LA PLAZA DEL FRESCO
BANDO
Tal vez la Alcaldía debería
resucitar los bandos.
Los bandos tienen las virtudes de
las ordenanzas sin ser tan antipáticos como estas.
Y es que para empezar urge un
bando dirigido a los ciclistas.
La simpatía que despierte alguien
en bici está en que se le ve como el débil.
De hecho los carril-bici se hacen
para proteger a los usuarios de la bicicleta de los que usan y abusan del
coche.
Si el ciclista fuera de la misma
magnitud, o aproximada, al tamaño del coche no tendrían carril-bici como no lo
tienen las motos.
Pues bien, este razonamiento tan
sencillo deberían entenderlo los pedaleantes cuando el prójimo en vez de ser un
coche es un peatón.
Porque entre la bici en marcha y
el peatón paseando, hay una desproporción en contra del peatón similar a la del
ciclista respecto a un vehículo de motor.
Esa es la razón por la que se inventaron
las aceras, que son el carril-peatón de quienes van andando.
Y de la misma manera en que los
ciclistas pondrían el grito en el cielo si un coche se mete por el carril bici,
ellos deben de ser conscientes de que si van por las aceras o las calles
peatonales, no van en pie de igualdad con los paseantes, van por una deferencia
de estos y sin ningún derecho a
considerar el carril peatón como un carril bici.
Dícese esto porque algunos
usuarios de la bici, bien es verdad que en edad adolescente y por tanto
inconsciente, cuando pasean a pedal por las calles peatonales lo hacen a tal
velocidad y jugando al eslalom, que asustan, y un día la podemos tener.
Escrito en el año 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario