TENER DINERO ES UN
DERECHO
Cuando el “homo tontus”
pasó a ser “homo sapiens”, el primer acto de sabiduría que tuvo fue
ponerse a vivir con otros para resolver los problemas que tenían en común.
Estos eran sólo dos: querer vivir mucho y sano (cosa que no necesita
mayor explicación), y querer gozar mucho y variado (lo que teniendo en cuenta
que no existía la opera, se circunscribía únicamente a hacer “cochinadas”).
Había nacido la tribu comunista (resolvían en común los
problemas que tenían en común usando el sentido común).
Pero eso de querer vivir mucho y sano es lo que obliga al
ser humano a trabajar, que si no, ¿para qué?. Había que trabajar para conseguir
el pan nuestro de cada día, la choza nuestra de toda la vida, y el fuego
caliente de cada noche. (Alimentos, vivienda y energía).
El trabajo era obligatorio, un deber, aunque compatible con
la más pura lógica y así había sectores de la sociedad que vivían tan bien como
todos sin tener que trabajar: las embarazadas, los niños, los enfermos y los
mayores.
Los que trabajaban lo hacían con alegría porque su
organización social era buena y solidaria, pero aún así celebraron con gran regocijo
la invención de la rueda (y otras cosas) porque cada invento suponía que todos
iban a trabajar menos. Eran sapiens.
A nadie se le ocurría presumir de inventar puestos de
trabajo, salvo al tonto de la tribu, porque trabajando todos y viviendo bien
todos, téngase en cuenta que el trabajo se repartía, pues cuánto menos fuera el
imprescindible, mejor, a menos tareas tocaban.
En esto surgió el dinero. Un buen invento para facilitar el
trueque, e incluso para trabajar menos todos evitando desplazamientos, siempre
pesados y peligrosos.
Pero en cuanto se inventó la propiedad privada y se produjo
la acumulación de capital, todo empezó a degenerar. Y así hoy vivimos en una
sociedad basada en continuas mentiras. Siendo una de las más dañinas el
habernos hecho creer que para vivir hay que tener un trabajo.
Eso es falso, en esta sociedad capitalista para poder vivir
sólo hace falta tener dinero. Si, y no se asombre usted, basta con tener dinero
y ya se puede vivir, y no estamos pensando sólo en el Rey y otros ricos. Mire
usted, los niños no trabajan, y viven, los jubilados no trabajan y viven, etc.
¿por qué?¿ porque tienen dinero.
Otra cosa, y perniciosa, es que se ha ligado el concepto de
trabajo al de poder vivir, hasta el punto de que la gente con tal de tener
trabajo prefiere que haya fábricas de armas, ejércitos, e incluso reclaman que
en su pueblo pongan un cementerio radioactivo. Es tal la locura que los
periódicos anuncian como gran y grata noticia la creación de puestos de
trabajo, etc.
La degeneración mental es tal que se ve con buenos ojos que
el trabajo haya pasado de ser un deber a ser un derecho. Sin caer en la cuenta que ese presunto
derecho, como la vivienda-otro derecho- se adquiere en el mercado, en este caso
en el mercado laboral.
Y a él va el “homo atontatus” a buscar su derecho, su
trabajo, y como quien compra tu trabajo es otro humano, para conseguir un
trabajo tienes que vender tu producto (el cirujano se capacidad de operar; el
campesino, su capacidad de hacer producir la tierra, etc) más barato que el del
otro humano que vive a tu lado. Con lo cual se trabaja cada vez por menos
dinero.
El círculo es infernal, lo llaman competitividad, y mientras
unos viven con lo único que hace falta para vivir actualmente, dinero, otros sacralizan el trabajo asumiendo
que no se puede vivir sin trabajo.
Mentira, si tienes dinero puedes vivir sin trabajo. Otra
cosa es que normalmente no hay mejor manera de tener dinero que trabajando.
Pero quede claro, el trabajo lo único que tiene de bueno es que proporciona
dinero.
Porque trabajo es sinónimo de poder tener dinero. Tanto es
así que los que defienden los mini-jobs o “trabajos limosna”, dicen a quien les
lleva la contrária : “Pregúntale a un parado sin prestaciones, si prefiere un trabajo aunque sea por 400 € o
nada?”
Y llegados aquí, discurramos juntos amable lector. Si el
tener un trabajo es un derecho, y el trabajo es dinero, lo que es un derecho es
el derecho a tener dinero para vivir. Con todo lo que supone subliminalmente de
exaltación de la delincuencia, pues un trabajo no se puede robar pero el dinero
si.
Y por eso algunos dicen que “ya se ve la luz al final del
túnel”, para engañarte, cuando si no se
reparte el dinero y el trabajo, “lo que se ve arriba es la luz de la boca del
pozo al que nos han tirado”.
PACO MOLINA
Zamora-18 de Septiembre del 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario