El milagro había
sido así:
Cuando la detective
Sánchez, en su habitación del Hotel II Infantas, conectó con Antena 3, y oyó,
por boca del Tunante, que le estaba pasando lo que le estaba pasando, corrió a
la ducha para ver si el agua fría le despejaba la que parecía ser una burlona
pesadilla.
Al entrar en la
bañera precipitadamente, pisó el jabón y cayó con una pesadez toneladesca.
Perdió el sentido y
quedó en estado CATATÓNICO, suponiendo que así se denomine un conjunto de
síntomas que presentan, a quien los sufre, como si estuviera muerto o sin vida.
La detective Sánchez
descubrió esta peculiaridad suya cuando fue violada, en sus oposiciones a notarías, por el tribunal.
((Ya de todos es
sabida la especial disposición de dichos profesionales para las prácticas del
amor, hasta el punto de que como su nombre indica, sus atributos son
notorios)).
El primer forense
que vio a la detective Sánchez en la bañera, simplemente certificó su óbito,
como no podía hacer de otra forma, ya que la occisa en efecto presentaba
síntomas de occisa
Cuando el lunes 11
de Agosto el nuevo forense clavó su bisturí en el cuerpo de Amilcar, ésta dio
un grito de pavor, pues ante un corte tan certero no hay constantes vitales que
no se conviertan en variables mortales.
Sin embargo, no sólo
en la ciudad si no en todo el mundo, la noticia de la resurrección era
prácticamente imparable, porque además nadie localizaba a la familia de la
Sánchez, con lo que el tam tam popular había echado a rodar la idea de que una
misteriosa dama llegó a Zamora en una línea de tren que ya no existía y había
resucitado en un Hospital de la Seguridad Social porque Dios quería recordarnos
que para Él, todo es posible.
(Continuará)
Paco Molina de
Zamora. Emitido en Antena 3 Radio de Zamora en 1986.
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