domingo, 24 de julio de 2022

ESTAMOS PERDIENDO LA 3ª GUERRA MUNDIAL.

 


ESTAMOS PERDIENDO LA 3ª GUERRA MUNDIAL.

La guerra de la OTAN contra Rusia y China, o si quieren de Occidente contra el Resto del Mundo ya se ha convertido en la 3ª Guerra Mundial.

Y tal guerra, como las 2 anteriores, ha comenzado por culpa de los intereses económicos y geoestratégicos de 2 países capitalistas, a saber EEUU y Rusia.

Por no dejar ningún cabo suelto, recordemos que la 2ª guerra mundial comenzó por el ataque de Alemania e Italia, países capitalistas, a Francia e Inglaterra, que también lo eran, siendo de entrada y lo de menos que el verdadero odio nazifascista lo fuera contra los judeo blocheviques (en lenguaje de Hitler) es decir contra el comunismo.

Que las batallas bélicas se estén dando, de momento, en un solo país (Ucrania) no debe despistarnos: se trata de la 3ª guerra mundial.

Primero porque así lo ha declarado la OTAN en su última reunión, donde no solo ha señalado a Rusia como causante del conflicto sino que se ha apuntado con el dedo a China como peligro potencial.

Pero es que el otro bando (los que no son la OTAN, ni afines)  es elemental que se la tienen jurada al Imperio Estadounidense, porque con la disculpa de implantar la democracia (hace siglos eran las cruzadas, difundir los valores de la religión verdadera) han metido la mano (y la bala) allí donde les dio la gana.

Establecidos los 2 bandos, conviene resaltar, por si hay algún despistado, que la guerra ya es total desde el momento en que la OTAN decidió imponer sanciones económicas de todo tipo a los rusos (no les vendemos cocacolas y no les compramos gas).

Estamos pues ante la 3ª Guerra Mundial y la vamos perdiendo.

Ojo, no se alteren. Este “la vamos perdiendo” se refiere tanto a los pueblos de Occidente como a los de Oriente. Tanto a los buenos como a los malos (elija usted el bando que elija).

Es cierto que gracias al gran valor de los ucranianos solo están muriendo ucranianos, y solo a la gran disciplina de los rusos únicamente están muriendo rusos, y eso hace que aún no notemos que estamos metidos en la guerra y la vamos perdiendo.

Los de allá y los de acá la vamos perdiendo como ocurrió en todas las guerras, que al margen de quien las ganara las perdieron las gentes.

Vayamos con el asunto del encarecimiento de los productos básicos para la subsistencia y la vida cotidiana. Es obvio que el bloqueo está causando escasez en Rusia y en nuestros territorios.

Es de cajón, que obligados aquí, y allí, a fabricar más armas y pagar mayores ejércitos, ese dinero no va salir del bolsillo de los ricos (que son quienes han declarado la guerra) y si de la reducción de servicios sociales (los que sirven a las gentes sencillas, y a esas clases medias que en las guerras caen  donde las clases bajas sin poder asirse a la anhelada clase alta).

Y ahora, para recordar que ya vamos perdiendo la guerra (en ambos bandos) fijémonos en el cambio climático.

Que el calentamiento global es un hecho lo han corroborado las altísimas temperaturas en todo el globo durante este verano, fenómeno que unido a sus inmediatas consecuencias, los inmensos incendios forestales, nos advierte de que hay que tomar medidas protectoras de tipo ecológico.

Pues bien, que estemos inmersos en una guerra mundial va a hacer que nuestros gobiernos decidan, para ganar la guerra al otro, perder el planeta para nosotros.

Baste un ejemplo. El usar carbón, cosa que había sido descartada por perniciosa, vuelve a ser el pan nuestro de cada día, y la energía nuclear se declara como energía verde.

Vamos al caos al  paso de la oca, con marchas militares de fondo. Nadie se quiere rendir por no  se que cosa del honor, y mientras las gentes morirán de hambre, frio y balas. Y si se tercia de radioactividad.

Estamos perdidos. Guerra No.

 Y si tú quieres que gane uno de los 2 bandos, recapacita, estás pidiendo que siga la guerra hasta que ganen los tuyos, si ganan, y mientras dure esta guerra, el peligro de una confrontación nuclear aumenta y el hundimiento del nivel de vida de todos será inevitable. Y si no, verás.

Paco Molina. Zamora. 24 de Julio del 2022.

 

martes, 19 de julio de 2022

Los ricos en riesgo de exclusión social

 


Por que se dice que los muy pobres están en riesgo de exclusíón social y los muy ricos no?

¿No son los magnates los que están en riesgo de exclusión social desde el momento en que no entienden ni saben de que va la gente normal?

Si tendrán riesgo de exclusíon social que creen que: quien no tiene es porque no lo merece; los parados son vagos porque trabajo hay de sobra; si vas al médico es por vicio y derroche; quieres becas para pasarlo bien y no estudiar; y ellos tiene todo porque Dios premia su esfuerzo, excelencia y grado de civilizació

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lunes, 18 de julio de 2022

Y NOS PAGARÁN POR NO TRABAJAR.

 


Y NOS PAGARÁN POR NO TRABAJAR.

Consecuencia del lavado de cerebro al que nos somete el Poder diariamente con sus mentiras el pueblo ya no sabe que “lo bueno es bueno y lo malo es malo” (que diría el pesador zamorano Agustín García Calvo).

Y en este orden de cosas, ante la oferta de que exista una Renta Universal Básica, la gente dice que no quiere una “paguita”, que eso la degrada, que ella lo que demanda es el derecho a tener un trabajo con el que aportar valor añadido a la patria en la que vive (y por la que moriría si fuera preciso, que para machote él, o ella, que en esto no hay fronteras).

La Renta Universal Básica es una “paguita” que se le daría a cada ciudadano/a por el mero hecho de existir.

Cuando aparezcan en escena los robots dicha paguita, o se impone o estaremos ante la peor revuelta de la lucha de clases (la media y las bajas contra la exquisitamente alta).

Sobre la importancia de la Renta Básica apuntemos que sólo con una Renta Universal Rural (es decir una paguita para quienes vivan en localidades de menos de mil habitantes) se repoblará la España vaciada.

Todo lo demás son monsergas. Siendo la más peligrosa la de nuestras derechas patrias que en su ignorancia supina de todo pretenden rellenar, por ejemplo la Zamora vaciada, a base de partos de las zamoranas.

Siendo aquí a donde queríamos llegar, pues mientras aún no nos ha entrado en la mollera la necesidad de una paguita sin trabajar, lo que viene es que nos van a pagar por no trabajar.

Miren. Volviendo con lo de repoblar los espacios del planeta vaciados (la parte rica del globo).

Según los últimos datos demográficos, en el planeta Tierra ya pasamos de los 8.000 millones de habitantes, y lo que es peor, cada año nacen 50 millones más de personas de las que mueren.

Es decir que crecemos a razón de 50 millones por año. O sea, en 10 años seremos 500 millones más como poco.

Este es uno de los factores que más contribuye al cambio climático, y el cambio climático ya presente (no sólo lo dice el calor extremo sino también la ciencia escrupulosa) es uno de los factores más peligrosos para llegar al final de la especie humana (junto con la guerra nuclear).

Y para frenar tal carrera hacia el abismo, según nos dicen los ecologistas, y tienen razón, habrá que frenar, más pronto que tarde, casi en seco el consumo de energía y materia (que son la misma cosa desde que lo verificó Einstein).

Llegando aquí el razonamiento donde queríamos: nos pagaran para que no trabajemos. Es decir no nos darán una paguita que  a lo mejor nos convierte en vagos y no trabajamos, no. Nos darán una pagaza para que no trabajemos y al que pesquen trabajando se la quitarán, y puede que también la vida por asocial.

Explicación. En la actualidad todos vivimos gracias a que vendemos algo (lo llamamos trabajar). Unos venden pepinos y otros venden el teorema de Pitágoras.

Todo esto es más evidente observando un comercio. En él vemos un material (por ejemplo objetos de regalo). El dueño compra el objeto a X euros y lo vende a Y euros siendo Y>X.

