viernes, 30 de septiembre de 2016

LAS PIERNAS


LAS PIERNAS.

Hace unas fechas, o sea unos días, pudimos leer que la moda de este verano va a ser: Enseñar las piernas.

Aclaremos de entrada que hay que suponer que se trata de las piernas femeninas, porque de lo contrario, Dios nos coja confesados, ¡tendríamos pelos hasta en la sopa!.

Nosotros no estamos dispuestos a oponernos a dicha moda, es más, la exhibición de las columnas de esos templos del amor que son, entre otras cosas, las mujeres; nos parece una bendición del cielo, ¡aunque con dichas visiones pasemos más sofocos que en el infierno! Pero eso, allá nos.

Sobre este tema, perdón, esta cuestión, que ya tenemos sobre la mesa de operaciones hay que añadir sin embargo algunas cosas:

La primera el recordar que el mundo se divide en dos únicos tipos de personas:

Las que prefieren las ancas de rana a las piernas, y las que prefieren las piernas a las ancas de rana.

Pues bien, este verano va a ser propicio para ambos tipos de personas, porque las segundas van a tener piernas para dar y tomar, y las primeras, las que prefieren las ancas de rana, ahí tienen los mundiales de fútbol, y la loable labor de TVE que cada día ofrece piernas de tío, de cien en cien.

¿Hay quien de más?

No obstante, el problema más preocupante que puede generar esta moda de enseñar las piernas radica en la siguiente cuestión: pero en realidad ¿dónde empiezan las piernas?.

Porque durante años creíamos que empezaban en las rodillas, luego que empezaban donde acababan las pantoletas, después que empezaban en la ingle y ahora, con los actuales trajes de baño, sospechamos que las piernas empiezan en los sobacos.


Y si es así ¿¡qué va a ser Señor de nosotros y de nuestra taquicardia!?

Intervenciones de Paco Molina en Antena Tres  RADIO de Zamora-.
Entre 1980 y 1990 diría yo. Con Pepe Bernal

En el Programa que él dirigía OPTERII 3

La ternura.


La ternura.

Todo el mundo necesita sexo, afecto y protección

El sexo y la protección los demandan los instintos de placer y  supervivencia. 

Pero ¿y el afecto?. ¿Qué es? 

¿No será el nexo de unión entre ambos instintos básicos? 

¿No será la necesidad de cariño el instinto que se produce por la convivencia y connivencia de los otros dos instintos dentro de cada persona? 

¿No será la necesidad de ser querido (en cuanto que esto tiene tanto que ver con las caricias como con la protección) la pieza mágica que  hace que placer y supervivencia se fundan en un sólo instinto? 

¿No nos encontraríamos, en ese caso, con que al prohibir el sexo y condicionar la supervivencia, han matado y cegado el manantial del cariño, la fuente de donde de cada uno salía ternura para todos, afecto para  todos y “te quieros” para todos y todas? 

¿No quedan vestigios de lo dicho en lo que nos produce cualquier bebé? 

Una ternura, un afecto, un cariño, unas ganas de protegerlo y abrazarlo y alegrarlo, que no provocan ya los adultos, salvo si están enfermos o heridos o moribundos. 

¿No habrá la represión segado ese sentimiento que aún hoy surge espontáneo por los pequeños y los moribundos, de manera tal, que ya sólo pervive en esas circunstancias, pero que actualmente ya no lo sentimos hacia los iguales cuando están bien

¿Tuvo el Poder que acabar con esa sensiblería para que así estemos en condiciones de matar y morir por sus intereses, que en absoluto son los del pueblo?

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


Aún mas (refranes)


AÚN MÁS (REFRANES)

-“ En priesa me ves, y doncellez me demandas”.

Que avisa que hay que darse prisa si se quiere pescar una doncellez.

-“En salvo está el que repica”

O sea, que la sarna con gusto, no pica, repica.

-“En el país de los ciegos el tuerto es Rey”.

O está en la cárcel, que diría Perich.

-“El enamorado y el pez, frescos han de ser”.

Que invita a que si está enamorado seas como un pez-pulpo, o sea fresco.

-“Entre col y col, lechuga”.

Que indica que la mejor forma de combatir los cólicos es con lechuga.

-“Entre dos molares nunca metas tus pulgares”.

Que recuerda que para mantener la moralidad no hay que meterse los dedos en las narices.

-“Entre hermanos, dos testigos y un notario”.

Que recomienda a los notarios que no tengan hijos únicos.

-“Entre padres y hermanos no metas las manos”.

Y entre madres y hermanas pues, aunque te cueste, tampoco.

-“Entre sastres no se pagan hechuras”.

O sea desconfía de la furia de muchos políticos.

-“Entre todos la mataron y ella sola se murió”.

La Seguridad Social.

-“Éramos pocos y parió mi abuela”.

