miércoles, 2 de diciembre de 2015

DESEO

DESEO

Esperemos que en el 2003 lo malo salga al revés o que lo bueno surja cada "dos por tres".

Pero como esto de los deseos de bienestar para cada año entrante son fantasías,  casi sexuales por lo exageradas,  vamos a centrar "la acción" de nuestra varita mágica en subrayar un problema que ustedes verán si se le está dando la categoría que merece.

 Al acabar el año y contarnos los medios de comunicación cuales han sido las cifras de los acontecimientos, se descubre lo siguiente, ETA en el 2002 mató a 5 personas mientras que la violencia domestica (o sea, los machos a "sus hembras”) asesinaron a 52.

Y en el año anterior  las cosas habían sido así, ETA mató a 21 y los maridos despechados de turno a 42.

 Ante esto cabe  preguntarse por qué, siendo en ambos asuntos de suma gravedad, sólo se nos presenta el de la violencia de la banda terrorista como el verdaderamente preocupante,

Formulada la pregunta veamos si la que sigue puede ser la respuesta correcta.

Al parecer hay un libro sobre el problema del País Vasco que se titula "El árbol y las nueces".

Aunque no leído, por reseñas de él se sabe que viene a decir que ETA con sus crímenes es como si moviera el árbol, y el PNV se limitara a coger los frutos que caen., aprovechándose así, con cara de bueno, para hacer cosecha a costa del malo,  con lo cual nunca querrá que realmente desaparezca del panorama político quien le da ventajas indirectas.

Bueno, pues si se fijan, con esto de la violencia domestica se podría escribir un libro titulado "Nueces de miel".

En ese libro se defendería la tesis, parecida a la del otro libro, de que la razón por la que no se afronta el tema de la violencia domestica a fondo y con ánimo de erradicarla es la misma por la que el PNV no tendría interés en acabar del todo con ETA.

Sólo que aquí, quien no tiene interés en acabar con los asesinatos de los ex (ex maridos, o ex novios o ex amantes) son los machos de la especie, pues así, cada vez que hay un crimen, trás repudiarlo e incluso sinceramente rechazarlo, lo cierto es que se recoge la cosecha de nueces, pues las mujeres no son tontas y saben que se trata en definitiva, para no sufrir violencia, de obedecer.

Por supuesto que la violencia domestica no se limita sólo al asesinato.

Si así fuera, con ser gravísimo, no sería un problema social insoportable.

Lo dramático del asunto es que esa violencia abarca desde el peor de los crímenes hasta la más sutil pérdida de libertad hasta para dar su opinión, de tantísimas mujeres "enamoradas" del carcelero de sus vidas.

Puede servir de prueba a favor de lo dicho (que los machos no quieren resolver el asunto de la violencia domestica porque ella es un mensaje para su "amorcito" del tipo de "cuando las barbas de tu vecina veas pelar pon las tuyas a remojar") pues, puede servir decimos, para avalar esta tesis el que no se quiere ver lo evidente, que el asesino de "su" pareja es un asesino suicida (aunque no se suicide) porque le da lo mismo lo que sea de él

Corrobora esto lo que decía, hace pocas fechas en LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA, alguien que creo era una agente de policía y psicóloga o algo así, y que defendía, sorprendentemente, una tesis totalmente machista.

Que quienes matan a sus parejas no son suicidas, que son unos seres malos, perversos, fríos y calculadores.

Es decir, si eso fuera así, resultaría que el problema de la muerta es que en la ruleta matrimonial le tocó, sin saberlo, un malvado, pero que salvo cuando hay asesinato domestico, las mujeres viven en el mejor de los mundos y por supuesto son libres como sus "machotes".

El problema etarra se resolverá porque no son asesinos suicidas. o mientras no lo sean.

El problema de Palestina as más grave que el del País Vasco, no porque las condiciones sean objetivamente diferentes, que lo son, sino porque allí los comandos son suicidas.

Y en la violencia doméstica, mientras no se repare en este asunto y se acepte, no hay nada que hacer solo con medidas jurídicas.

La solución pasa por aceptar que hay un problema social grave, que el Pensamiento Único prefiere no resolver para que los machos recojamos las nueces del árbol que mueven "aquellos a los que se les tilde de casos aislados de malvados”.

Que en todo caso se logre acabar con la atroz violencia en el hogar


FRANCISCO MOLINA

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