EL CIMBORRIO DORADO
En algunos países con un pasado más
brillante que el nuestro optaron, en aras a esa brillantez, marcar sus
monumentos y joyas arquitectónicas con un brillo metálico.
Por eso es fácil ver como en el
Paris de la Francia ,
a su Juana de Arco la tienen bañada en oro incluido el caballo en el que monta.
Para que lo entiendan mejor es
algo así como si la estatua de nuestro Viriato del alma la cubriéramos del
dorado metal.
¿Imaginan lo que ganaría, con los cuernos del carnero en
amarillo?
Esto que les contamos se ha
barajado, aunque de momento, en lo que a Viriato se refiere, todo ha quedado en agua de borrajas
por culpa del puñal. Resulta que el estudio de viabilidad, que está por
encargar, podría indicar que el efecto visual sería excesivo.
Sin embargo lo que si parece que
está en marcha es la idea de darle un tono metalizado al cimborrio de la
catedral. Parece ser que eso es algo que todos entienden necesario para dar un
impulso definitivo a esta ciudad que apenas progresa.
Ahora bien, puestos a ello, en el
Equipo de Gobierno Municipal ha surgido una duda por lo demás lógica. Resulta
que ante el sector partidario del chapado en oro, con el cual el cimborrio se
vería prácticamente desde el Cubo del Vino, ha parecido otro grupo que se
inclina por el metalizado, sí, pero mejor en tonos plateados.
Argumentan estos últimos que la
sobriedad de la piedra pesa como una losa en la fisonomía de Zamora, pero que
pasar del color piedra al color oro de sopetón pueda arramplar con nuestras
señas de identidad y que por tanto tal vez fuera mejor un cimborrio tipo plata
meneses.
No tema, el asunto se va a
resolver siguiendo la senda democrática recientemente emprendida con tanto
éxito, y por tanto usted podrá votar,
tras ver dos figuraciones que se proyectaran en la Alhóndiga , por la
opción: chapado en oro o chapado en plata.
Publicado en La Voz de Zamora en el año 2008
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