O sea, que son pocas las abuelas que paren.

-“Esa es la madre del cordero”

O sea, la corderona.

-“Extender la pierna hasta donde llega la sábana”

Que recomienda estirarse en la cama después de haber cumplido.

-“Gallo que no canta algo tiene en la garganta”.


O sea, que todos los que no tengan nada en la garganta ¡¡a gritar!! Y ya verán cómo nos contratan los niños cantores  de Viena.

Intervenciones de Paco Molina en Antena Tres  RADIO de Zamora-.
Entre 1980 y 1990 diría yo. Con Pepe Bernal

En el Programa que él dirigía OPTERII 3

La familia te protege


La familia te protege.

Pero es que además, la familia te protege

Te protege de la enfermedad, cuidándote si lo necesitas. De las agresiones o amenazas, haciendo frente común si es preciso. Te protege en el mundo laboral, tan despiadado, buscándote un enchufe para que trabajes, o pagándote unos estudios, o ayudándote a poner un negocio. 

Esta protección, respecto a la hostilidad exterior, es tan importante para el éxito de la familia que hasta los Estados más despiadados tienen leyes que obligan a los miembros de las familias a cuidar de aquellos otros que lo necesiten.

He aquí pues otra gran ventaja a favor de la familia respecto al conjunto de la sociedad, sea ésta, nación, estado, patria o comunidad (que hay gente que hasta distingue estas cosas).

Hay más cuestiones que potencian la familia respecto a lo otro. 

Por ejemplo, también es refugio que permite protegerse si hay que dejar de ser descarriado. Te garantizan el reparto del alimento si pasas hambre, e incluso, todo se estructura para que las ventajas familiares superen a cualquier otro medio de liarse unos con otros, y así, existen toda serie de ventajas económicas a favor de esta estructura (tanto es así, que hasta los no casados pero sí emparejados, reclaman vez tras vez esa equiparación en privilegios). 

Lo evidente de esto se percibe cuando se repara en que la gente recibe cantidad de ayudas (dinero) en la medida en que es familiar de otro, y si no, nanay. 

La viuda o el viudo cobran pensión del muerto. Los hijos huérfanos reciben ayudas por ser hijos de los padres desaparecidos (nunca por ser ciudadanos que no hay que dejar morir de hambre) y así algunos casos más.

Como se observa, hasta el menos espabilado ve un oasis en medio de la hostilidad general. 

Y todo el mundo identifica  ese oasis como un pequeño paraíso en medio del desierto. 

Tal es la necesidad de sexo, afecto y protección de cada individuo de la especie, que se agarra a la familia como vía de salvación, considerando lo mejor del mundo lo que es un mero espejismo.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


jueves, 29 de septiembre de 2016

La familia garantiza afecto


La familia garantiza afecto´´

Otra ventaja de la familia es la obligación, no escrita, de que sus integrantes deben quererse. 

Eso es un cheque en blanco para cualquiera, pues todos necesitamos ser queridos, mimados, protegidos,  arrullados, y eso la sociedad actual no lo da. 

Es más, tras cada semejante se ve a un contrincante, incluso entre la familia ( hasta el grado de los cuñados). Rivalidad que a veces se hace extensiva a los hermanos  o incluso a la mismísima pareja.

Pero lo cierto es que, ese cerrar filas y ayudar y querer a los de la familia, es algo que convierte a ésta en una cueva acogedora, en la que puedes y sueles buscar refugio, porque en ella vas a encontrar esos “te queremos”, “ no te preocupes que aquí estamos”, tan necesarios. 

No se sabe bien por qué, pero posiblemente con mucho que ver con el instinto de supervivencia.

Además, este cariño es gratuito, o al menos gratuito por comparación con la hostilidad de la otra familia (presunta) que es la patria; para la que no sólo eres un mero número sino que si se tercia, y se suele terciar a veces, esa gran familia te manda matar (o sea morir) por ella; sin que, si lo piensas, sepas muy bien para qué. 

Porque al final, si mueres o matas por defender tal territorio, nada te garantiza que años después los jefes (que por cierto nunca mueren) pacten entregar lo que defendiste hasta la última gota de tu sangre. 

Eso por no hablar de sí mataste o moriste por hacer evidente que tus principios eran los buenos, para que luego, pasado el tiempo se abandonen o incluso se ridiculicen o se diga, por parte de quienes te sacrificaron o sus descendientes, que ellos nunca habían defendido lo que a ti te hizo morir.

Ese contraste entre Estado y familia le da ventaja a la familia. 

Sí, porque fuera de la familia, incluso entre esa familia honorífica que son las amistades, el más incauto sabe que el entramado es más falso que una moneda de chocolate, pues mientras todo funcione según el egoísmo de cada uno, perfecto, pero en cuanto se produce un cruce de intereses la inquebrantable amistad se trueca en animadversión sin tregua.