Con esa diferencia (ganancia) vive. El problema ecológico está en que para hacer ese trabajo tiene que: ir a trabajar (consumiendo energía), comprar un género que hecho de materia y energía ha consumido energía. Pero es  que a su vez, para que nuestro comerciante pueda vivir, tiene que presentarse en la tienda un consumidor que habrá consumido energía al ir y luego al volver feliz a casa, con un objeto que quedará pasivo, adornando su hogar o su cuerpo.

Entonces, como llegaremos a un punto (y por culpa de la guerra contra Rusia puede que sin tardar) en que no quede energía para consumir haya que controlar su gasto.

Y es cuando llegados a esa fase se verá que es preferible darle al comerciante lo que pensaba ganar pero sin que trabaje (sin que consuma energía).

Obviamente habrá profesiones que tendrán que seguir currando para proporcionarnos comida, vivienda, salud, justicia, enseñanza, etc. Pero el resto será pagado para que no trabaje. “Por favor no consuma usted energía”.

Esto nos llevara a prohibir muchos tipos de viajes y juergas quedando  abocados como género humano a tener que disfrutar prácticamente solo del sexo (que es el placer más ecológico que existe, al ser gratuito en términos de balance energético y muy estimulante en sí).

Comprendo que a muchos esta idea de pasárselo bien sólo a base  de sexo y ternura les parezca libertinaje y no libertad, pero, o eso o la especie humana se va por el desagüe de la Historia.

Para empezar vamos a consumir otra vez carbón cuando se dijo que era algo malo, y todo por estar en una estúpida guerra, si bien es verdad que todas son estúpidas porque en todas perdemos todos, menos los ricos.

PD: Cada ciudadano con ese dinero, que recibiría por no trabajar podría comprar pocas cosas, pero estas serian únicamente las imprescindibles para vivir y las podría tener cualquiera, o sea que mejor imposible. Ah! y el sexo no sería obligatorio.

Paco Molina. Zamora. 18 de Julio del 2022

sábado, 9 de julio de 2022

SOBRE PUTEROS Y ESAS CUESTIONES.

 


SOBRE PUTEROS Y ESAS CUESTIONES.

El tema de la prostitución está así.

Todo el mundo está a favor de que hay que acabar con la prostitución forzada (prostitutas que ejercen a la fuerza porque están secuestradas por mafias que las obligan a ello).

Respecto a terminar también con todo tipo de prostitución, forzada y voluntaria, lo que se conoce como “abolir la prostitución”, hay diversidad de opiniones, tanto en la sociedad como entre las putas, e incluso entre las feministas.

Para acabar con el problema denunciado se van a emprender 2 caminos: uno consiste en luchar contra las mafias (asunto de carácter policial) y otro de carácter moral (presentando a los clientes como la escoria de la sociedad).

Pues bien, el motivo de este escrito es indicar que el querer acabar con la prostitución por el camino de colapsar la demanda (si no hay clientes, no hay negocio) resulta un tanto erróneo. Vamos que parece equivocado.

No insistiremos en el teorema de que si no hay prohibiciones no hay mafias (ley seca en EEU, migraciones, venta de ramas, mundo de la droga, etc) para no desviarnos, pero así es.

Pero volvamos al tema. En ese afán por acabar con los clientes (masculinos, porque parece que la prostitución de hombres al servicio de mujeres no se menciona) se ha puesto en marcha ya una campaña de desprestigio social del cliente, denominándole “putero”.

El termino putero es muy bueno para quitarle las ganas a cualquiera de pararse en un puti club, pero además se le ha cargado de connotaciones más fuertes como que son tíos que maltratan y ensucian a las mujeres, creyendo que tienen derecho a ello por el mero hecho de haber pagado una cantidad de dinero.

También el termine putero significa, hoy en día: “hombre que no es capaz de obtener sexo gratis”, o sea un medio hombre.

Convertido así el putero en alguien estigmatizado social y moralmente, se espera que ya nadie de el paso de “irse de putas”. Y si aún así van, entonces la policía los detendrá y les pondrá el cartel de putero en la espalda por sentencia de un juez.

