Amilcar Sánchez,
detectiva profesional, fue sometida a una cura de sueño durante los días 15-16
y 17 de Agosto, por prescripción facultativa, ya que se temía por el, ya de por
sí, difícil equilibrio mental de la susodicha, en cuanto miembro vulgar de la
asociación universal de mortales.
Sólo esta cura de
sueño, unida a las regatas internacionales de piragüismo, pudieron traer la
tranquilidad a la tranquila ciudad de Zamora.
El piragüismo no es,
como podría creerse, una reunión de pirados, si no un deporte consistente en
montarse en unas embarcaciones, llamadas piraguas, porque son embarcaciones que
están como chotas, o sea, que están piradas, ya que por su forma no se sabe
cuál es su parte de adelante y su parte de atrás, o si se prefiere, utilizando
el lenguaje científico, no se sabe cuál es su proa y su popa.
El remero, llamado
así porque maneja los remos, y sin nada que ver con las rameras (que son las que
manejan las ramas y no los remos); bueno pues el remero, montado en la piragua,
tiene la obligación de remar a toda vela –si bien debe constar que las piraguas
no son barcos de vela- para que su piragua llegue la primera a la meta, y poder
obtener así el título de campeón.
Para distinguir la
proa de la popa, los técnicos del piragüismo suelen echar a cara o cruz cuál es
una u otra, y en la parte que le toca la popa ponen un artilugio que llaman
timón, y que permite que el piragüismo no obtenga su nombre del genérico PIRAO.
También hay piraguas
sin timón, las cuales no tienen tampoco problemas porque, al fin y al cabo,
¿para qué se quiere saber dónde está la proa y la popa si al no ser
embarcaciones de vela, nunca van a necesitar que las cosas vayan viento en popa?
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en 1986.
No hay comentarios:
Publicar un comentario