ENTIERROS GRATIS
Cuando había mili (servicio militar
obligatorio) se iba a ella a la fuerza; en consecuencia todo lo que
necesitabas, para matar bien o para morir por la patria, te lo daban gratis;
desde las botas hasta la gorra, e incluso el fusil (marca CETME).
Tomando
eso como punto de apoyo, e incluso el sentido común, las gentes quieren que los
libros de las etapas que corresponden a los estudios obligatorios (o sea,
forzosos) sean también gratuitos. En principio nada que objetar.
Como
tampoco creo que ustedes tengan nada que objetar a lo que sigue. Hace pocas
semanas el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una ordenanza por la cual se
va a permitir ir desnudo o desnuda por la ciudad. Sospecho que es que antes
estaba prohibido ir de esa guisa. Incluso deduzco que en Zamora, sin ir más
lejos, tal vez esté también prohibido el
ir “a lo natural”. O dicho de otra manera, parece casi seguro que en Zamora es
obligatorio ir vestido por la calle.
Mas
entonces digo yo ¿Por qué no pedimos que el Estado o al menos el Ayuntamiento,
que es quien prohíbe, nos pague la
ropa?. No, no sonrían, y menos se les ocurra reír la ocurrencia, porque es el mismo razonamiento de que los libros sean gratis.
A
continuación con lo inteligentes que son los lectores de LA OPINIÓN-EL CORREO
DE ZAMORA, ya ven que voy a acabar proponiendo, por lo mismo de lo mismo, que
los entierros sean gratuitos. En efecto, acaso no está prohibido “quedarte sin
enterrar”; pues que nos paguen el entierro.
No,
no es distinto esto de que te paguen la ropa, ya que es obligatorio ir
vestidos; ni es distinto el que te paguen el entierro o al menos que te regalen
las coronas, mientras siga siendo el santo entierro también forzoso; todo eso
no es diferente del caso de querer
gratis los libros de texto por ser los estudios forzosos.
De
hecho a los indigentes el Estado los entierra gratis; es como si les diera una
beca para la sepultura (ahora ya se dan a los alumnos no pudientes becas para
libros); e incluso Cáritas, al pobre de
solemnidad le da ropa usada pero digna
“para que cumpla lo de no ir desnudo por la calle”, que también se la da en
verano (también hay escuelas donde tienen bibliotecas de aula, en realidad
“libros usados de texto” que se pasan de curso en curso a los nuevos usuarios ).
El
problema está en cómo casar “obligatoriedad con gratuidad”. Y la solución del
problema está en la fórmula que aplicaban en la mili. Te daban todo pero
cubriendo los mínimos solamente. Es decir, no te vestían de mariscal, ni con
chirukas de combate, ni gorra de almirante. Tela somera y resistente, e ibas
que chutabas. Incluso el mencionado CETME, a pesar de que lo tenias que dejar
allí no era un kalasnikov o el último invento en armas de fuego. Ni siquiera te
daban bayoneta para pelar las manzanas del rancho.
Pues
lo mismo hay que hacer con los libros de texto. No puede ser que porque vayan a
ser gratuitos los que se forren sean las editoriales a costa del tesoro
público. La inmensa mayoría no sólo son pesados (que además pesan) sino que se
inflan y adornan con la intencionalidad
de justificar unos precios excesivos. Para que los libros sean sensatamente
gratis habría que establecer a cómo saldría de fábrica un libro normal que se
limitara a contar lo que tiene que aprender el alumno . Ese sería el precio que
pagaría el estado, dándole el vale a la familia según el número que precise. Lo
demás es subvencionar lujos que encima no sirven para nada al pueblo.
Todo
lo demás es como si pedimos, puesto que es obligatorio ir vestido, que el
Estado nos vista de “Armani” o de “Dolche Galbana”, y que además, dado
que no podemos quedar sin enterrar, nos
financien un funeral por todo lo alto cual
Entierro de la Sardina. Aunque pensándolo bien ¡menudo programa electoral!.
PACO MOLINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario