sábado, 14 de septiembre de 2013

SOLIDARIDAD CONTRA JUSTICIA SOCIAL



SOLIDARIDAD CONTRA JUSTICIA SOCIAL


Con motivo el accidente ferroviario en las cercanías de Santiago de Compostela se ensalzó desde el poder la gran solidaridad mostrada por las gentes. De igual manera, por coger un ejemplo cercano, se alabó la solidaridad mostrada por los campesinos respecto a sus homólogos de Villardiegua de la Ribera y Villadepera.


Así mismo ha empezado un programa en la 1 de TV que al parecer pretende hacer ver que gracias a la ayuda mutua del pueblo se pueden resolver casos angustiosos aparecidos por falta de dinero. Todo en línea con aquel programa de radio, en plena dictadura franquista, llamado “Ustedes son Formidables”.


En efecto, el género humano es formidable. O bien por ser  homo  y sapiens, o bien porque aprendió de la vida, el caso es que  las personas  son ya de natural solidarias (“hoy por ti mañana por mi”).


Y  bendita sea la Solidaridad. Pero…


Ojo con la solidaridad como alternativa  a la Justicia Social. Porque da la impresión de que la Clase Rica quiere que los problemas de la Clase Trabajadora los arreglen estos entre sí, a base de solidaridad de  obrero con obrero y ellos quedarse al margen de sus obligaciones ( de su obligación de ser solidarios)..


Cuando vivíamos en tribus la Solidaridad era espontanea y obligatoria a la vez. Nadie podía escaquearse de ayudar al grupo y por tanto a quien lo necesitara del mismo. Y cada cual ayudaba, como es lógico, con lo que le sobraba.


De la misma manera que estos días la gente a la que le sobran libros de texto los regala para que quienes no puedan comprarlos dispongan de ellos, antiguamente, si algún miembro de la tribu, por enfermedad no podía cazar o cosechar, sus vecinos le daban la comida que les sobraba.


Se dice esto para que meditemos sobre algo que parece olvidarse. Aquella solidaridad se desarrolló de tal manera y con tal sabiduría, que nacieron los impuestos. Es con el pago de tributos cómo cada ciudadano entrega un trozo de solidaridad al grupo.


Y es evidente que la solidaridad debe ser directamente proporcional al poderío económico del sujeto paciente del impuesto.  Nacieron así los impuestos directos y progresivos. Quien gana un millón de euros al año debe pagar (ser más solidario) que quien solo percibe 20.000 € como entiende cualquiera.


Dicho lo cual debe quedar claro que bien venida sea la Solidaridad a la que mueve el Corazón, pero no permitamos que esta desplace a la que es, o debe ser, obligatoria, la de los impuestos a los ricos.


Por ejemplo, de la  crisis no se va a salir si no se pasa dinero de las Clases Ricas a las Trabajadoras , y ese dinero sólo se puede obtener vía impuestos fuertes a los poderoso, para dárselo a quienes menos tienen (pensionistas, parados, becarios, etc) de lo contrario el cuerpo social sufrirá un colapso por falta de consumo de básico, ese que equivale al trueque.


Nada de apadrinar universitarios, apadrinemos  un rico poniéndole un Inspector de Hacienda en el cogote.  Además los poderosos nos lo agradecerán que no en vano dicen que todo lo hacen por nuestro bien. Pues que sean solidarios a base de Justicia Social.


Paco Molina- 12 de Septiembre del 2013. Zamora

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