jueves, 3 de diciembre de 2015

FLORIÁN DO “CAMPUS”

FLORIÁN DO “CAMPUS”

En estos días la institución sufragada por la Diputación Provincial, y bien sufragada, el Instituto “Florián do Campo”, ha sacado su convocatoria de becas para el año correspondiente.

Pues bien, se le invita desde aquí a que, lo mismo que financia trabajos sobre la araña peluda de los Arribes, debería sacar a concurso el que alguien se dedique a investigar y dejar escrito todo lo que realmente ocurrió en cuanto a la toma del ex cuartel para hacerlo campus universitario.

Y ello, desde los meses previos al asalto, hasta que fue desalojada la última Coordinadora -la Escuela de Sabiduría Popular- casi seis años después del primer aldabonazo popular.

Porque con motivo del 15 aniversario, y habiendo sido invitado a varios programas para hablar del asunto, comprobé cómo la cantidad de datos, matices y anécdotas son tan abundantes y chocantes que pronto el paso del tiempo las puede borrar, no siendo luego suficiente con las hemerotecas pues adolecen de limitaciones lógicas, dado que aquello fue una batalla política de primer orden.

Que no se tenga conocimiento de lo ocurrido en el Motín de la Trucha, es comprensible.

Aunque por culpa de eso, lo que fue una revuelta social de tomo y lomo, ahora nos la cuentan con un final en el que "unas hostias salen volando por un campanario".

Pero que en el futuro, por la desidia de las instituciones, pueda ocurrir que se tergiverse la verdad hasta el punto de que, a tan pocos años del aniversario, los que pusieron todas las zancadillas habidas y por haber, se atrevan a afirmar que "escogieron bailar con la más fea" y optaron por negociar, vuelve a ser otro final de la hostia.

Y hablando del campus, y el miedo lógico a que por culpa de las remodelaciones deje de ir bien, conviene empezar la nueva lucha cargándonos un mito.

Dicho mito es la célebre frase: “De que es lógico que en una misma región y una misma Universidad, no se oferten  los mismos estudios en más de un sitio".

Pues bien, eso que hasta ahora era coherente, con la remodelación deja de serlo por lo que sigue:

En la actualidad hay gran cantidad de títulos, a elegir entre un número de alumnos limitado, y por eso, no parecía sensato que si en 9 provincias había 9 titulaciones con, pongamos por caso, 1.000 alumnos cada una, fuera a ocurrir que alguna de esas titulaciones fuera idéntica en dos o más localidades, por eso de que no sería "rentable- (pues en el mejor de los casos acabaría con 500 alumnos en cada una).

Pero ahora el problema no va a tener el mismo planteamiento. Veamos. Sigamos suponiendo que sigue habiendo en total 9.000 alumnos. Supongamos, también, que ya se han "fundido titulaciones", que de eso se trata en la reforma.

 Y pensemos que ahora quedan sólo 3 títulos donde antes había 9 distintos.

Entonces tendremos tres facultades sólo, con 3.000 alumnos cada una.

Con lo que: Primero, si se mantiene la tesis de no repetir "títulos" únicamente 3 provincias seguirían con estudios universitarios.
Segundo, además, cada una, que sólo tenía 1.000 alumnos, pasaría a tener 3.000.

Luego señoras y señores, se acabo ese supuesto razonamiento lógico, y ahora hay que aplicar el político.

La venta de títulos, ya que no es fácil vender longanizas, es un medio de equilibrar la economía de las provincias pobres.

Por tanto: Uno, el reparto de titulaciones debe permitir poder repetir la oferta académica.

Dos, debe hacerse con criterios de compensación territorial.

Tres, a Zamora el número de titulaciones debe garantizarle, real-mente, un número de cursos y un número de alumnos como hay ahora e incluso mayor, hasta los 2.500 en la Politécnica (más de tres mil entre todos los estudios).

Cuarto: Para que haya un final feliz, la Junta "o es hada madrina o madrastra de Zamora".


FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Finales del siglo XX

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