viernes, 4 de diciembre de 2015

GUERRA Y PAZ

GUERRA Y PAZ

Toda guerra entre naciones consiste en lo siguiente: Supongamos, para empezar, que los dos estados se llaman: “Mi Patria Querida" y "Mi Amadísima Patria".

Entonces, los poderosos de uno de ellos empiezan a llevarse mal con los ricos del otro por un "quítame allá esas ganancias".

Ante eso, los mandatarios del país que se cree más fuerte, consultan, a su Estado Mayor, si ganarían la guerra.

Respuesta: "Por supuesto, Excelencia".

Así mismo, los mandamases que reciben la amenaza, tras preguntar a sus Generales si están en condiciones de detener la agresión del enemigo, reciben indubitablemente la misma respuesta:

"Por supuesto Excelencia".

¡Estalla la guerra!

Conviene tener presente que los primeros que están dispuestos a morir por su patria son los ricos y poderosos de la misma.

Y así lo harían, si no fuera por su alto concepto de la responsabilidad. 

Porque ¿En qué estado quedaría el Estado si ellos desaparecieran, siendo, como son, los mejores individuos del mismo?

Así que, como es mejor para todos, envían a morir al campo de batalla a los pringaos de sus compatriotas, quedándose ellos en retaguardia.

Los soldados son quienes para ganarse un jornal han "elegido   libremente" jugarse la vida por la patria.

O sea son trabajadores de tomo y lomo. Eso cuando no son soldados forzosos.

Como ambas circunstancias son iguales en cualquier guerra, estas siempre acaban:

Con el enriquecimiento de los ricos de la patria que gana. La pérdida de vidas del ejercito vencedor, que no hay victoria sin sacrificio. El no empobrecimiento de los ricachones del país que pierde, unido, para más "INRI", a la miseria, sufrimiento y muerte de las gentes del pueblo del país derrotado.

Resumiendo: Toda guerra que se precie acaba con que los ricos de ambos bandos nunca pierden, mientras, que los trabajadores de las dos patrias siempre pierden.

Analizada una guerra veamos para asombro general que la paz es exactamente igual, aunque sin sangre.

Se habla de la paz del sistema capitalista, es decir de ese que afirma que quién crea riqueza es el Capital y por tanto hay que ayudar al capital, con el dinero de todos, ¡para que invierta!

Estudiemos la paz, a raíz del caso de la difunta azucarera de Benavente. 

Resulta que los ricos y poderosos (resumiendo, los capitalistas) del mundo azucarero alimenticio, han decidido vender más que otros emporios o empresas azucareras alimenticias. ¡Ha estallado la competitividad!

Naturalmente para vender más que el enemigo, perdón, que el leal competidor hay que cobrar menos.

Para poder cobrar menos el producto ha de ser mas barato. Y para que el producto sea más barato ¡sobran obreros !

O sea, la paz en el mundo del Capital, consiste en que la empresa o razón social "Empleadores Desinteresados” esté continuamente en lucha, perdón otra vez, quería decir en competitividad con la empresa llamada "Creo Riqueza Sin Parar".

No se rían de los nombres, que un preboste de Azucarera Ebro acaba de declarar que cierran las fabricas por el bien de los trabajadores.

Y ¿quién declara que dos empresas deban llegar a extremos de competitividad? Pues los dueños de ambas.

Y ¿quiénes son las victimas? Los capitostes no, ni hablar, porque para eso se invento la fusión de empresas o sea que en el último momento, fusión y salvación de los mayores accionistas de la empresa perdedora.

No, las víctimas son las mismas que en una guerra vulgar ¡Los trabajadores!

Los pueblos siempre son carne de cañón o carne de paro. Y eso por decisión de otros. Y a esto llamamos libertad.

FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero



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