lunes, 7 de diciembre de 2015

CLASES DE VOTOS

CLASES  DE  VOTOS

En esta democracia interruptus (vota hoy pero no controles mañana) a la cual pretenden limitar los derechos ciudadanos los partidos del Birrepartidismo; como resulta que solo se puede decir "esta boca es mía" cada cuatro añs, mediante una papeleta de voto, lo que hay que hacer a la hora de elegir se convierte en un acto más trascendente de lo que por sí ya es.

(En realidad, si la gente participase mas en las cuestiones que le afectan menos pelo le tomarían).

Así las cosas hay que hilar muy fino para que el propio voto no le de a uno en las narices.

Por eso, tal vez sea recomendable recordar que se han de considerar como cosas que hay que tener en consideración tres cuestiones:

Las personas, el programa y el grupo.

Las personas.-

Deben inspirar confianza. Deben de haber demostrado que son gentes volcadas en el trabajo en favor de la ciudad. No han de tener "segundos intereses", ni experiencia negativa (antecedentes). Que normalmente luchen por lo que el ciudadano/a lucha.

Que tengan capacidad de discutir, de fuerza de voluntad, de coraje.

Con un pasado limpio de abusos de poder y que no solo no hayan "chupado del bote" sino que propongan normas para evitar las tentaciones.

El programa.-

Aunque ya nadie se los crea, son necesarios y mas si en él va lo que Zamora necesita.

Tiene que ser abierto, participativo y transformable (así por ejemplo, se pueden incorporar a él propuestas tan buenas como las de los alumnos del "Claudio Moyano" que han llegado a hacer algo en algunos aspectos mejor que el propio programa de IU).

Ha de ser creíble, además.

El grupo.-

Ha de tener una trayectoria de servicio a los que menos tienen. Ha de evitar —con normas internas y externas—las tentaciones de "sus cargos electos".

Ha de ser, o un recuerdo de buena gestión o un viento de esperanza.

Ha de ser profundamente democrático, valiente y utópico.

Juzgando esos tres factores y sopesándolos, la elección puede ser más acertada, pero al final sin embargo, siempre hay estas clases de votos:

El voto tradicionalista:

Lo emite quien siempre vota  a los mismos, lo hagan bien o mal.

El voto pendulón:

Vota a los A. Como lo hacen mal, luego vota a los B. Como lo hacen mal, vota a A, como lo hacen mal..., y así por los siglos de los siglos, amen.

El voto cariñosón:

Vota al mejor programa creyéndose todo lo que le promete el grupo que le cae bien.

El voto listorro:

No vota porque a él no le toma nadie el pelo (luego se queja de que todos los políticos van a lo mismo y brama por las faenas que le hacen).

El voto competitivo:

Vota a unos porque odia a otros y hay que fastidiarles.

El voto consecuente.

Como todos los políticos son iguales, vota por sorteo.

El voto ciudadano:

Estudia personas/ programas/ grupo y juzga en términos de raciocinio.

PD. El carácter participativo del proyecto de trabajo de IU permite, con alegría, incorporar propuestas como la de los alumnos del Instituto Claudio Moyano a las tareas a realizar: porque la tarea es común y las soluciones serán mejor cuantos más estén por la labor. Bravo por ello.


FRANCISCO MOLINA. Publicado en 1991 en El Correo de Zamora y en La Opinión de Zamora. Imperecedero

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