GUERRA
Y PAZ
Toda guerra entre
naciones consiste en lo siguiente: Supongamos, para empezar, que los dos
estados se llaman: “Mi Patria Querida" y "Mi Amadísima Patria".
Entonces, los
poderosos de uno de ellos empiezan a llevarse mal con los ricos del otro por un
"quítame allá esas ganancias".
Ante eso, los
mandatarios del país que se cree más fuerte, consultan, a su Estado Mayor, si
ganarían la guerra.
Respuesta: "Por
supuesto, Excelencia".
Así mismo, los
mandamases que reciben la amenaza, tras preguntar a sus Generales si están en
condiciones de detener la agresión del enemigo, reciben indubitablemente la
misma respuesta:
"Por supuesto
Excelencia".
¡Estalla la guerra!
Conviene tener
presente que los primeros que están dispuestos a morir por su patria son los
ricos y poderosos de la misma.
Y así lo harían, si
no fuera por su alto concepto de la responsabilidad.
Porque ¿En qué estado
quedaría el Estado si ellos desaparecieran, siendo, como son, los mejores
individuos del mismo?
Así que, como es
mejor para todos, envían a morir al campo de batalla a los pringaos de sus
compatriotas, quedándose ellos en retaguardia.
Los soldados son quienes
para ganarse un jornal han "elegido
libremente" jugarse la vida por la patria.
O sea son
trabajadores de tomo y lomo. Eso cuando no son soldados forzosos.
Como ambas
circunstancias son iguales en cualquier guerra, estas siempre acaban:
Con el
enriquecimiento de los ricos de la patria que gana. La pérdida de vidas del
ejercito vencedor, que no hay victoria sin sacrificio. El no empobrecimiento de
los ricachones del país que pierde, unido, para más "INRI", a la miseria,
sufrimiento y muerte de las gentes del pueblo del país derrotado.
Resumiendo: Toda
guerra que se precie acaba con que los ricos de ambos bandos nunca pierden,
mientras, que los trabajadores de las dos patrias siempre pierden.
Analizada una guerra
veamos para asombro general que la paz es exactamente igual, aunque sin sangre.
Se habla de la paz
del sistema capitalista, es decir de ese que afirma que quién crea riqueza es
el Capital y por tanto hay que ayudar al capital, con el dinero de todos, ¡para
que invierta!
Estudiemos la paz, a
raíz del caso de la difunta azucarera de Benavente.
Resulta que los ricos y
poderosos (resumiendo, los capitalistas) del mundo azucarero alimenticio, han
decidido vender más que otros emporios o empresas azucareras alimenticias. ¡Ha
estallado la competitividad!
Naturalmente para
vender más que el enemigo, perdón, que el leal competidor hay que cobrar menos.
Para poder cobrar
menos el producto ha de ser mas barato. Y para que el producto sea más barato ¡sobran
obreros !
O sea, la paz en el
mundo del Capital, consiste en que la empresa o razón social "Empleadores Desinteresados”
esté continuamente en lucha, perdón otra vez, quería decir en competitividad
con la empresa llamada "Creo Riqueza Sin Parar".
No se rían de los
nombres, que un preboste de Azucarera Ebro acaba de declarar que cierran las
fabricas por el bien de los trabajadores.
Y ¿quién declara que
dos empresas deban llegar a extremos de competitividad? Pues los dueños de
ambas.
Y ¿quiénes son las
victimas? Los capitostes no, ni hablar, porque para eso se invento la fusión de
empresas o sea que en el último momento, fusión y salvación de los mayores accionistas
de la empresa perdedora.
No, las víctimas son
las mismas que en una guerra vulgar ¡Los trabajadores!
Los pueblos siempre
son carne de cañón o carne de paro. Y eso por decisión de otros. Y a esto
llamamos libertad.
FRANCISCO
MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero
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