Ahora bien ¿se intentó algo similar anteriormente en otros ámbitos? (lo de acabar con la demanda para acabar con la oferta). 

Pues sí, fue cuando se decidió abordar el tema de las drogas. Entonces se optó por ir contra las mafias (y aun no se acabó con ellas) y contra los consumidores a la vez (lo mismo que se pretende ahora).

Para ello a los clientes (y por tanto delincuentes) se les llamó despectivamente “drogadictos”, y se decía de ellos que robaban hasta a sus padres.

Pero el problema seguía ahí, hasta que alguien cayó en la cuenta de que los clientes eran “enfermos”, y hoy en día no se detiene a nadie si la dosis que lleva de droga es para uso propio.

Por cierto, como el otro camino para acabar con la droga es el acabar con sus mafias, conviene saber que un ex inspector español de policía con más de 30  años de servicio contra ese mundo, ha llegado a la conclusión de que sólo se puede acabar con el tráfico clandestino de drogas legalizando sus uso.

Sigamos. El usuario de prostitución existe porque en la naturaleza animal (y lo somos) hay una fuerza de tal calibre que arrastra a los hombres a buscar el placer sexual (y a las mujeres también, por más que el machismo, precisamente, fuese quien impuso la ley de que si eres viciosa eres una zorra, trampa moral en la que han caído la mayoría de ellas vistiendo un burka espiritual).

Esa fuerza que impele a buscar orgasmos mediante contacto con otros cuerpos es tan fuerte que incluso hay personas que se casan para tener garantizada tal ración durante toda la vida (aunque sea siempre con la misma persona). Lo llaman amor.

Establecido esto, vamos con algunas anécdotas, ilustrativas, sobre puteros:

Existen estudios en que encuestadas unas cuantas prostitutas, todas coincidían en que la mayoría de lo clientes a lo que van, o lo que más hacen durante el encuentro, es hablar. Algo que no deja de ser de una ternura que espanta.

En Zamora, donde vivo, mientras existió el servicio militar obligatorio (la mili), los que podían estudiar para obtener puestos relevantes en la sociedad pasaban por aquí en lo que se llamaban las “milicias universitarias” (Montelarreina).

Su estancia junto a la Perla del Duero duraba los 3 meses del verano, y entonces el barrio chino crecía con putas llegadas de toda España, contándose la anécdota de que habiendo entrado uno de esos universitarios en el, pongamos, El Pato Rojo, se oyó el grito entusiasta de una gallega prostituta que le espetó: “Pero meu filliño, ¿qué haces tú aquí?”  (“pero hijo mío, ¿qué haces tú aquí?”). Había reconocido en estas latitudes  a un cliente de otras.

Es decir, los padres de la patria y otras gloriosas profesiones de carácter respetable, iban de putas en sus distritos universitarios y en el extranjero (en este caso en Zamora) también. Y no eran una excepción.

También conviene rescatar, para ver si el putero es ese ser desalmado que se describe en la actualidad, la entrevista que le hicieron a un cliente habitual del “Elefante de Oro” (puti club sito en Zamora, y conocido como el Vaticano) en un reportaje que creo se llamaba “24 horas en….”, de TVE.

El señor contaba con una claridad y razón (quiero decir que sonaba razonable), por qué acudía a un burdel periódicamente, que habría que analizarlo.

Y como última anécdota, que dice mucho sobre el asunto, está ésta. De 1984 a 1994 viví en una casa cuyas ventanas daban al Barrio Chino (en Zamora conocido como la Muralla, y por tanto cerca del centro).

En esa época eran frecuentes las manifestaciones de agricultores y ganaderos en la ciudad. Que se celebraban de día, fundamentalmente por las mañanas. Pues bien, acabadas éstas, veías, en cantidades industriales, a los que parecían haber sido los manifestantes, entrar en los bares de putas.

A todos estos casos, que parecen indicar que no se trata de gente de otro mundo, hay que añadir las manifestaciones de  profesiones liberales y empresarios que como costumbre, cada vez que iban a hacer gestiones a Madrid o Barcelona, iban de “masaje tailandés” (por citar únicamente a los más modernos).