Vemos pues que en el desierto de la arena de la competitividad y falta de sentimientos afectivos, sinceros y a prueba de circunstancias adversas, la familia presenta unas mejores prestaciones, que proporcionan cariño, mimos y arrumacos. (Un arrumaco es un tipo de caricia o carantoña que habría que ver de qué lado queda, no vaya a ser que no haya frontera entre el contacto físico y el afectivo, contra lo que nos han hecho pensar).


La familia garantiza la ración de sexo

Las palmeras del oasis.

Visto el desierto en el que se desenvuelve la vida de la inmensa mayoría de los mortales, resultan aplastantes las ventajas de la familia, ya que ésta aparece como  un oasis en medio del desierto. 

Aunque más que oasis es simplemente el espejismo de un oasis.

La estructura familiar garantiza la ración de sexo

La familia es un oasis (con sexo) dentro de ese desierto en el que la aridez esencial radica en la prohibición del placer sexual. 

En efecto, la toma de posesión, en su día, de la hembra por el macho, cuando la compra de la esposa era evidente, tenía como fin principal el adquirir una mujer para practicar el sexo, para la coyunda.

Pero incluso hoy, el factor sexo es más evidente, puesto que la gente se casa por amor, es decir por un arrebato de pasión (traducido al castellano por un “ataque de sexo”). 

Dos se han conocido, dos se han gustado, dos se han descubierto como afines e idóneos para hacerse el amor y quieren llevar esa pasión al paroxismo (todo el rato juntos, todo el rato los dos solos,  si acaso con unos hijos que multipliquen la felicidad, y eso, para siempre).

Pero no sólo lo dicho prueba que la familia garantiza el sexo y que de ahí procede la mayor parte de su éxito. 

Es que además, lo garantiza a todas las edades y en todas las condiciones. 

Explíquese. Resulta que si te casas, aunque envejezcas, te deteriores e incluso degeneres, tu cónyuge tiene el débito, la obligación de darte sexo. 

La ventaja aquí del casado o la casada respecto al soltero o la soltera es manifiesta.

El instinto de placer es tan poderoso que prefieres garantizar la ración de sexo, aunque sea escasa, no rica en proteínas y nada variada (osease, como alimentación, desastrosa) antes que comer y beber en la juventud más o menos (tampoco tanto) pero luego verte, cuando llegue la decadencia física, sin el manjar de otro cuerpo que te arrulle.

Esta ventaja del matrimonio es algo que ve incluso quien no quiere mirar. 

A parte de que tal vez algo tenga el agua bendita de dos amándose, cuando sí ocurre que a veces te encaprichas de alguien con un fervor que no se entiende.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.



REFRANEO IMPOSTAL


REFRANEO  IMPOSTAL.

-“El que rompe, paga”.

Y el que paga, rompe, si no fíjense ustedes cómo se ha repartido el dinero electoral.

-“El que tuvo, retuvo, y guardó para la vejez”.

Este refrán no tiene nada que ver con la Seguridad Social, y si no, al tiempo.

-“En boca cerrada no entran moscas”.

Y en bolsa con salario mínimo no entran mariscos.

-“En buenas manos está el pandero”

Dijo el ligón al panadero.

-“En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderadas”.

Este refrán está prohibido en Etiopía donde miles de niños mueren de hambre.

-“En cada tierra su uso, y en cada casa su costumbre”.

Y en el cementerio la tierra para quien la descansa (en paz).

-“En casa de mujer rica, ella manda y ella grita”.

Y como todas las mujeres están ricas, perdidos estamos.

-“En casa del herrero, cuchillo de palo”.

Que explica por qué el ministro de agricultura no acepta debates sobre agricultura.

-“En casa llena, presto se guisa la cena”.

Que advierte de no invitar a mucha gente a cenar porque tendrás que pedir prestado.

-“En esta vida caduca, el que no trabaja no manduca”

Salvo honrosas excepciones que encima dicen lo que tienen que hacer los 
demás.

-“En los nidos de antaño, no hay nidos hogaño”.

Que recuerda que donde no hay ni-dos, no hay ni-tres.

-“En martes, ni te cases, ni te embarques”.

Por eso las elecciones se celebran en domingo, porque ese día te vas a embarcar.

-“Hablando del Rey de Roma, por la puerta asoma”.


Que recomienda que siempre que hablemos de los poderosos cerremos la puerta.

Intervenciones de Paco Molina en Antena Tres  RADIO de Zamora-.
Entre 1980 y 1990 diría yo. Con Pepe Bernal

En el Programa que él dirigía OPTERII 3

Domados.


Domados.

