domingo, 6 de diciembre de 2015

No a la guerra. Y…no Alá ¡Guerra!


No a la guerra. Y…no Alá ¡Guerra!

Las personas que están a favor de la guerra, o sea las que dicen que por si hay guerra lo mejor es que la empecemos nosotros, deben reconocer que si están a favor de esta postura (la de la Guerra Preventiva) es por los siguientes motivos.

Tienen el convencimiento de que la vamos a ganar.

Es decir que los ricos, Occidente, vamos a matar todo lo que sea necesario para imponer la paz, quitar una dictadura y quedarnos con el petróleo, aunque sea a través de empresas privadas interpuestas, que pondrán el precio que ellas quieran.

No cabe en ninguna cabeza que estos pacifistas, que para que no haya guerra la empezarían ya, mantuvieran las mismas ideas si por ejemplo, la ONU a la vuelta de unos años decidiera que todos los países deberían destruir sus armas nucleares, de destrucción masiva, químicas, biológicas e infernales, y que EE UU se negara a anular las suyas, lo mismo que no firmó tratados internacionales para respetar la naturaleza, etc.

En ese caso, sigamos imaginando, la ONU tal vez pondría un ultimatum sobre la mesa y si el Gobierno yanqui de turno no cumple, ¿Habría que atacar?.

 En efecto, los que ahora están "por la paz tras una guerra”, serían los primeros en decir que esa guerra contra Estados Unidos es un despropósito porque: ¡Nos podrían ganar!, nos podrían masacrar.

Luego es evidente que están por la guerra ahora porque piensan que es pan comido. Valientes como ellos solos.

Pero hay más, no son insensibles, y saben que no solo "ganaremos la guerra", sino que la ganaremos contra otra presunta civilización, no tan civilizada como la nuestra ; faltaría más!

Y que además los muertos serian muertos de otro color, por tanto lejanos.
No son partidarios del No a la Guerra, son amigos del No Alá, asi que ¡Guerra!

Esto de que los muertos no sean conocidos es muy eficaz para engañar a las masas. Por eso, si se fijan, las televisiones nos ponen imágenes de nuestros soldados despidiéndose de las familias con algún que otro lloriqueo.

Esas imágenes buscan que "nuestros soldaditos” den la impresión de que van a hacer un sacrificio, cuando la desproporción de medios y armas es tan abismal que si tenemos alguna baja, será por algún accidente pero no por el enemigo.

También pretenden las fotos sentimentales de ese tipo, que nos quedemos con los nuestros en el corazón y olvidemos que "los moros" posiblemente también se despidan, pero no los que se van a matar, de sus familias, sino unos y otros de este mundo.

No obstante el mero hecho de que se separen las familias que quieren estar juntas ya da una idea de lo salvaje que es una guerra hasta para los vencedores.

Cuanto más para los asesinados a granel, los presos, los niños huérfanos, las familias rotas, los lisiados, los desaparecidos de los vencidos.

Quieren engañar diciendo que la paz requiere previamente la seguridad.

Pero no hay nada más inseguro que generar odio. Y una guerra es un volcán de odio que producirá erupciones continuadas o esporádicas, pero siempre impensadas.

No se engañe nadie, las Torres Gemelas cayeron en EE UU y no en otro sitio, porque los Gobiernos de ese país son expertos en sembrar odios por todo el mundo a lo largo y ancho.

Empezaron masacrando a sus compatriotas apaches, pies negros. chirikouas, y no pueden parar para que no decaiga el negocio.

Hasta la pequeña isla de Granada invadieron no hace mucho porque ganó un partido político que no querían, aunque ganó democráticamente.

Soy ateo, pero yo les pregunto a los creyentes. ¿Qué les garantiza que el Dios verdadero es el suyo y no Alá, cuando resulta que si hubieran nacido allí  creerían en él y serían islamitas?

Y si Ala es el bueno ¿por qué no aceptamos que podemos nosotros ser los malos?

Buenos o malos, tengamos la fiesta en paz que es lo único seguro.

FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. Imperecedero

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