El caso de la ducha fría. Capítulo
47- Agua de carabaña.
-“¿Por qué dices que
vamos por buen camino?”.
-“Es una sensación
¿Tú no has tenido síntomas esta noche de que vamos por buen camino?”.
-“¿A qué te
refieres?”; preguntó Andrea, consciente de que sabía de qué le hablaba aquel
apuesto joven, y más consciente aún de que apenas hacía dos horas que se había
que tenido que tomar una ducha para apaciguar “los síntomas”, como quien se
toma agua de carabaña para apaciguar otros síntomas más perturbadores pero
menos turbadores.
-“Me refiero,
guapísima, a que yo llevo 4 horas dando vueltas en la cama, comiéndome las
uñas, los visillos y los calcetines, paseándome de un lado a otro como un tigre
de bengala encerrado en una jaula en una noche de fuegos artificiales con
bengalas”.
-“Haberte tomado una
ducha fría”.
-“Me la tomé,
guapísima, pero cuando yo necesito una ducha caliente no hay ducha fría que me
aplaque la sed”.
-“Creo que estás
entrando en un terreno que como nos tengan pinchado el teléfono podemos
pervertir a alguien”.
-“No me importa, me has dejado a cien, y estoy
dispuesto a pinchar a quien se me ponga por delante”.
-“Un poco exagerado
¿no?”.
-“Exagerado nada. ¿Tú
sabes lo que vi cuando te probabas los zapatos? ¿Tú sabes lo que vi cuando se te
cayó el bolso? ¿Tú sabes lo que me gustó el dulce sabor de tu boca cuando te
robé el beso en el portal?”.
-“Es la primera vez que
me dicen que mi boca sabe dulce”.
-“Pues lo sabe, guapísima,
y le voy a escribir a Ana Belén sugiriéndole que escriba una canción que diga:
UUUUmmmm tu boca, nada sabe tan dulce como tu boca”.
Hoy todos sabemos
que esa carta escrita a Ana Belén por el zamorano Benito Lasolana, la abrió Víctor
Manuel, y es él el que compuso la canción y le añadió lo de: “salvo otra cosa
que no se nombra”.
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en 1986.
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