PAPANATISMO
Ateo perdido,
comparto lo de que “las religiones son el opio del pueblo” , y en ese sentido,
lo de estos días ha sido una sobredosis.
Como por otro lado
estamos en un centenario del Quijote pero siempre me cayó mejor Quevedo, vamos
con eso de "pues amarga la verdad, hay que echarla de la boca, y si al
alma su hiel toca, esconderla es necedad".
Recibí una sólida
formación religiosa durante el "nacional-catolicismo". (Convertido a
día de hoy en "internacional-vaticanismo").
En esa época,
Franco, nos quiso llevar a todos bajo palio desde la cuna a la mortaja, pasando
por la sacristía.
Por cierto, que el
derribo de sus estatuas no haga creer que fue el único malo de la película.
Naturalmente, no voy
a comentar nada como no creyente, pues acabaría en dos líneas con un:
"Pues si esto
ocurre sin haber Dios, qué sería de lo
contrario".
No, me voy a meter
en camisa de once varas, para invitar e incitar a pensar en lo que está pasando
y que nadie caiga, sin querer, en el papanatismo.
No es creíble que el
despliegue de medios televisivos se haya hecho para satisfacer las necesidades
de amplios sectores sociales, que veían al Papa fallecido como alguien increíblemente
excepcional.
Ocurre que este
pontificado, para los poderosos, ha sido una "bendición del cielo”.
Y por eso,
previamente, se dio orden de "fabricar" al héroe.
Pero si en vez de
"acabar con el comunismo", el representante de Dios en la Tierra,
hubiera intentado acabar con el capitalismo "otro gallo le cantara",
como a Cristo.
Porque si bien nadie
ha podido demostrar que Dios existe, si lo hizo Jesús el Galileo, y bien que le
dio el tío, a pesar de eso de "a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que
es del Cesar", al tema de la riqueza y la pobreza, que no en vano sacó del
templo a zurriagazos a los "mercaderes"; que no en vano soltó la burrada
de "que es más difícil que un rico entre en el Cielo, que un camello pase
por el ojo de una aguja", o lo de "bienaventurados los últimos que ellos
serán los primeros".
Pero de esto, el
Papa polaco poco, por eso, no sólo ha subido a la Gloria Celestial, sino que ya
en tierra ha sido elevado a los altares de un semidios, llegándose a oír a un
locutor, ("que no sabía lo que hacía" y por eso dijo la verdad) que
habíamos visto el entierro más grande de todos los tiempos (¿Y el que
representamos en la Semana de la Zamora Santa, fue ese menos importante? En
efecto, para el Poder, éste de Woitila es más rentable).
Me suena que los
servicios secretos del País de la Guerra -que envió tres presidentes "a
chupar rueda"- mataron a un obispo en Sudámerica.
Se había olvidado él
de pedir castidad, y decir que no a la guerra en abstracto, pero se había
puesto el bonete por montera para ayudar a los pobres.
Y hablando de
pobres, con 250 personas poseyendo el mismo dinero que 2.500 millones de seres
humanos, situación actual e indicador de una pobreza y miseria extrema, ¿qué látigo
habría cogido el Galileo para expulsar a esos gobernantes que fueron al entierro
y que no son otra cosa que los capataces de los ricachones, urbi et orbe, del
planeta?
¿O hubiera preferido
cargarse el propio templo, rebosante de un lujo al que renunciaron los apóstoles,
reverso vivo de la llamada Curia Cardenalicia?
Si tuvo que sacrificar
a su hijo para salvarnos, parece que poco ha conseguido.
Tal vez tenga que
enviar otro. Ahora quizás una hija. Y no es blasfemia; que si suena a burrada
es por el machismo imperante.
Se dice para poner
el dedo en otra llaga. Pues, ¿por qué la mujer sigue siendo tabú en la Iglesia?
A Cristo ninguna le
coronó de espinas, ninguna le azotó, ninguna le juzgó, ninguna le abandonó,
ninguna le traiciono.
En un valle de
lagrimas, ir en yate, es el pecado.
FRANCISCO
MOLINA. EN LA Opinión de Zamora. Imperecedero
No hay comentarios:
Publicar un comentario