CARRERA
POLÍTICA
Sin duda, en esta
época del año, cientos de zamoranas y zamoranos, meditan sobre qué carrera
hacer para ganarse la vida.
Para ayudarles,
tanto la Dirección Provincial de Educación como las Universidades editan folletos
y hasta libros, donde se cuenta a los dubitantes, los ciclos de FP que se pueden
cursar, los estudios que se pueden emprender, e incluso, las salidas de esas
opciones.
Las
"salidas", ya sabes, son las posibilidades de encontrar trabajo que
existen para cada profesión, y no el nombre de una peña Festiva del Barrio
Chino como creen los ignorantes.
Pues bien, ante todo
este panorama, y sin otro interés que el de ayudar a la sociedad, aporto, con
la colaboración inestimable de LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA, mi trabajo,
fruto del estudio y la experiencia, para que se incorpore, si no a esos documentos
oficiales de información, si al menos al saber popular, lo siguiente:
Para ganarse la vida
hay una posibilidad, nada despreciable, de nuevos estudios, ¡la carrera política!
(Sin nada que ver con la carrera de políticas).
Para cursar ésta, la
"carrera política", lo primero que hay que saber es que no hacen falta estudios previos (aunque
de tenerlos, ayuda, lo mismo que ayuda leer el periódico).
También hay que saber
que cualquier edad es buena para emprender la aventura. Lo segundo es que,
cuanto antes debes afiliarte a un partido político.
Preferentemente
grande, salvo que seas tonto y pienses que en uno pequeño vas a poder sacar
tajada.
Téngase en cuenta
que hablamos de carreras políticas solventes y con futuro y no de chapuzas.
El tercer paso, o
curso de la carrera, es el más difícil. Se trata de ver cómo escalar dentro del
grupo. La dificultad es obvia, ya que al estar todos a lo mismo la competencia
se acrecienta.
Sin embargo, esta
dificultad tiene la ventaja de que no exige esfuerzo y si paciencia. Déjate
arrastrar por la corriente de la mayoría, y cuando te canses de flotar, ponte a
secar al sol que mas calienta.
La disponibilidad
ante los jefes debe ser absoluta.
El cuarto de carrera
esta chupao. Ya te han puesto en una lista y hay que hablar para ganar las
elecciones. Sencillo, di lo que digan todos. Los de tu partido y los de los
otros. Todos dirán ]o mismo.
Con esa técnica, si el resultado es malo tú
eres inocente, y si es bueno te encargarás de atribuírtelo.
Ya estás en quinto
de carrera. Has entrado en las instituciones. Ahora empieza el momio. Os vais a
repartir el pastel de la institución de turno, entre los tuyos y los del equipo
contrario.
Pero no te asustes:
no hay problema.
Ambos queréis lo
mismo. Cuanto más pastel mejor, por lo que sin poneros de acuerdo estaréis de
acuerdo.
Seréis como dos
enamorados, bastará con que os miréis a los ojos, y sabréis lo que queréis.
Queréis que haya
muchos liberados. Queréis que haya mucho personal de confianza (contratado a
dedo a cargo del erario público). Queréis que haya muchas comisiones de trabajo
y con muchos miembros cada una, y en las que haya el mayor número de miembros
de los tuyos, que no en vano las asistencias son pagadas y ahí hay pasta.
Ya no hablamos de
bicocas y bicoquillas que completan el sobresueldo.
Y hablando de
sueldos, apoya cualquier subida.
Nunca te metas con
el partido que gana en estos repartos. Algún día puedes ganar tú.
Y si alguna vez
tienes que usar tu voto contra un partido pequeño para disputarle 110 pesetas
al año, aunque ese partido pueda ser el que necesites para gobernar el día de
mañana, no lo dudes, vota contra el pequeño que cuanto más tarde en crecer
mejor.
Esto último ocurrió
en la bonita Zamora, en su Diputación Provincial en el año 2003.
Desde entonces esta
táctica, nueva, se ha incorporado a los conocimientos básicos de toda carrera
política que se precie.
No hay que olvidar
que esta es una ciencia experimental.
¿Te ha gustado? Pues
anímate, que esta carrera aunque no tiene buena fama es fácil.
Y recuerda su
primera lección: El gato araña y el político amaña.
FRANCISCO MOLINA: IMPERECEDERO
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