miércoles, 2 de diciembre de 2015

MANIFESTACIONES

MANIFESTACIONES

El bueno de Carlos Marx dijo:

“¿Tienen derecho los trabajadores a ganar más a cambio de lo que producen?

Indudablemente si, es la respuesta, —y siguió—¿tienen derecho los empresarios a aumentar sus beneficios por el dinero que arriesgan?

Pues claro, es la respuesta correcta.

Entonces —prosiguió el marxista—¿qué pasa cuando chocan dos derechos contrapuestos (es evidente que si se respeta uno, no se respeta el otro), pues cuando son incompatibles, lo que pasa es que se impone el del más fuerte".

Y en esas andamos.

¡Hombre!, no hay que ser Premio Nobel para reparar en que en estos días en que nos encontramos, el derecho que se ha impuesto es el de los que poseen el capital, el capital que permite comprar la fabrica, generar el producto y contratar trabajadores.

Y ¿Por qué? cabría preguntarse.

Pues, no porque sea lo mejor, sino porque hasta ahora han tenido más fuerza los unos que los otros.

Los obreros están perdiendo la batalla de la historia en estos tiempos que corren, porque tienen menos fuerza que los patronos.

Y es lógico, porque al ser más fuerte, el capitoste, la fuerza del trabajador sólo puede salir de la unión, cuestión que no se está dando ni por asomo.

Pongamos por caso las manifestaciones de los primeros de mayo.

Bastaba con que todo aquel que viviera de su salario acudiera a la convocatoria anual, y si salieran a la calle muchedumbres gigantescas seguro que las CEOE tomarían nota y negociarían los convenios colectivos con menos humos.

Eso por no hablar de los partidos, que se tentarían mucho los machos antes de poner en marcha medidas contra esa masa trabajadora.

Pero corren malos tiempos para la clase obrera, que ya ni son objetivo 1 para el Poder, salvo para exprimirles mas y mas.

Y no es de extrañar, pues, volviendo al tipo de manifestación del 1º de Mayo, nos encontramos con algo que se hace prácticamente como una rutina más de la burocracia sindical, que cumple por tradición más que por convicción: como se ye por los eslóganes, cada vez más sofisticados.

Claro que esto no significa echarle la culpa a los currantes, que ellos hacen bien haciendo lo que hacen: dado que oyen cosas contradictorias.

Pongamos por caso lo de Europa. Resulta que las centrales sindicales gordas les animan a que voten la constitución europea, y luego —ellas mismas— se quejan de que, los que tenían que ser beneficiarios de las ayudas, los que viven de su trabajo, se vean desamparados porque el parámetro de riqueza que define esa constitución, no es la persona, sino el territorio.

En Zamora el caso es más chocante aún. Los integrantes del último Plan de Choque, todos, pidieron el :

Si a definir la riqueza por regiones, y ahora "exigen" que a Zamora —una provincia— se la evalúe y considere Objetivo 1, a ella sola.

Pero ¿en qué quedamos?

Ante esos despropósitos, claro, el currante se va, piano, piano. mosqueando.

Eso por no hablar de la que le espera, porque en ese mismo rollo del si a Europa había "otros gatos encerrados".

Por ejemplo, les hicieron creer que el dinero europeo venia porque a los ricos les había picado el bicho de la solidaridad y regalaban los euros.

Ahora, desaparecen los fondos porque hay que preparar el mercado —autovías, trenes, etc.— en los nuevos países —10— ingresados, que son más pobres.

Traducido al castellano, aumentan los pedigüeños, disminuyen los fondos, y se quiere hacer crecer a los pueblos que van a seguir "dándoles el maná".

 Cuando lo cierto es que "cautivo y desarmado el ejército rojo en el mundo", nos van a poner firmes a todos.


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero

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