miércoles, 31 de julio de 2019

EN DEFENSA DE PABLO IGLESIAS.




EN DEFENSA DE PABLO IGLESIAS.

Compa, voy  a defenderte llevándote la contraria.

Como sabes, aprovechando la crisis de la investidura (que no llegó a buen puerto porque no hubo acuerdo para formar un Gobierno de Coalición) tus enemigos de siempre, más algunos nuevos, se están frotando las manos.

Mientras que al mismo tiempo, tus fans más fans te arropan sin darse cuenta de que dándote la razón te llevan al cadalso de las elecciones anticipadas.

Yo, como jugador de ajedrez, amigo de tu padre, parte interesada en cuanto militante político en IU y en consecuencia en Unidas Podemos, amén de sentirme cerca de ti, me limito a exponerte, a modo de partida de ajedrez las jugadas que presenta el tablero tal y como están las piezas en este momento.

1ª.- Jugada u opción. Como tú quieres llegar a un Gobierno de Coalición, caminemos hacia ahí.

Podemos empezar por mover una pieza extraña (por ejemplo decir que no vamos de vacaciones) para despistar y dar tiempo a que Pedro Sánchez (PSOE) mueva la suya y le pida a Unidas Podemos (UP) renegociar.

Pero esto. No parece que vaya a ocurrir porque: Para empezar el PSOE daría muestras de debilidad y tendría que acabar por darnos más que la última vez. 

Además Pedro ha hecho del “No es No” la leyenda de su escudo, y sobre el tema en cuestión ha dicho “que NO habrá Gobierno de Coalición”.

Encima él siempre quiso gobernar sólo, luego pensará que, o nos rendimos y le votamos gratis, o habrá nuevas elecciones  generales, cosa que para ellos se presenta bien.

2ª.- Jugada u opción. La haríamos en el mismo sentido. Caminado hacia el Gobierno de Coalición.

Pero ahora es UP la que mueve ficha y le llama a Pedro (PSOE).

Cuando coja el teléfono puede decirnos, sí o no. Si dice NO, de nuevo tenemos que resolver lo de vengarnos votándole en contra e ir a nuevas elecciones, o mantener la templanza para evitarlas y salvar al ejército (nuestro).

Pero seamos optimistas y supongamos que dice que si reabre negociaciones. 

Entonces, escarmentados como estamos, sólo podríamos aceptar lo que ya nos ofrecieron la última vez (a lo sumo con un maquillaje, o cambio de cromos, que nos permita lavar la cara de decir Si donde antes dijimos No).

Esta jugada es la que puede salvar tu apuesta de obtener un Gobierno de Coalición (y de paso evitar las elecciones). Pero para ejecutarla hay que implorar clemencia ya, llamando a Pedro Sánchez, y no dejar pasar los días.

¿Y por qué no le hemos llamado? Muy sencillo porque todos los que aún están en la línea del Gobierno de Coalición intuís que va a decir que no.

En definitiva, de  nuevo lo que hay que resolver es ¿Provocamos unas nuevas  elecciones o votamos la investidura gratis?.

3ª.- Jugada u opción. Damos por perdido el Gobierno de Colación y cuanto antes nos definimos sobre las nuevas elecciones.

En esta opción es fundamental hacerlo todo rápidamente, pues la incertidumbre va a actuar contra los culpables (que seremos nosotros porque así lo decidirá el Poder en su relato).

Roto el sueño del Gobierno de Coalición, podemos decir que su no ejecución ratifica nuestra sensación de que el PSOE no quiere ser vigilado desde cerca y pretende hacer una política de derechas; y que en consecuencia votaremos NO a la investidura (y vamos a elecciones anticipadas salvo milagro).

Aunque también podemos decir que tras intentar lo mejor, como el PSOE no lo quiso, nosotros votamos que SI  a la investidura, para evitar unas  elecciones que no quiere el pueblo.

Esta última subjugada tiene la ventaja añadida de que sólo depende de nosotros y no  exige mayores explicaciones, porque la entiende todo el mundo.

4ª.- Jugada u opción. ¿Votamos gratis la investidura de Pedro Sánchez o a cambio de que nos prometa un programa?

A mi me parece que bastaría para justificar el Sí agarrarse a lo prometido en el discurso ya hecho por el dirigente del PSOE (es decir, los lugares comunes de costumbre), salvo que él quiera un gobierno a la portuguesa.

Todo esto porque negociar un programa, si no se hace con tiento puede llevarnos al abismo de unas nuevas elecciones.

Como ves parece que lo esencial es siempre evitar unas nuevas elecciones. ¿Pero y por  qué?

Porque la gente no las quiere y la emprenderá contra quien las provoque. 

Añade a eso que desde que existe Unidas Podemos, las elecciones han indicado esto: Primeras elecciones, se bajó un millón de votos. Segundas, se bajaron 1,3 millones de votos.

Y estas que tememos serían las terceras. Que en ellas bajaríamos no lo duda nadie.

Pues bien. Analicemos las posibles bajadas de apoyos.

Supongamos que bajamos poco pero gana la derecha. Mal te veo.

Imaginemos ahora que bajamos a 3 millones y gana el PSOE. ¿De qué nos sirvió? Para perder diputados, dinero y moral de combate.

Otra posibilidad. Bajamos a 2, 5 millones de votos (los que ya tuvo IU con Anguita). Pues sospecho que tendrías que dimitir y además Unidas Podemos certificaría su defunción o inutilidad.

En resumen, como ves, casi todos los caminos, por no decir todos, desembocan en tener que resolver el dilema ¿elecciones anticipadas, si o no?


Y me despedido. Ya te indique detalles o avales que muestran que estoy opinando con buena fe. 

Pero es que además luchamos por una gente que si no tiene un ejército potente que le defienda estará perdida.

No se te pide dar marcha atrás, sino vadear el río por otro lugar ya que el usado es tremendamente peligroso, y entonces, ¿por qué seguirlo?.

Salud con Suerte.

Paco Molina. Zamora. 1 de Agosto del 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario