domingo, 20 de noviembre de 2016

Epílogo de un marxista


EPÍLOGO.

En definitiva, el alegrecomunismo es un provocación, una revulsión interna que pretende dar alguna pista sobre algún camino, presumiblemente bueno, que se debe seguir.

El alegrecomunismo debe ser una “corriente alterna” (dándole la razón a quien parezca tenerla según los casos) no organizada, dentro del movimiento comunista.

El alegrecomunismo tiene un núcleo teórico (el manifestado en este libro), unos ejes claros de oferta al pueblo (lo que unido a la existencia de personas dispuestas a ejecutar ese programa lo constituyen en alternativa), unos presupuestos de democracia, tolerancia y sinceridad que marcan un estilo (fundiéndose en una síntesis los valores que habría al final del recorrido con los que han de practicarse en el camino), y una determinación de evitar tics de nula eficacia (el corregir errores, incluida la posible ingenuidad del alegrecomunismo de confiar en que la derecha es democráticas, es algo esencial para el avance de los pueblos).

Consecuencia de todo ello es que existe un cuerpo de doctrina suficiente para convertir el alegrecomunismo en una ideología; pero no se debe caer en ese error. 

Convertir el alegrecomunismo en una fuerza al servicio de una ideología sería una equivocación. 

Es la ideología la que debe estar al servicio de las clases populares, entendiendo por éstas las más desatendidas de la sociedad.

Se trata después de todo de seducir a la sociedad, y esa seducción exige, como todas, saber dónde quiere ella que le acaricien, saber qué caricias quiere, y luego, hacerlo siempre con cariño.

Y ante todo tener presente que esa seducción, esa conjunción con la sociedad, no se hace para luego traicionarla, una vez que cautivada ponga en el poder al cautivador.

Esa traición, como todas las traiciones son el freno y marcha atrás de la lucha de clases, son los inconvenientes que evitan que se haya avanzado más deprisa hacia unas sociedades más justas y hacia un mundo algo más humano.

A quien te ofreces para ayudarle, dale las caricias que le gustan, acaríciale donde te pida, hazlo todo con cariño, no le traiciones y entonces: la meta será el camino: EL ALEGRECOMUNISMO.

Este libro, se ha terminado de transcribir al ordenador, con ligeras modificaciones respecto a la edición de 1988, en Marzo del 2014.

Como entonces, se lo dedico a mis hijos Igor y Paloma, añadiendo ahora a mis nietos Sara, Jorge y Guillermo, así como cualquiera otro que pueda llegar.

Para:

“Que comprendan mi mundo. Que comprendan el mundo”

FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ.


pacomolinadezamora@gmail.com

Editorial COMPA

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