lunes, 22 de enero de 2024

EL DÍA DE LOS BURROS Y EL EVANGELIO SEGÚN AYUSO.

 


EL DÍA DE  LOS  BURROS  Y  EL  EVANGELIO SEGÚN  AYUSO.

El 17 de Enero es San Antón, patrón de los animales. Pero el pueblo, en su estilo zumbón y sabio, lo ha bautizado como el Día de los Burros. Tal vez por eso de que es sinónimo el decirle a alguien que desbarra: “No seas animal” o “No seas burro”.

Y como estamos en torno a éste día tan señalado, me vino al coco una idea que me ronda desde que en Navidades doña Isabel Díaz Ayuso, a la sazón presidenta de la Comunidad de Madrid (amén de aspirante a Jefa del Gobierno e incluso Cardenal Primado) de nuevo ha utilizado la puesta a punto de un “belén” para anunciarnos una nueva “nueva”.

Por ello hace apología de su ideología cada  2x3. Ejemplo: La señora Ayuso es negacionista (niega el deterioro medioambiental)  siendo su punto de apoyo que: “Cambio climático siempre ha habido y siempre habrá”.

Afirmación irrefutable… en apariencia. Pero lo que no dice es que hoy en día ese cambio es conocido por la especie humana e incluso que ésta ha descubierto que es ella misma la  causante del cambio actual, cambio que encima sabe que  le perjudica.

Y vamos ahora con los burros y sus burradas, en lo que podemos  llamar “el evangelio según Ayuso”.

Esta vez, en la inauguración  de su Nacimiento, lo que ha hecho para exaltar la llamada cultura Occidental, es recordarnos que nuestra especie tiene la capacidad  conocida como “libre albedrio”, o sea que no somos animales (la teoría de que la nuestra es una especie superior a todas y elegida por los dioses).

Según ella, y su ideoteología, lo que nos confirma como seres superiores a los otros entes de la creación, es que los humanos “nacemos  libres”, o sea que gozamos del llamado Libre Albedrio. Siendo la novedad el cómo ha explicado la aspirante a gobernar España que es eso del  “libre albedrio”.

Veámoslo, y así enlazamos con San Antón,  con todos los animales y sobre todo con los burros.

Según la cultura de Ayuso (y en esto debemos de darle la razón) si un burro tiene hambre y comida, come; si un burro tiene miedo y puede huir, huye; si un burro tiene ganas y una burra tiene ganas, relinchan, etc.

Es decir si un animal se siente acuciado por sus instintos (de supervivencia y placer) cae en ellos y por lo tanto no es libre.

Manifestando el evangelio según Ayuso (y todas las religiones)  que un humano es superior a los demás animales  (y por tanto divino) porque entre lo bueno y lo malo puede elegir ¡¡lo malo!!.

Incluso puso el ejemplo de que cualquiera puede elegir ser terrorista, ¡porque somos libres!. Es decir que  según el Comité de Sabios del Plantea lo que nos hace libres es poder  elegir (entre lo bueno y lo malo) lo malo, lo que nos hace mal. Tremendo.

Todo esto cuando ningún humano es libre, y menos al nacer. Y cuando siendo por fin adulto su presunta libertad está en función del dinero que posee. “A más capital más libertad”.

¿Acaso no es la libertad ese bien que nos permite:  o no tener que elegir (es decir poder quedarnos con las 2 o más opciones que se nos ofrecen) o elegir lo bueno en vez de lo malo?.

La perversión del mensaje rescatado por Ayuso pero que es factor común de todas las religiones, es pedir que para no ser animales hagamos animaladas, o sea que seamos lo suficientemente burros como para elegir entre el bien y el mal, el mal. Por ejemplo atándonos un cinturón de explosivos y muriendo por Alá, o matando y muriendo sin parar en guerras que propicia EEUU.

Pero lo que nos diferencia de los animales no puede ser una burrada así. Somos animales y debemos de vivir como ellos, usando la inteligencia para hacer cosas buenas y no el burro.

Paco Molina. Zamora. 19 de enero del 2024 .

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