Como todas las sociedades son iguales (ninguna te da libertad) pues optas por seguir el camino más seguro: “Si ya estoy aquí, seguiré con los míos” (tu patria). De la que tú, por cierto, sólo eres un soldado, pues la patria ¿de quién es?. De quien tiene dinero y no tuya, ¡no te engañes!.

Sigues palante y descubres que tienes que tener descendencia, aunque si lo meditas no está muy claro para qué. (Pues se tiene, desde que hay propiedad privada, para perpetuar ésta en el caso de los ricos, tus dueños y señores).

Después, el tener la obligación de sacar adelante a los tuyos te hace más insolidario, competitivo y egoísta de lo que ya eras, multiplicándose por el número de hijos el número de agravios, recelos y rencores que vas a tener respecto al resto de los humanos.

El aburrimiento es tan crónico y está tan arraigado que, paradójicamente, el trabajo se convierte en algo que entretiene. De hecho el síndrome del fin de semana, en las sociedades opulentas, confirma esta afirmación.¡Qué horror no tener nada que hacer!.(Qué gran verdad. No hay nada que hacer. Está prohibido)

Entonces, tu vida se va por el desagüe de alguna afición más o menos infantilista, como pueda ser cualquier deporte. Y vives y sufres y saltas y te alegras y te amargas, según gane o pierda tu equipo favorito.

Y en este plan vas esperando la muerte. 

Que encima te angustia porque te sientes malo y pecador (sin apenas pecados), y puedes ser condenado al infierno eterno u otra tontería, y lo que es peor, sabes que cuando te mueras vas a pensar: “Pero, santo cielo, ¿Por qué me muero ya, si todavía no he vivido nada?”. Esperas la muerte con desesperación.

Sólo cabe un consuelo, hay otros que en lo material viven peor que tú. 

Buen clavo ardiendo al que agarrarse. Clavo que, por cierto, ya busca el Poder que esté al alcance de tu mano para que te calmes y no des la lata; ni batalla, no vaya a ser que todo acabe peor.

Este es el panorama de la existencia para alguien a quien no le va del todo mal (según los cánones del Capital y la Metafísica). 

Naturalmente, si nos ponemos en el pellejo de quienes no han sido sonreídos por la fortuna, las tintas se cargarían más y más a favor de nuestras tesis: Que la sociedad en que se vive es tremendamente hostil, violenta y sin sentimientos; salvo “el amor por el dinero”, que crece día a día en todas las latitudes, hasta el punto de que ya no hay otro valor, por más que se nos diga que existen cosas como la ética, la idiosincrasia, la propia historia, el arte, el folclore u otros bienes, que están ahí para ocultar que ya no hay otro disfrute que el acumular pasta para ver si así ganamos libertad y eternidad. 

Es decir, en el fondo, para ver si el dinero nos devuelve lo que nos han robado, los instintos de supervivencia y placer. 

Sin darnos cuenta de que es con el dinero con quien nos han robado ambos instintos, por lo que difícilmente será con él con quien podamos recuperarlos.

La libertad es el poder vivir el instinto de placer, lo demás es un estafa o una libertad bajo fianza o condicional, o sea una engañifa.

Del libro LA ESTAFA SEXUAL, de Paco Molina, que busca editorial desesperadamente.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL RETORNO DEL REFRÁN


EL RETORNO DEL REFRÁN.

-“Donde no hay harina, todo es mohína”.

Por eso, y para evitar la mohína en estas elecciones va a haber harina.

-“Dos dueños de una bolsa, el uno canta y el otro llora”.

Esto va por lo de la separación de bienes, seguro.

-“Los duelos con pan son menos”.

Que nos recuerda que las personas que están más buenas que el pan viven más.

-“Duelos me hicieron negra, que yo blanca me era”

Que nos recuerda que las penas se quitan con estropajo, y a ser posible, metálico.

-“Echa la capa y bailemos, que buen Rey tenemos”.

Que recomienda celebrar una fiesta después de “hacer la capa” o sea, de capar al percherón.

-“El que la sigue, la consigue”.

Es decir, que si te dejas seguir, ya lo sabes.

-“El que malas mañas ha, tarde las perderá”.

Que informa de que las mañanas acaban tarde para los dormilones.

-“El que no corre vuela”.

O sea, que hay mucho pájaro.

-“El que nace para ochavo, no puede llegar cuarto”.

Que anuncia que España quedará cuarta en el Mundial de Fútbol y elecciones 86, que se celebra en Televisión.

-“El que no cojea, renquea”.

Esto sí que es un refrán optimista, ¡macho!

-“El que no llora no mama”

Y el que mama, llora de placer.

-“El que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”


Por si acaso limítate a jugar a la primitiva.

Intervenciones de Paco Molina en Antena Tres  RADIO de Zamora-.
Entre 1980 y 1990 diría yo. Con Pepe Bernal

En el Programa que él dirigía OPTERII 3