domingo, 26 de julio de 2015

JOSÉ ESTEBAN CORRAL. Jefe de Residencias

- JOSÉ ESTEBAN CORRAL

Alias “Pepe Esteban”. El Jefe de Residencias.

Educador educadísimo;  ha dejado escrito en los pasillos de la Uni su impronta tan especial y positiva.

Afable en el trato y con gran autoridad moral, tanta que podía en ocasiones parecer autoritario entre su tropa, es apreciado por todos.

El porte de Pepe Esteban ha tenido gran influencia en su vida, y tal vez por eso, siempre ha sido Director de Residencias, bueno y porque no sabía decir que no.

Él estaba en la Universidad Laboral de Alcalá de Henares, en la época roja o de la transición a la democracia, y era tan roja la era, que los alumnos jugaban al 15-M y policías, simulando manifestaciones con sus cargas y descargadas, en un juego premonición de los que le esperan a sus nietos como esto siga así.

Huyendo de la quema o por ese entrenamiento sobre “manifestaciones” que tenía, se vino aquí, una balsa de aceite “puro virgen”. En concreto Virgen “María Auxiliadora”. Donde los alumnos eran malvas tras décadas de educación “sacerdotada”, o periodo salesiano.

A pesar de estar casado con Natividad, una mujer muy, muy guapa, ¡¡vedla!!, nunca le han asustado los cuernos. Es más, es un aficionado empedernido a los toros.

Eso si, como una prueba más de su inteligencia superior, el no los cita, ni a pie, ni a caballo ni sentado, ni de rodillas. Pepe se monta en un 4 por 4, y grita “Ehhhy bicho”.

El tono educado que le caracteriza le convirtió no sólo en Jefe de Residencias aquí, sino que en Alcalá de Henares llevó también el control del Colegio de Ingenieros del cual fue director.

Su aspecto de Cardenal Primado contribuyó mucho a poner orden o pasarela de plata, para encontrase en medio y tender la mano, en los conflictos pasados (por agua) entre docentes y educadores (que antes eran 20 y ahora la mitad).

Es la ocasión de que en su persona reconozcamos que hubo un periodo tonto en esa relación entre los dos colectivos, y lo enterremos en el olvido.

Pepe quiere dedicarse a sus nietos, y como el tiempo es oro. Se jubila. Pero es que esa relación con la tercera generación de la familia que él preside puede ser especialmente fructífera en su caso.

Lo cual digo porque en siendo yo niño, cuando llegaba la Semana Santa de Zamora, los pequeños nos llenábamos de emoción ante un sonido característico y único.

El de “Don Nicanor Tocando el Tambor”, un muñequito tremendamente ingenioso que permitía, si tus padres te lo compraban, de ahí la emoción, tocar la flauta y el tambor a la vez, por muy cativo que fueras.

¿Os imagináis a los hijos de los hijos de Pepe, teniendo un Don Nicanor Tocando el Tambor, en casa, de carne y hueso, y grande como él solo?

Porque Pepe es de esos personajes populares que en las romerías y otras fiestas festivas, va tocando al unísono flauta y tambor, dulzaina y tamboril, a la vez, vestido de Maragato de Astorga.

Lo mismo acompañando a una virgen, que a los gigantes y cabezudos, aunque esto último, lo de acompañar a los cabezudos, tiene menos mérito porque siempre estuvo haciéndolo, que no en vano no se le conocen periodos en que no estuviera en un Equipo Directivo.

Pepe, tu marcha del centro va a ser como separar un sello de un sobre. Algo del sobre siempre se rompe. Te recordaremos con un grato sabor a buen compañero y  magnifico amigo. Larga vida para ti y los tuyos, y que sigas siendo el flautista de Hamelín que con la melodía de tu conducta ejemplar a todos nos hagas seguir tu buen ejemplo.   


Paco Molina-25 de junio del 2913

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