Cuando quedaron al
día siguiente para ver la procesión de los Faroles, Benito Lasolana ya no
necesitaba echarse faroles para ENAMORISCAR a Andrea; ésta era presa de una
comezón digan de 100.000 avispas combativas.
Y así, fue tras ver
la procesión de “las 7 palabras”, cuando Benito Lasolana decidió decir la
última palabra:
“Estoy seguro de que
si algún día te veo desnuda, el resplandor de tu cuerpo me va a cegar, pero no
me importa, si es necesario utilizaré el sistema BRAILE para reconocerte; pero
dime: ¿existirá ese día?”.
Esta forma de
plantear las cosas era la que a Benito Lasolana le daba casi más éxito que su
cuerpo de felino por desbravar; aunque también este aspecto, el físico, estaba
multiplicando en Andrea la curiosidad por ver hasta dónde llegaba el bronceado
de aquella cara y aquellos brazos.
¿Llegaría hasta las
últimas consecuencias?.
Esta era la cuestión
¿Llegaría hasta las últimas consecuencias el bronceado del cuerpo de Benito
Lasolana?.
¿Llegaría hasta las
últimas consecuencias Andrea abriéndole las puertas de su DO-MI-CI-LIO?
Lo decidió al día
siguiente mientras veía la Procesión del Silencio.
Estaba sola porque
él, Benito Lasolana, como zamorano de pro iba a desfilar.
Desde que era un
crío salía en la del Silencio, y no iba a romper aquella tradición ni por irse
con aquella chica que aunque estaba descomunal, no se la podía comparar con la
emoción de ser COFRADE.
Si en el pecado está
la penitencia, en la virtud está el capital, y así, Andrea, cuando lo vio pasar
ante ella, con el hachón, con la túnica blanca, y con el bello y rojo CAPERUZ
se dio cuenta de que ya era de él
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en 1986.
No hay comentarios:
Publicar un comentario