se ofertaban. Como novato me limite a hacer lo que estaba
programado, entendiendo que si así se hacía era porque lo mandaba la ley.
De esta forma
juzgamos a unos mediante examen, a otros mediante entrevistas y a otros con un
mixto de examen y máquina.
Pasado el tiempo y a
raíz de otros procesos selectivos compruebo que las cosas (el método de
selección) no se realizan de determinada manera porque lo diga en algún sitio,
sino que se hacen "al buen tun-tun" (que no es otro que lo que se le
ocurra al tribunal de tumo).
Como resultado de
ello, se ha seleccionado gente por todos los sistemas habidos y por haber
(puntuando meritos unas veces, otras sólo sirvió una entrevista, otras otra
cosa y en alguna la Comisión de Gobierno dijo que antes de seleccionar que el
capataz escogiera seis...).
Todo este
desaguisado se producía pero no ante mis propias narices, pues si bien es
cierto que tenía derecho a estar en todos esos actos selectivos, mas cierto es
que "por no vivir de la política y deberme a otro trabajo para comer",
no pude asistir a todas las pruebas.
Al tiempo que esto
se daba, como concejal de un grupo valiente, IU, recibía las quejas de
distintas personas que mostraban su indignación por entender que habían sido
perjudicadas en los criterios selectivos.
Y no sólo escuchaba
su protesta sino que comprobaba una y otra vez que las anomalías que me
denunciaban coincidían con los días en que no pude acudir a la selección (eso
se arregla metiendo en el Ayuntamiento mas concejalas y concejales de IU).
A todo esto se celebran oposiciones para
obtener plaza definitiva en el Ayuntamiento en distintos puestos de trabajo.
En esos tribunales
no tiene derecho a estar Izquierda Unida.
Para sorpresa mía
también recibo quejas de distintas personas. Ante esta situación considero mi
deber contar a la sociedad cómo está el panorama (se hizo en rueda de prensa y
en escrito) y que IU presente un proyecto para la selección de personal en
todas sus versiones (contratos y oposiciones).
Así se hizo, al tiempo
que trato de recabar datos que me permitan satisfacer a quienes a mí se
dirigieron para, o bien hacerles ver que están equivocados y todo fue normal, o
bien darles la razón.
Debido a todo esto
algunas personas se han sentido ofendidas y he tenido que oír a un concejal
decir (me) "que si se dudaba de su honradez le daba una hostia a quien dudara";
he recibido un escrito del conjunto de tribunales en que tras no aportar lo que
pedía al alcalde dejan la puerta abierta a la presentación de una querella (contra
mí), y por ultimo (de momento) se me hace un requerimiento por parte del equipo
de gobierno (PSOE-CDS) para, a propuesta del alcalde, presentar una querella
criminal si no les concreto las circunstancias y detalles que permitan conocer
las irregularidades que el concejal de IU denuncia.
Se trata como se ve,
de meterme el miedo en el cuerpo.
Pero se ve que no
cuentan con el vinculo del concejal con su ciudad. Cuando acepte ir en las
listas de Izquierda Unida asumí muchas cosas; una de ellas, fundamental para mí,
es que asumía un duro compromiso con el conjunto de la sociedad a la que
prometía servir.
Un compromiso difícil
y duro, porque dura es nuestra línea política (la de IU), que pretende romper
los usos habituales en tantas cosas.
Un compromiso total,
porque puede que haya que sufrir daños al enfrentarse a poderes ocultos.
Todo ese compromiso
es incompatible con el miedo que me encantaría poder tener para replegarme en
casa o para hacer como que se hacen cosas sin hacer nada.
Cuando los ciudadanos/as
me buscan para explicar su problema podría quitármelos de encima, o decirles
que se equivocan, que todo va bien o engañarles según convenga.
Pero no es eso lo
que creo que le debo a la ciudad por haberme elegido, ni a IU por ponerme en su
equipo.
Así que, desde el
cimborrio de la catedral hasta la cueva del Torrao, desde La Hiniesta hasta el
Cristo de Morales, sepan todas y todos los que aquí viven que entre el
compromiso y el miedo, elijo el compromiso, y no porque sea un valiente, sino
porque me da más miedo defraudarles.
FRANCISCO
MOLINA. El Correo de Zamora. 1991. (*) Concejal por IU del Ayuntamiento de
Zamora
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