 Es decir, parece que estamos hablando de hombres que también prefieren el sexo gratis y variado, o sea tíos normales (que quieren lo mismo que todos, queremos decir).

Por lo tanto y resumiendo, el acabar con las mafias de la prostitución es una obligación ética y vital de toda sociedad, pues hay que terminar de una vez con la esclavitud o los trabajos forzados de cualquier índole, pero darle mayor dimensión al tema del que hablamos porque de por medio hay sexo y éste está estigmatizado por el lavado de cerebro de las religiones, puede llevar a cometer errores como en este caso que se busca coger el rábano por las hojas del putero convirtiendo en delincuentes a medio mundo.

Paco Molina. Zamora. 9 de Julio del 2022

 

viernes, 1 de julio de 2022

IRPF : YO CONFIESO.

 


IRPF : YO CONFIESO.

En lo que sigue se va a demostrar que no sólo es necesario subir los impuestos directos (aquellos que recaen sobre lo que se gana) sino que es factible sin que llegue la sangre al rio.

Para que así se vea utilizaré mi propia declaración del IRPF del año 2021 (o sea la última).

Dicha declaración me ha supuesto pagar unos 100 euros menos que el año anterior. O sea he pagado 8 euros menos al mes que el año pasado.

Como soy de quienes han tenido suerte en la vida mis ingresos brutos estuvieron en el 2021, entre unas cosas y otras,  en torno a los 43.000 € brutos.

Por esa causa, y tras los perceptivos ajustes, hube de pagar a Hacienda por mis ganacias del año pasado unos 8.300 €, es decir el 19 % (siempre redondeando).

La razón por la que este año pague 100 € menos debe deberse sin duda a que las derechas gobernantes en mi región (Castilla y León) decidieron bajar el tramo autonómico de dicho impuesto dentro de su política de engaño, según la cual si se bajan los impuestos todo el mundo será feliz.

Dicha bajada de impuestos directos son una estafa y además improductivos. No me cabe duda de que a quienes tienen grandes ingresos anuales  la bajada les habrá reportado más riqueza, pero a la inmensa mayoría de la población, en absoluto (en el caso que comentamos 8€ más al mes no suponen nada).

Pero es que además esas bajadas de impuestos son improductivas para el país por partida doble.

Una es su  inutilidad respecto al consumo. Con lo que yo ganaba ya me sobraba dinero al mes (es decir ya había un dinero en mi cuenta que no gastaba, que no lo usaba en consumir, que no movía la máquina de la economía capitalista: el consumo desenfrenado).

Y encima ahora, hay otros 100 € (8 al mes), que ingresarán mis ahorros y no contribuirán al consumo y circulación de bienes.

Pero encima, si me los han dado a mí que no los necesitaba, es que se los han quitado a otros que por su escasez de bienes todo lo que ingresan lo tienen que convertir en consumo.

Para que se entienda mejor, si usted le da 1 € a un mendigo ese mismo día él se lo da al panadero, éste al fontanero, éste al casero, éste al vendedor de coches y éste a los directivos de los grandes bancos. Ahora bien, si usted le da 1€ a un banquero ese euro se pierde en su bolsillo, no circula, no crea bienestar.

Y sigamos, si mis 100 euros los tiene el estado (y no yo que no los necesito) podrá seguir haciendo tantas cosas que son necesarias y que crean puestos de trabajo y servicios de calidad para una vida de calidad.

En consecuencia, cualquier gobierno social debe subir, gradual y progresivamente, el IRPF a toda persona que gane por ejemplo más de 40.000 euros brutos (en mi caso, una subida del 1% considero que nos vendría bien a todos, incluso a mí, que si me toca la primitiva querré que haya buenos puertos de mar para atracar mi yate).

Pero no atreverse ni con quienes tienen la fortuna de ingresar más de 50.000 € anuales, y encima anunciar más gastos militares, me parece un error de bulto y un desprecio a quienes más lo necesitan.

O redistribuimos la riqueza de arriba a abajo o vamos al desastre

Paco Molina.   Zamora. 1 de Julio del 2022