Mary CARMEN ISIDRO DE PEDRO
Mary Carmen para el recuerdo.
Mary Carmen, que se jubiló en el
puesto de ordenanza, aquí donde la veis fue
“una chica calendario”.
Supongo sabéis lo que es un
calendario, también conocido como “almanaque”, eso que llevan los camioneros en
sus cabinas para saber en qué día de qué
mes y de qué año viajan.
Pues bien Mary Carmen fue chica
calendario.
Tenéis que iros mentalmente a los
años 60, en sus comienzos. En plena claustrofobia de la dictadura. En plena
penuria de Sayago, en un pueblito llamado para más INRI “Moral de Sayago”.
En esa época la compa Mary
Carmen, bonita, guapa, pizpireta e inteligente, desataba pasiones.
O al menos desató una pasión que valía por todas: Y un Mayo,
siguiendo la tradición de “los mayos”, vio colgado en la fachada de su casa,
claramente dirigido a ella, “un mayo, es decir, un ramo de flores”, con un sólo
significado: ME GUSTAS .
Apenas era una adolescente y apenas sabía de la vida nada de lo que
merecía la pena; pero “quien la
eligió fue elegido”.
Nació un amor de fuego.
Mas, eran tiempos tremendos y los
padres no sólo tenían derecho a elegir la educación de sus hijos si no que también tenían derecho a elegir la
felicidad de sus hijas, y a la guapa e inquieta Mary Carmen le prohibieron
“hacer tonterías”.
La relación fue perseguida.
De gran inteligencia, como toda
mujer, aceptó seguir en la jaula y tal vez ahí, como todos los animales
encerrados en los zoos, generó su hiperactividad, subiendo y bajando por los
barrotes, y hoy sabemos que es una mujer que no puede estarse quieta.
Y pasaron los días, y pasaron los mayos, y pasaron los “SI, padre”, y pasaron las lágrimas,…..
hasta que cumplió los 21 años.
Y ese día “no sopló las velitas
de su cumpleaños”; ese día, con determinación de mujer bandera, : “sopló las velitas de la libertad”, cogió
el petate, abandonó su casa, y se fue con el chico que la amaba y a quien ella
amaba, ¡¡¡y con quien aquí está ¡¡¡ casi 50 años atrás!!!. Con Daniel.
Mary Carmen, amarrada a un
calendario, uno a uno, contó los días que le faltaban para ser mayor de edad,
para poder ser por fin una niña pequeña,
pero esta vez en los brazos de su amor, y jugar a la felicidad.
A partir de ahí el País Vasco,
trabajos tras trabajos, hasta que llegó a nuestro Instituto dando en él toda la
energía y capacidad de entrega a su profesión que la hacen más admirable aún.
Mary Carmen fue una chica calendario de esos que todos debemos
llevar en la cabina de la memoria para recordar una historia inolvidable y recordar también que sin rebeldía no hay
vida.
Para descubrirse ante ti, amiga de todos, para admirarte, y para
felicitar a tu hombre, a Daniel, por tener un calendario en la cabina de su
vida, con tu sonrisa en él.
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