jueves, 30 de noviembre de 2023

VENIROS A VIVIR A ZAMORA.

 


VENIROS A VIVIR A ZAMORA.

De la misma manera que ha sido una fase del capitalismo quien expulsó a millones de personas de sus territorios por la necesidad de ir a buscar un puesto de trabajo (generando la España Vaciada) tal vez estamos ahora ante una fase distinta que produzca desplazamientos en sentido contrario (aunque de momento infinitamente más lentos).

No se habla solo de la ventaja de, si vives con teletrabajo, venir a un sitio como Zamora (sigue leyendo), sino de la necesidad que pueden estar teniendo cada vez más personas jubiladas de escapar de esas grandes urbes (Madrid, Barcelona, etc.) donde la pensión encoje, donde la relación se deshumaniza (rodeadas de pisos turísticos), donde el alquiler, convertido en el botín de un fondo buitre, se traduce en un imposible, y donde varias circunstancias más  han convertido la vida en una “soledad en deterioro”.

Por eso, y esa es mi intención, dedico esta propuesta a mi buen amigo Christoph Strieder, concejal de turismo en el Ayuntamiento de Zamora por Izquierda Unida.

El eslogan podría ser:

¿Por qué vivir en una ciudad dormitorio pudiendo vivir en una ciudad paraíso?:  Zamora.

Se centraría en lo que ya han sugerido en semanas anteriores otros articulistas, y en lo que se ha convertido en la mejor publicidad gratuita para la ciudad, gracias a un programa de humor que corre por las redes sociales recordando que es Zamora la ciudad black friday por excelencia y durante todo el año, al estar en ella todo tan barato (por comparación con otras urbes).

Cada vez hay más personas que así lo han entendido y hasta aquí se han acercado a vivir sin haber pisado nunca antes esta tierra. Pero son insuficientes por escasas.

Ahora se trataría de campañas publicitarias que hicieran hincapié en la diferencia entre un piso medio en Zamora y Barcelona, entre el precio medio de la bolsa de la compra entre Madrid y Zamora, la diferencia entre los gastos de ocio y la ropa, entre aquel sitio donde viven y la ciudad paraíso: Zamora.

Que vean los familiares de esas personas cómo sus padres y madres estarían mejor en un sitio tranquilo, con todos los servicios a mano y solventes, un lugar anti estress  y solidario como Zamora (aquí nos conocemos todos y todos sabemos ayudar a cambio de nada o sea a cambio del placer de hacerlo).

Nadie podrá sustituir el lugar donde se desarrolló la mejor parte de esas vidas, pero eso es compatible con mejorar la calidad de vida durante la plácida edad del descanso (“el paraíso es cobrar sin trabajar”).

Invertir en la divulgación de esta idea no es tirar el dinero por desviarse del grito de la inmediatez, llamando al turista de uno, 2, o como mucho de 3 días.

Repárese matemáticamente en que la mera instalación entre nosotros de algún o alguna jubilada equivale a 365 turistas (puesto que se mantendrían entre nosotros todo el año), por no hablar de la presunta adquisición de un piso, la exigencia  de más profesionales de todo tipo, etc (denle a la imaginación).

Si no que ir a Fitur a decir que Zamora promueve, invita, reclama y ofrece, que se venga la gente a vivir a Zamora, a una ciudad donde se vive mejor y bien situada, amén de convertirse en noticia (en publicidad gratuita) puede hacer que los interesados, e incluso sus familias, vengan ya a fisgar si es cierto todo lo que se dice, convirtiéndose entonces y de paso en turistas.

Zamora tiene que echar un órdago en varios frentes para ver si le da la vuelta a la partida del vaciamiento. Y este es uno. “No vengas solo por un día. Vente para siempre. Tendrás más”.

Paco Molina. Zamora 26 de Noviembre del 2023   

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