ZAMORA
ES ZAMORA
En
películas, libros, artículos periodísticos,
etc. el título es trascendente.
A mi en alguna
ocasión se me ha acusado de hacer un escrito sólo porque tenía un buen título.
Tenía razón quien
acusó. A pesar de eso, desde hace tal vez un año, he buscado que todos mis
escritos a "LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA, llevaran en el título la palabra Zamora o algún
derivado.
Sé que eso le hace
perder embrujo al título, pero se compensa con un mensaje pedagógico: las diferencias
entre pueblos no existen o lo que es peor existen, pero para ocultar las coincidencias.
Aclarémonos. Si alguno de ustedes ha leído
alguno de mis escritos que llevan en el titulo la palabra “Zamora”, puede que
se haya dicho al acabar, “Bueno, ¿y esto que tiene de únicamente zamorano”
Pues puede que nada
pero justo eso es lo que se buscaba hacer ver ¡que somos todos iguales y la
misma cosa!
Y además, las pocas cosas que nos diferencian
a los pueblos, perjudican en vez de beneficiar porque a los ilusos les hace
creerse distintos
Una de las
estupideces más estúpidas que nos vende el Poder es hacernos creer que somos
diferentes, distintos, únicos, y que en la diversidad de culturas el género
humano tiene un foco de riquezas. Paparruchas.
En la línea de lo
dicho, y bien por caridad o por solidaridad, se nos dice a los humanos “que en
el fondo somos iguales”. Mentira.
Donde somos iguales
es en la superficie, y en el fondo somos imbéciles (o sea, también, iguales).
Expliquémoslo: No
hay ser humano en el mundo que no tenga dos necesidades, la de sobrevivir y la de gozar sexualmente.
Ambas están ligadas a la supervivencia de la especie. De esas necesidades
básicas surgen las de tener que trabajar (para tener salud, educación, vivienda…)
y de tener relaciones de esas que proporcionan el placer más bueno del mundo.
Son tan elementales las necesidades comunes de
las personas que si todos trabajáramos sólo para eso, las tendríamos resueltas
y más que resueltas.
Pero ello supondría
que todos estaríamos igual de bien, y no se podía consentir, así que la historia degeneró y cosas que son
una desgracia (por ejemplo que distintos pueblos hablen distintas lenguas) se vende ahora desde el Poder como una bendición
cultural Demencial.
Y lo que es peor, metida la cizaña
de que no sólo los pueblos. sino que también las personas son
distintas. aceptamos horrores como estos.
Aceptamos que España (nosotros) cierre las
fronteras a los pobres de otros países obligándoles así a venir clandestinamente
(en patera) aunque sabemos que de esa forma muchos morirán_
Pero como no son de
nuestro pueblo…. allá ellos.
Aceptamos que todavía millones de jóvenes
estén enrolados en multitud de ejércitos preparados para defender a unos
pueblos contra otros, lo que origina guerras con muertes o accidentes, como el
del submarino ruso en el que más de cien personas han muerto para defender una
diferencia que no existe.
E incluso aceptamos
que la barbarie de Eta es algo de asesinos. cuyo crimen, además del de quitar
la vida, es el no utilizar las instituciones democráticas para pedir la
independencia, cuando el problema con ser así gravísimo v ruin, además es un
problema de imbéciles.
Sí, sólo la
imbecilidad más rematada puede hacer que alguien mate porque considera a su pueblo,
nación, patria, o lo que sea, diferente.
Pero diferente en
qué. ¿en su tío Babú?. ¿en sus sopas de ajo? ¿en su necesidad de comunicarse?
La verdad, no veo la diferencia, salvo que si todos somos imbéciles ellos lo
son al cuadrado.
Y lo único que nos
disculpa, a nosotros (los que no matamos) de ellos, es que nuestra imbecilidad
de creernos diferentes nos la metió en la cabeza el Poder y no nos la acabamos
de creer. Ellos sí. por eso al luchar por la diferenciación y la independencia
de esa diferenciación, demuestran que son bobos de baba, y criminales a sueldo
de una idea del Poder, luego qué libertad piensan obtener.
Francisco
Molina (Zamora). Publicado en La Opinión de Zamora años 90
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