- JOSÉ ESTEBAN CORRAL
Alias “Pepe Esteban”. El Jefe de Residencias.
Educador educadísimo; ha dejado escrito en los pasillos de la Uni
su impronta tan especial y positiva.
Afable en el trato y con gran autoridad
moral, tanta que podía en ocasiones parecer autoritario entre su tropa, es
apreciado por todos.
El porte de Pepe Esteban ha tenido gran
influencia en su vida, y tal vez por eso, siempre ha sido Director de
Residencias, bueno y porque no sabía decir que no.
Él estaba en la Universidad Laboral de
Alcalá de Henares, en la época roja o de la transición a la democracia, y era
tan roja la era, que los alumnos jugaban al 15-M y policías, simulando
manifestaciones con sus cargas y descargadas, en un juego premonición de los
que le esperan a sus nietos como esto siga así.
Huyendo de la quema o por ese entrenamiento
sobre “manifestaciones” que tenía, se vino aquí, una balsa de aceite “puro
virgen”. En concreto Virgen “María Auxiliadora”. Donde los alumnos eran malvas
tras décadas de educación “sacerdotada”, o periodo salesiano.
A pesar de estar casado con Natividad, una
mujer muy, muy guapa, ¡¡vedla!!, nunca le han asustado los cuernos. Es más, es
un aficionado empedernido a los toros.
Eso si, como una prueba más de su
inteligencia superior, el no los cita, ni a pie, ni a caballo ni sentado, ni de
rodillas. Pepe se monta en un 4 por 4, y grita “Ehhhy bicho”.
El tono educado que le caracteriza le
convirtió no sólo en Jefe de Residencias aquí, sino que en Alcalá de Henares
llevó también el control del Colegio de Ingenieros del cual fue director.
Su aspecto de Cardenal Primado contribuyó
mucho a poner orden o pasarela de plata, para encontrase en medio y tender la
mano, en los conflictos pasados (por agua) entre docentes y educadores (que
antes eran 20 y ahora la mitad).
Es la ocasión de que en su persona reconozcamos
que hubo un periodo tonto en esa relación entre los dos colectivos, y lo
enterremos en el olvido.
Pepe quiere dedicarse a sus nietos, y como
el tiempo es oro. Se jubila. Pero es que esa relación con la tercera generación
de la familia que él preside puede ser especialmente fructífera en su caso.
Lo cual digo porque en siendo yo niño,
cuando llegaba la Semana Santa de Zamora, los pequeños nos llenábamos de
emoción ante un sonido característico y único.
El de “Don Nicanor Tocando el Tambor”, un
muñequito tremendamente ingenioso que permitía, si tus padres te lo compraban,
de ahí la emoción, tocar la flauta y el tambor a la vez, por muy cativo que
fueras.
¿Os imagináis a los hijos de los hijos de
Pepe, teniendo un Don Nicanor Tocando el Tambor, en casa, de carne y hueso, y
grande como él solo?
Porque Pepe es de esos personajes
populares que en las romerías y otras fiestas festivas, va tocando al unísono
flauta y tambor, dulzaina y tamboril, a la vez, vestido de Maragato de Astorga.
Lo mismo acompañando a una virgen, que a
los gigantes y cabezudos, aunque esto último, lo de acompañar a los cabezudos,
tiene menos mérito porque siempre estuvo haciéndolo, que no en vano no se le
conocen periodos en que no estuviera en un Equipo Directivo.
Pepe, tu marcha del centro va a ser como
separar un sello de un sobre. Algo del sobre siempre se rompe. Te recordaremos
con un grato sabor a buen compañero y
magnifico amigo. Larga vida para ti y los tuyos, y que sigas siendo el
flautista de Hamelín que con la melodía de tu conducta ejemplar a todos nos
hagas seguir tu buen ejemplo.
Paco Molina-25 de junio del 2913
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