POESÍA
NAIF
En la Silla de la
Reina
Que nunca se peina
Te han peinado los
cabellos.
Sus dedos eran púas de ternura
Que estremecieron tu
nuca.
En la Silla de la
Reina
que nunca se peina
te has confiado a su amor ,
entregando el tuyo
entregando tu alma
sin miedos y sin
miedo,
aunque cerca,
y detrás de tu frágil cuello
y detrás de tu frágil cuello
estaba
la "puerta de
la traición".
En LA SILLA DE LA
REINA
que nunca se peina,
has reído con tu
hombre
(Ay amor de hombre!)
Cuando adolescente aún,
guaseó sobre el
lugar:
"A lo que se ve
no tenían
una cadera de tontas
las monarcas de la época
".
En LA SILLA DE LA
REINA
que ni es silla, ni
es de reina,
tú, que no eras ni aún
mujer
ni niña ya,
has esperado que Sol de tierra-abierta
se
escondiera,
tras el vede oscuro de Valorio
tras el vede oscuro de Valorio
para empezar a
contar.
Era esa época
en que al escondite jugabais
con luz y furtivamente;
y cuando el fuego
amarillo,
lejos de la taina,
se escondía,
tú contabas,
antes de salir a
buscar su resplandor,
“Uno, dos, tres,....”
Nunca pasabas de
veinte
y al resplandor
descubrías
quemando,
en la pasión de tus
labios.
Desde entonces siempre
tiemblas,
no lo olvidas,
con el sabor de los
besos.
En LA SILLA DE LA
REINA
que nunca; se peina
TE HAN DESPEINAD0 A
TI.
Paco
Molina. Esto parece describir algo que (me ) pasó jugando al escondite, en el lugar conocido como la
Silla de la Reina en Zamora (En San Martín de Abajo y por detrás de la Puerta
de la Traición). Puede tener medio siglo.
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